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Van cinco meses del 28J y la esperanza por el cambio sigue viva intacta

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Václav Havel, el gran referente de la lucha civil ante el autoritarismo comunista, sostenía que la esperanza no es lo mismo que el optimismo. La esperanza no es la convicción de que algo necesariamente saldrá bien sino la certeza de que tiene sentido hacerlo. En Venezuela sigue viva la esperanza por el cambio democrático

Andrés Cañizález | El Estimulo

Con el paso de las semanas y ahora ya de los meses, después de la jornada democrática y pacífica que fue el proceso de votación del 28 de julio de este año, le he ido preguntando a muchas personas de distintas procedencias y experiencias sobre las elecciones. Les pregunto en específico sí están arrepentidas de haber votado y de que los comicios se hayan realizado. A la fecha no he encontrado a nadie que me diga que aquello no tenía sentido.

Junto a esto, he podido ver un par de encuestas, realizadas por empresas que en el contexto de represión post electoral han optado por no difundir sus estudios por el temor a represalias. Estos sondeos no muestran un debilitamiento del liderazgo democrático, con el paso de estos breves meses después del 28J. Esto también parece ser una señal de que sigue viva la esperanza, en los términos planteados por Havel.

El liderazgo prodemocratico que tiene en este momento a María Corina Machado como principal referente de resistencia y perseverancia, no ha sufrido un deterioro entre los venezolanos en materia de credibilidad o valoración. Y esto por antonomasia se traslada a Edmundo González Urrutia, el candidato que obtuvo la mayoría de votos el 28J, según las actas recabadas por la oposición, que a fin de cuentas son las únicas que se hicieron públicas pese a que el PSUV y las Fuerzas Armadas también tienen copias de las actas de cada mesa de mesa de votación.

El país que dejó atrás la polarización

Volvamos al 28J. La jornada civil y democrática que tuvo lugar ese día marca un punto de inflexión en la historia reciente de Venezuela. El proceso en sí se distinguió por una presencia masiva de votantes en un día que, en líneas generales, transcurrió tranquilo. Estas elecciones y la tendencia que dejaron en evidencia, de una mayoría a favor del cambio, también reafirmó lo que viene siendo una constante histórica: los venezolanos quieren cambios por vía electoral, de forma democrática y pacífica.

La fotografía de un país polarizado, que fue uno de los ejes del chavismo, o de una sociedad dividida en partes bastantes similares que tuvo lugar cuando Nicolás Maduro asumió el poder en 2013, sencillamente ha quedado atrás al analizar de forma detallada los resultados electorales del pasado 28 de julio, con la data abierta al público que colocó la oposición en Internet.

María Corina Machado Esperanza

Como parte de su estrategia para demostrar que ocurrió un fraude en Venezuela, el “Comando por Venezuela”, liderado por María Corina Machado para impulsar la candidatura presidencial de Edmundo González Urrutia, publicó en línea, un poco más del 83% de actas electorales de los comicios del 28J. Cinco meses después, el Consejo Nacional Electoral (CNE) no exhibe ningún resultado verificable ni datos desagregados como han solicitado los gobiernos de Colombia y Brasil.

El economista Omar Zambrano, quien en su momento hizo una detenida revisión y análisis de los datos hechos públicos por la oposición venezolana, sostiene que el 28J se rompió la dinámica de polarización y segmentación social entre los votantes de Venezuela. El voto a favor del cambio fue mayoría en todos los segmentos socioeconómicos del país, incluso en las zonas de mayor vulnerabilidad social e incidencia de pobreza multidimensional, donde la oposición no había ganado nunca desde 1998.

Para Zambrano, como para muchos otros expertos en manejo de datos y estadísticas, con la cantidad de actas contabilizadas por la oposición, por encima del 83%, el resultado a favor del cambio es imposible de revertir, aunque aparecieran la totalidad de las actas. Más allá de lo que ocurra en el manejo institucional del país, la sociedad habló y su opinión libre y mayoritaria.

El voto mayoritario por el cambio, entre los venezolanos, no distinguió entre personas del campo o de la ciudad, ni entre Caracas y el resto del país. Es en sentido estricto un resultado nacional. Esto, en sí, dejó en evidencia un profundo cambio sociopolítico en Venezuela, más allá de que el gobernante Nicolás Maduro siga ocupando el poder y controlando a las instituciones en Venezuela.

Para el madurismo, políticamente, su respuesta al 28J de ejecutar una ola represiva de grandes proporciones, es sin duda un bumerán. En general los venezolanos quieren un clima de tranquilidad y convivencia pacífica. En estos meses lejos de ganar adhesiones, quienes ocupan el alto gobierno, han quedado al desnudo de que solamente a través de las armas y la represión siguen en el poder. Y eso, es en realidad sinónimo de su condición minoritaria y de su debilidad.