La rápida consolidación del Complejo Editorial Alfredo Maneiro, como gran vendedor de papel, es la nueva etapa de un proceso en el que editores y periodistas son asfixiados si no son afines al Gobierno. David Natera Febres, fundador y director del Correo del Caroní, cuando fue presidente del Bloque de Prensa de Venezuela, afirmó que el Gobierno creó un estado de dependencia a través del cerco de los mecanismos cambiarios: «Dejó como única alternativa acudir al complejo, y eso ha fortalecido su intención de monopolizar el sector». A su vez Marianela Balbi, directora ejecutiva del IPYS, aseguró en la misma ocasión, que la existencia de un solo vendedor de papel para los medios impresos no sólo representa una perturbación para el libre flujo de información. «Se supone que estamos en una economía abierta, y que las empresas deberían tener todas las condiciones para desarrollar sus modelos de negocios». Marco Ruiz, presidente del Sindicato Nacional de la Prensa (SNTP), coincidió: «Hemos denunciado la existencia del complejo como único medio para acceder al papel. Y si bien la Constitución prohíbe el monopolio, ésta ha sido la única respuesta del Gobierno ante casi dos años de protestas de trabajadores y empresarios de medios impresos, en lugar de reactivar la adjudicación a través del Cencoex». Los activistas consultados también plantean el contraste de las dificultades que viven medios privados con el panorama de los periódicos públicos, muchos de los cuales se imprimen precisamente en el Complejo Editorial Alfredo Maneiro. «Se ha saturado el mercado con ellos, que son gratuitos o se venden a precios muy bajos». (AF)