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Cerrando el cerco. Por Claudio Zamora

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Como la persona enamorada y no quiero ser sexista con la comparación por lo que sere neutro, vale para hombre y mujer, empieza a conocer verdaderamente a la pareja, bien sea en el proceso de convivencia aderezado con los conocimientos que sobre él o ella tenga el circulo cercano, comienza un proceso de lenta asimilación que cubre varias etapas, sobretodo en el caso que sean malas referencias que son las más comunes, cuando estaba cotejándose nadie conocía a el interesad@, pero sólo esperaron para que formalizara la relación para darse cuenta que nos enamoramos del demonio de Tasmania. Y empiezan las conjuras y las maledicencias, todos vaticinan engaños, tragedias, rompimientos, crímenes pasionales y todo el coctel malévolo de las peores novelas. Así paso con esta revolución de pacotilla, desde las primeras entrevistas al Difunto en la cual con trajes prestados y de la peor marca juraba por un puñado de cruces que era un demócrata consumado y que al menor rechazo colectivo manifestado en las urnas se iría a colgar su chinchorro en la costa del Rio Arauca donde terminaría su tránsito terrenal sin jamás atentar contra la estabilidad republicana. Todos sabemos lo que paso y de qué forma, su transformación en un autócrata de carta mayor sin ningún respeto por las formas y procedimientos lo sepultaron junto con el país en el peor atraso y destrucción de toda la historia patria. Nosotros jamás le creímos a los que bautizamos como los profetas del desastre, el mismo Carlos Andrés Pérez afirmo acertadamente antes de morir que de consolidarse esta gente en el poder seria un gobierno de pillos y delincuentes, como efectivamente lo es. Pero como el ferviente enamorado vivimos un proceso de negación permanente incrédulos de todo lo que se vaticinaba, así un en proceso continuo y persistente nos han llevado de un régimen democrático al autocrático por cómodas cuotas que sólo advertimos cuando se había consolidado, nos dimos cuenta de los ataques a la libertad de expresión cuando ya no existen periódicos, revistas, semanarios, emisoras, canales de televisión y otros medios; sobrevivimos con ediciones digitales y redes sociales cada día más cercadas, caímos en cuenta que no había alternativas políticas organizadas de oposición cuando le arrebataron los partidos políticos a sus tradicionales dirigentes para dárselos a partidarios del gobierno y así progresivamente nos fueron imperceptiblemente añadiendo una palo más a la cerca y un poco mas de alambre hasta tenernos casi totalmente encerrados. Lo más peligroso de todo es que nos quieren tapar las pocas rendijas que nos quedan para respirar y nos referimos a las valientes organizaciones de defensa de los derechos humanos, ONGS que sobreviven de aportes internacionales como la única manera de funcionar sin sobresaltos, se avecina un proyecto de ley que podría declararlas ilegales como en Nicaragua sobre por recibir aportes internacionales, la peregrina argumentación es que rehúye el procedimiento contralor del gobierno para controlar sus fondos. Y solo basta recordarles que hace poco años se robaron y destruyeron parte de la ayuda humanitaria que enviaron organismos internacionales para paliar el hambre y las enfermedades en el país, que cientos de containers de comidas y medicinas en los puertos se perdieron y aparecieron en los negocios y mercados a la venta cuando su distribución era gratuita, la rabia del gobierno con las ongs no es su trabajo, es que los asaltantes del gobierno no pueden ponerle la mano a sus recursos y ante esta limitante prefieren declararlas ilegales como retaliación, luego vienen por las redes sociales que son los pocos resquicios por los que podemos respirar en este ahogo impuesto por esta dictadura, aun brillan algunas luces y la de la CPI parece la más luminosa, esperemos mantenga su esplendor que a ellos encandila y espanta como la kriptonita a Superman. Seguiremos conversando.
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