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Dirección para la victoria | por Américo DeGrazia

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“Quien sabe resolver las dificultades las resuelve antes de que surjan. El que se destaca en derrotar a sus enemigos triunfa antes de que se materialicen sus amenazas»
Sun Tzu

Upata, 14 de noviembre del 2022
Américo De Grazia

Hay luz en el túnel para ponerle fin a esta trágica situación que afecta a los venezolanos dentro y fuera del país. Acogotados por la hiperinflación hambreadora e inductora de pobreza, la precariedad de todos los servicios, el apocalipsis ecologico de Maduro al sur del Orinoco, la insaciabilidad corruptora de un régimen purulento y satanico. La violación sistemática de los DDHH y los crímenes de lesa humanidad. La ruleta de los presos políticos y el exilio forzoso de nuestros connacionales, el secuestro de las instituciones, como el imperio del odio, el miedo y el hastío…pueden llegar a su fin, si los demócratas hacemos lo correcto.
Nunca antes el régimen había estado tan vulnerable como hoy. El rechazo es obvio e irreversible. Maduro cuenta con un 20% de incondicionales sujetos por el hambre y la necesidad, pero sin disposición al suicidio colectivo. Lo que significa, que aún ahí podemos incidir, si hacemos lo correcto.
Estamos obligados a conjugar una unión de propósitos, que en ella se pueda visualizar un líder legitimado por nuestros ciudadanos; ese liderazgo, blindado por una dirección capaz de construir una estrategia con las tácticas que nos permita capitalizar todas nuestras fuerzas, internas o externas.
Para eso es pertinente adelantar las elecciones primarias, hacerlas abiertas, para que puedan participar todas las organizaciones que así lo consideren necesario. Sin vetados, sin excluidos y sin inhabilitados. Con observadores internacionales, con segunda vuelta, sin el concurso del CNE. Más la urgencia que el tema amerita, dado que el tiempo conspira contra el propósito.
Todos estos capítulos con sus respectivos razonamientos han sido analizados en artículos anteriores. Las primarias abiertas y oportunas pueden resolver varios problemas neurálgicos que nos impiden salir de la tiranía. En un proceso abierto donde todos los partidos, incluso en sus distintas versiones, participen en igualdad de condiciones y postulen sus candidatos, los resultados arrojarán el valor porcentual que le asignen los electores con los votos obtenidos por cada quién en la dirección política a constituirse. De modo que si el partido A1 saca el 3% de los votos y el partido A2 saca el 7%, esa sería la legitimidad que tienen cada uno de esos actores en la direccionalidad necesaria.
Sería esta dirección la encargada de articular y sortear todos los obstáculos que se presenten. Podemos con este mismo protocolo sumar el mayor número de voluntades de provincias y municipios, al permitirles a estos grupos de electores, apoyar candidatos ya postulados por las organizaciones nacionales. Resolviendo así, uno de los problemas que pretende causarnos Maduro, al unir las elecciones regionales, locales y presidenciales; y encima de eso “entubarlas”. Preparémonos para todo evento. Esta fórmula nos dota de un líder, de una dirección, de una posible inhabilitación, de casi seguro escenario de elecciones anticipadas, en bloque y entubadas. Sería la dirección con valor proporcional de la fuerza de cada uno, los encargados de sustituir el candidato por consenso, mientras la dirección regional su propio candidato a gobernador y los 335 municipios a sus candidatos a alcaldes respectivos. Dando una lección de descentralización nunca antes registradas. ¡Dirección es GarantIa de éxitos!