Roberto Lugo, trabajó en el sector salud, del estado Bolívar, luego de una pasantía por Venevisión como actor de reparto, regresó a su natal Ciudad Bolívar donde retomó la lucha social, tanto en las calles de Ciudad Bolívar como en los medios de comunicación donde también participó como Productor Nacional Independiente. Los avatares de la vida lo llevaron a Santa Elena de Uairen donde trabajó como jefe de relaciones Públicas en la Alcaldía del Municipio Gran sabana, con el Alcalde Emilio González.
Especial de José Luis Alcocer
Los fatídicos días del 22 de Febrero del 2019 con motivo de la entrada de la ayuda humanitaria por la frontera entre Brasil y Venezuela, y días subsiguientes Roberto Lugo fue testigo de excepción, de unos hechos que marcaron su existencia para el resto de su vida. Roberto cargó muertos, heridos, manejó un camión. Luego, en medio de la incertidumbre y la muerte se encontró en otro país, sin más pertenencias que lo que llevaba encima.
Es importante recordar que Zoraida García fue la primera víctima mortal del ataque del Ejército a Kumarakapay el 22 de febrero de 2019. Días después fallecieron Kliver Pérez, y Rolando García, este último, esposo de Zoraida. Ellos murieron en Boa Vista, adonde fueron trasladados por la precariedad en el hospital de Santa Elena de Uairén, Rosario Vera Zurita. El 23 de febrero de 2019, venezolanos esperaban con ansias el ingreso de la ayuda humanitaria, pero el Ejecutivo de Nicolás Maduro ordenó el cierre indefinido de las fronteras.
Esta vez fue la Guardia Nacional la que accionó sus armas en contra de civiles, con un saldo de tres asesinados. José Hernández, José Esley Pérez y José Barrios fueron las primeras víctimas del 23 de febrero. El primero estaba en la protesta en el Fuerte Escamoto (Escuadrón de Caballería Motorizada); los otros dos, en protestas en el pueblo de Santa Elena de Uairén, uno en el sector “las cuatro esquinas” y el otro en las inmediaciones de la sede la Guardia Nacional. Jorge Javier González Parra fue uno de los heridos el 23 de febrero, presentó un traumatismo craneoencefálico severo. Murió a principios de marzo en Boa Vista. Era oriundo de Upata, municipio Piar del estado Bolívar. El 10 de marzo de 2020 falleció Onésimo Fernández en el hospital rosario Vera Zurita. Fue uno de los heridos en el ataque del Ejército a Kumarakapay. Sufrió una lesión en la médula espinal que lo dejó parapléjico y su salud cada día empeoró.
A tres años de estos atentados, el pueblo pemón solo conoce la impunidad. De las 62 personas arrestadas esos días, ninguna era militar, solo civiles imputados por delitos previstos en la Ley del Odio. El balance todavía vigente es de 80 indígenas venezolanos de la etnia Pemón desaparecieron entre el 20 y el 26 de febrero de2019.
Roberto Lugo, pasó 8 meses en un refugio en Boa Vista, luego bajo la custodia del gobierno brasilero lo llevaron a otro refugio a la Ciudad de Belo Horizonte, capital del estado de Minas Gerais, donde fue atendido al igual que otro grupo de refugiados por las iglesias, los comerciantes y el mundo académico. El gobierno brasilero (a diferencia de lo que pasa en Venezuela) los ubicó en distintos trabajos. Roberto comenzó a trabajar en una empresa distribuidora de alimentos. Allí se mantuvo hasta que pasó a otro empleo en el Municipio Bombinha del estado de santa Catarina.
Desde Brasil Roberto Lugo exige justicia, “La impunidad no puede imponerse”, manifestó visiblemente conmovido.