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TEPUY LOW SOCIETY. Por Claudio Zamora

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En la Cuarta República que por la distancia parece que hubiese sido en la colonia, cuando sólo había controversias entre los dos partidos tradicionales y los dos equipos de béisbol idems, se decía que los Adecos éramos marginales y tierruos porque los enchufados de aquella época revolvían el hielo del wiski con el dedo índice y se vestían con un traje blanco de etiqueta como graduado de babalawo. Los Copeyanos se creían de la realeza e incluso hasta racistas eran los carajos que provocaron un famoso poema de Andrés Eloy Cosas que no son de ley Siempre resultan un fiasco, Mujer orinando en frasco y negro inscrito en Copei … La controversia social no pasaba de una jodedera a nivel político y discursivo, al final, si hay alguna herencia de valía que dejaron nuestros Libertadores está en una sociedad igualitaria donde si hay algún apellido de alcurnia se ligó tanto con los de la plebe que se disolvieron en el camino de los años.

Osmel se queja porque «le rayamos» su traje Dolce&Gabana verde naturaleza, ya no podrá lucirlo porque lo reconocerán como el traje de la irresponsabilidad Tepuy

En Venezuela eso que llaman Amos del Valle sólo existió en el argumento de Herrera Luque que trato de entremezclar en su novela los Tovar, Palacios o Bolívar con parientes tan lejanos como Isabel I de Inglaterra, Fernando VI o Carlos III. La Alta Sociedad Venezolana siempre ha sido erradamente considerados las familias pudientes, entre las cuales hay quienes heredan una formación de alto nivel con recorrido por los mejores colegios y universidades del viejo mundo y una gran mayoría de burros enzapatados a los que les cayó la fortuna como caen los mangos maduros en ventarrón, de repente y por bojote. La mayoría de los nuevos ricos enchufados pertenecen a esta última camada con el agravante que están ligados así sea en negocios con los altos personeros del gobierno, que es como tener relaciones con el cartel de Sinaloa y ser compadre del Chapo Guzmán, toda una raya. En este estado de cosas y con limitaciones fronterizas, los millonarios criollos no hayan que hacer con su plata, no la pueden tener en bancos foráneos porque los gringos la descubren y decomisan, tampoco propiedades en las riberas del Sena o en Punta Cana, Aviones para volar ¿Adonde? Y Tampoco ir al último concierto de Justin Bieber en Chicago porque se pueden quedar de manera permanente en un hotel por sus siglas CCM (Centro Correccional Metropolitano) que no tiene cinco estrellas precisamente.

Sólo les queda inventar locuras en nuestro país como la famosa fiesta en la Cima del Tepuy Kusari, para quienes me leen en el exterior son formaciones rocosas milenarias, consideradas patrimonio de la humanidad con ecosistema muy frágil, y solamente intervenido hasta ahora por exploradores, montañistas y estudiosos debidamente permisados por Inparques. Hasta allí llegó la marginalidad de los enchufados con sus carpas, helicópteros, baños portátiles, arrasando vegetación como quien corta el césped de tu patio, trajeados de largo y smoking con zapatos deportivos tan nacos como una miniteca en la Cancha de Básquet de Carapita, con pijamas personalizados dentro de la carpa como si del Waldorf Astoria se tratara, acompañados por una diseñadora de prendas con apellido farandulero y con el devaluado Zar de la Belleza que con su traje verde intenso parecía una Vieja Lora desplumada, todos encaramados en ese cerro, sin señal de celular, sin posibilidades de seguir la rumba en una discoteca, haciendo pupú en un balde, cepillándose los dientes con agua perrier y cambiando la Chanel N° 5 por repelente de mosquitos off, de verdad que no envidio a quienes asistieron ni estoy arrecho porque no me invitaron. Los enchufados de este gobierno con su enorme cultura creen que para ser de alta sociedad hay que encaramarse en un cerro, ya preparan para el próximo cumpleaños un mondongo gourmet en el Pico Bolívar y una parrilla de Chorizos de Caviar en Salto Ángel, en clase y buen gusto nadie supera a los chavistas recién vestidos. Seguiremos conversando. [email protected]