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30 mil páginas con información irrelevante: Gobierno de Maduro se victimiza en audiencia de su apelación, ataca y desacredita a la CPI y a las víctimas

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En sus conclusiones, los abogados de Venezuela acusaron nuevamente al fiscal de la CPI de usurpar funciones judiciales. La Fiscalía de la Corte insistió en la poca investigación en tribunales nacionales 

La audiencia en la Sala de Apelaciones de la Corte Penal Internacional, para evaluar la reanudación de la investigación por crímenes de lesa humanidad, culminó este miércoles 8 casi a las 5:00 p.m. (10:32 a.m. hora Venezuela), tras dos días de sesiones donde la delegación de Nicolás Maduro negó la existencia de crímenes de lesa humanidad en el país, acusó al fiscal de la CPI de usurpar funciones y puso en duda los relatos de las víctimas.

La Sala de Apelaciones prometió evaluar las opiniones de las víctimas y «preparar nuestras conclusiones de la manera más rápida posible».

En las conclusiones de Venezuela, dos de los abogados (Bob Emmerson y Aitor Martínez) señalaron que hubo inocencia y laxitud a la hora de redactar el Estatuto de Roma, lo que permitió un uso político por parte de un grupo de Estados en 2018 para interponer la denuncia contra el país.

Según Martínez, no hay estándares mínimos suficientes para que la Corte asuma la investigación que se plantea. «Negamos que ha habido política estatal alguna y, por supuesto, los crímenes que se han señalado y determinar si pasaron ese umbral».

Destacó que el centro de atención de la CPI debe ser determinar la presencia o ausencia de una política estatal. Sobre este punto, Emmerson dijo que la propia Fiscalía «no sabe a dónde va» con las acusaciones a rangos altos y tampoco sabe si, de acuerdo a la jurisdicción venezolana, cargos como tenientes coroneles o sargentos entran en esa descripción.

«Lo que ocurrió aquí es una usurpación de la función judicial desde el fiscal (Karim Khan) y una orientación de la Sala (de Cuestiones Preliminares) hacia ello», aseguró.

Emmerson también se refirió a las conclusiones de la Defensoría para las Víctimas, de la cual dijo que exhibieron «una retórica muy persuasiva» basada en sentimientos, independientemente de las pruebas entregadas, y de las cuales no se pueden comprobar si efectivamente sufrieron violaciones o crímenes graves.

*Lea también: Fiscalía de la CPI refuta presunta investigación de Venezuela a graves crímenes

En el último tramo de la sesión también intervino el canciller venezolano Yván Gil, quien desestimó la CPI como una instancia efectiva.

«Con todo respeto, el número de asuntos resueltos por Venezuela supera con creces el número de casos con condena que ha conducido la Corte Penal Internacional (…) No se trata de una competición entre Venezuela y la CPI, es una realidad inobjetable. El Estado es el mejor lugar para garantizar justicia (…) La justicia local tiene más resonancia y garantiza disuasión», aseveró.

Aseguró que podían haberse retirado del Estatuto de Roma, pero se comprometieron a investigaciones internas. «Ese espíritu de compromiso y justicia también ha impregnado todas las interacciones con el fiscal».

Calificó de «inminente» la apertura de la Oficina de la Fiscalía en Caracas y aseveró que se han hecho reformas para garantizar la justicia conforme a estándares internacionales, aunque solo mencionó la reforma al Código Orgánico de Justicia Militar para eliminar que se juzguen a civiles en estos tribunales.

Además, señaló que la Fiscalía de la CPI depende de la ayuda venezolana, una cuestión sobre la que valía la pena reflexionar ante un conflicto bélico como en Gaza.

Hablan las víctimas en la CPI

Una participación inusual en este punto del proceso fue el de los afectados venezolanos y sus familiares, representadas por la Oficina de Defensa Pública para las Víctimas.

La abogada Paolina Massidda, consejera principal de la instancia, intervino en español y destacó que los crímenes que han sufrido las víctimas están vinculados con su identidad, sus creencias políticas o su trabajo con los derechos humanos, «por ello es fundamental que se incluya en elemento de discriminación».

Afirmó que las víctimas reconocen que son y fueron objeto de crímenes de lesa humanidad, «no como individuos aleatorios» y muestran la magnitud verdadera de estos delitos.

Massidda reiteró que el asunto subyacente de este procedimiento y que «es una realidad para ellas, es que en Venezuela no se investiga ni se investigará» este tipo de crímenes.

Aseveró además que «mientras hablamos, en Venezuela se siguen cometiendo crímenes con impunidad». Enumeró los retrasos «injustificados» en investigaciones y juicios, casos que fueron desestimados sumariamente sin investigación adecuada o bajo el alegato que no se correspondía a delitos de naturaleza criminal.

«Desde 2014, numerosas personas han sido asesinadas por derecho sociales y económicos, no solo por derechos políticos. (…) Hay numerosos actos de tortura, incluido actos de violencia sexual. Las víctimas en vano denunciaron los delitos. No fueron contactadas ni notificadas de medidas procesales o cualquier otro paso tomado, en realidad fueron amenazados», destacó.

La abogada italiana reiteró que las víctimas no son meros observadores del proceso en la CPI, «son participantes en la búsqueda de la verdad y sus relatos son cruciales para establecer los hechos y el contexto (…) Al considerar las opiniones de las víctimas, la Corte demuestra su compromiso de ser un instrumento genuino de justicia y verdad».

Fiscalía firme

En sus conclusiones, la Fiscalía dijo que la Sala de Cuestiones Preliminares no ha mostrado que eran irracionales y la conclusión es que los procedimientos reflejados en Venezuela no concuerdan con lo investigado por la Fiscalía.

Se realizó una evaluación exhaustiva de la materia, comentaron las abogadas, y se descartó por dos factores: porque Venezuela no investiga los hechos de crímenes de lesa humanidad, y se centra en los perpetradores de bajo rango. Tampoco se reflejan los crímenes de persecución y naturaleza sexual.

Señalaron que hay periodos de inactividad investigativa inexplicable y una premisa con perspectiva limitada del principio de complementariedad, al decir que esta investigación puede considerarse como una violación de la soberanía jurídica.

«A lo largo de la apelación, Venezuela parece haber enmarcado como si fuera para casos particulares, lo hemos visto cuando manifiesta que se deben notificar las causas concretar y que debe haber una simetría entre la información de la Fiscalía y el propio Estado bajo el principio de no permitir el doble juzgamiento», dijeron.

Gobierno inundó la CPI con más de 30.000 páginas con información irrelevante

El Fiscal de la Corte Penal Internacional (CPI)Karim Khan, acusó a las autoridades venezolanas de inundar a la instancia internacional con “información irrelevante” en un escrito previo a la audiencia que se efectuó este 7 y 8 de noviembre en la CPI en la que las partes se vieron frente a frente.

Esto lo afirmó Khan en un documento de 61 páginas que presentó en días pasados para responder a la apelación que el gobierno venezolano introdujo en junio de 2023 contra la decisión de la Sala de Cuestiones Preliminares, que autorizó al fiscal de la CPI a reanudar sus averiguaciones sobre la comisión de crímenes de lesa humanidad en Venezuela.

Los argumentos de Khan fueron analizados en la audiencia en la CPI que se realizó entre el 7 y 8 de noviembre, en la que también se presentaron los alegatos del gobierno de Maduro y de algunas víctimas para establecer si procede o no la solicitud de las autoridades venezolanas para que el Fiscal paralice la investigación sobre la situación de Venezuela.

“El Gobierno de Venezuela tuvo la oportunidad y la aprovechó para presentar extensos materiales y observaciones. Proporcionó aproximadamente más de 30.000 páginas de documentación para demostrar que estaba llevando a cabo investigaciones pertinentes”, aseguró el fiscal de la CPI.

En el documento, fechado el pasado 5 de octubre, Karim Khan aseveró que “gran cantidad del material” proporcionado por las autoridades venezolanas era “irrelevante y no tiene relación con los procedimientos internos venezolanos”.

Las observaciones del Gobierno de Venezuela contenían:

  • Correspondencia entre la Oficina (del Fiscal) y el Gobierno de Venezuela.
  • Memorandos adjuntando tuits, fotografías y artículos de prensa no relacionados con los procesos internos.
  • Información sobre los Derechos Humanos.
  • Un ‘informe de entrevista’ de una persona que había estado detenida por más de cuatro años quien afirmó que se respetaron sus derechos al debido proceso.
  • Tablas y listas con información limitada.
  • Los resúmenes ya presentados en (otros) escritos y listas y cuadros (que) no iban acompañados de expedientes judiciales originales “ni de pruebas que respaldaran la información”, informó Khan.

¿Las 30.000 páginas del gobierno venezolano sirven para algo?

Y pese a las miles de páginas enviadas por el gobierno de Venezuela a la CPI, se trata de documentos que  “contenían información limitada sobre los casos” que presuntamente están siendo investigados por los fiscales y jueces venezolanos, tales como “números de expediente, víctimas, sospechosos (si se identifican), calificaciones jurídicas, breves descripciones de los hechos relevantes y medidas investigativas y judiciales adoptadas”, denunció Khan.

La estrategia gubernamental no ha conseguido ni convencer a la Fiscalía de la CPI de que los crímenes ocurridos en Venezuela están siendo investigados ni tampoco ha servido para hacerle perder tiempo.

Los expedientes judiciales y de investigación traducidos confirman que el Gobierno de Venezuela no está investigando ni procesando acusaciones fácticas que sustentan crímenes de lesa humanidad, y que los procedimientos internos se centran en perpetradores directos o de bajo nivel. Ellos también muestran que el aspecto discriminatorio del delito de persecución no ha sido investigado/enjuiciado y que las denuncias de violencia sexual no han sido investigadas lo suficiente”, afirmó Karim Khan.

El fiscal de la CPI aseguró que su despacho llegó a esta conclusión luego de revisar “la totalidad del material (tanto en inglés como en español)” que recibió desde Caracas.

No hay dudas que aclarar

En su escrito Karim Khan también refutó que las autoridades tuvieran alguna duda sobre cuáles hechos están siendo investigados por su despacho.

Tras afirmar que su oficina “no está obligada ni limitada” a indagar sobre los hechos que le fueron llevados en primer término en las denuncias que recibió entre finales de 2017 y 2018, el jurista británico aseguró que “el Gobierno de Venezuela demostró que entendía el alcance temporal de la investigación prevista por la Fiscalía comenzaría en febrero de 2014”.

¿Por qué? Porque “dio su opinión sobre los presuntos incidentes que datan de esa época y transmitió materiales relacionados con los casos identificados por la Fiscalía como ejemplos de esa época”, indicó.

Y, por último, señaló que “la Fiscalía (de la CPI) también puede decidir investigar la criminalidad posterior a la fecha de la apertura de la investigación siempre que se ajuste a los parámetros de la situación o esté suficientemente vinculada a dichos parámetros”.

Karim Khan y el gobierno de Venezuela: cara a cara 

Este 7 y 8 de noviembre los magistrados de la Sala de Apelaciones de la CPI, Marc Perrin de Brichambaut, Piotr Hofmański, Luz del Carmen Ibáñez Carranza, Solomy Balungi Bossa y Gocha Lordkipanidze, escucharon de la boca de Karim Khan estos argumentos, así como también los de las autoridades venezolanas e incluso los de las presuntas víctimas.

Hay que recordar que recientemente 2.684 víctimas individuales y 104 familias respaldaron ante la Sala de Apelaciones de la CPI que se confirme la autorización al Fiscal Karim Khan para continuar investigando la situación de Venezuela, pues consideran que está “es su única y última esperanza de justicia”.

También pidieron que las averiguaciones se amplíen para que abarquen posibles crímenes cometidos desde julio de 2002. 

Al término de las dos fechas,  la Sala de Apelaciones de la CPI deberá decidir si mantiene o no la investigación sobre Venezuela.

La CPI dejó claro que en la audiencia del 7 y 8 de noviembre no se emitirá ningún fallo.

Con información de Luisa Quintero/TalCual Digital | Transparencia Venezuela