Se debe abordar un plan especial de mantenimiento preventivo y correctivo en toda la infraestructura estatal, de forma que se convierta en un plan especial de empleos dignos para las familias guayanesas
La gente tiene hambre, y hambre agravada por la feroz devaluación del bolívar. Y la única forma rápida y racional de parar este sufrimiento es la propuesta y el desarrollo de un agresivo plan de mantenimiento preventivo y correctivo de obras de la infraestructura pública que genere empleos dignos, de calidad, que le permitan a la familia guayanesa ir superando la enorme crisis económica, financiera, hasta sanitaria que estamos atravesando. Así lo manifestó Rómulo Dommar Pasarella, líder de FUERZA VECINAL en nuestra capital.
La ciudad, el municipio, el estado están en ruinas, por doquier se nota, se sufre el grave deterioro en el que están sumidos todos los componentes de la infraestructura pública de la región. Dommar Pasarella señala que el panorama es desolador: puentes caídos y otros que se caen, alcantarillas desbordadas, calles verdaderamente destrozadas, rotas y llenas de huecos; edificios destartalados y con la pintura desconchada, apagones de luz y una vialidad penumbrosa, la telefonía agoniza y es canibalizada. Es decir, todo el estado agoniza y necesita ser resucitado. Para ello hay que realizar urgentemente todas aquellas labores de mantenimiento que debieron hacerse preventivamente hacen años y, además, las labores de mantenimiento correctivo, reposiciones, reparaciones y mejoras que hagan falta. Pero esto hay que hacerlo agresivamente, con una contratación de obra-ademas de trasparente, amplia y oportuna- masiva de tal manera que se produzca una verdadera explosión del empleo en la región. Y que tal explosión se sienta inmediatamente en la sanidad de nuestra economía.
Sin embargo-acotó el líder de FUERZA VECINAL-si toda esta estrategia se desarrolla sin una verdadera adecuación del ingreso real de los trabajadores, solo serán pancadas de ahogado. Es necesario que la contratación incluya una remuneración que le permita a los trabajadores poder sufragar los gastos en lo que se denomina la canasta familiar, que el trabajador-gracias a su esfuerzo y su trabajo, pueda cubrir no solo alimentos, bebidas, alojamiento y transporte sino que también pueda atender sus gastos de educación, salud, vestido y hasta su recreación y la de su familia.
En estos momentos se está discutiendo las propuestas de presupuesto para la nación, el estado y el municipio y aún nadie ha asomado que el contenido de ninguno de estos incluya ninguna acción de esta índole que nos permita ir soñando con la salida de esta enorme crisis que desde hacen 23 años venimos sufriendo los venezolanos.
Y, en el caso particular del Estado Bolívar, nadie nos ha explicado cómo se contempla en el presupuesto regional la reparación de los PASIVOS AMBIENTALES producidos por la acción de la minería legal e ilegal que extrae Oro, Diamantes, Coltán y otros muchos minerales sin que la destrucción que causan en cada rincón de nuestra Guayana sea resarcida con ningún tipo de obra civil ni social .