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Transitar por carreteras del sur de Bolívar es una odisea

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La carretera Troncal 10, en el estado Bolívar, es una vía internacional que se extiende por 850 kilómetros: un poco más que la distancia que se debe recorrer para llegar de Caracas a Maracaibo. Pero en la actualidad, sus condiciones no son las mejores para el tránsito.

El aumento del tránsito de carga pesada y el poco mantenimiento de la vía han convertido a esta carretera turística en un campo minado de huecos, en el que se arriesgan vidas y vehículos a diario.

El deterioro de la vía se agudiza a la altura de Tumeremo, en el municipio Sifontes del estado Bolívar. Desde allí, los conductores deben superar tramos que superan los 500 metros sin asfalto.

Desde 2015, el anuncio de la explotación del arco minero del Orinoco por más de 150 empresas internacionales y el incremento de la actividad minera ilegal, trajeron consigo una mayor circulación de carga pesada. Esto en una vía que fue concebida para el turismo y facilitar la atención a comunidades indígenas y fronterizas del sur de Bolívar.

Para circular por la Troncal 10, a la altura del municipio Sifontes, los conductores de autobuses, gandolas y vehículos livianos deben llevar piedras para colocar entre el fango y así superar los tramos sin asfalto.

Gran Sabana no escapa a los males de la Troncal 10

El municipio Sifontes es una extensión de 24.393 kilómetros cuadrados en el estado Bolívar. La carretera Troncal 10 lo atraviesa en un recorrido de 150 kilómetros desde Tumeremo hasta el sector San Isidro, en el KM 88. Lluvias y la humedad propia de la zona sur agravan las condiciones de la vía.

A principios del año 2022, el exalcalde del municipio Sifontes, Carlos Chancellor, dijo que había por lo menos 35 alcantarillas que debían ser reparadas en el tramo que recorre el municipio.

Sifontes colinda por el sur con el municipio Gran Sabana. El cerro conocido como La Piedra de la Virgen da paso a la majestuosa Gran Sabana, parte del parque Nacional Canaima. Pero para subir hasta la Sabana hay que bailar pegado entre huecos y farallones.

La actividad minera, el tránsito de maquinaria pesada y gandolas de alimentos desde y hasta Brasil, agravado por las lluvias, han generado huecos y derrumbes de la vía del que no escapa el municipio Gran Sabana. Los huecos y alcantarillas dañadas contrastan con el paisaje.

Las fallas del asfaltado en la troncal se extiende por los 220 kilómetros que deben recorrer los conductores desde Luepa a Santa Elena de Uairén.

El último derrumbe en un tramo de la Troncal 10 se registró en noviembre de 2022, lo que refleja los síntomas de la falta de mantenimiento correctivo.

Hasta la fecha, la recuperación de la vía en los últimos 10 años se reduce a bacheo de huecos y no a trabajar el compactado del terreno o a colocar asfalto nuevo.

Promesas incumplidas

La reparación de vialidad es el tema pendiente para Ángel Marcano. Algunos confrontan la reciente inauguración de un casino en Santa Elena de Uairén con las promesas electorales.

Recuperar la infraestructura de la vialidad en Bolívar fue una de las promesas bandera del gobernador Ángel Marcano en su plan de gobierno. A un año de las elecciones regionales, no solo se mantiene esta deuda electoral, sino que se agudiza su deterioro en diferentes municipios.

“Cada vez es más difícil sacar nuestros productos. Cualquier alternativa vial está en colapso. En El Palmar, tuvimos que arreglar por cuenta propia la vialidad agrícola porque las autoridades ni se han asomado por acá”, dijo Alcides Moya, productor agropecuario

En esta zona, municipio Padre Chien, cumplió más de tres meses desde que se derrumbó el puente del sector Curaima, que atraviesa el río Puchima. Fueron los mismos productores y habitantes quienes construyeron un paso provisional con troncos de madera.

Esa misma medida han tomado conductores que transitan frecuentemente por la troncal 10, hacia las zonas del municipio Sifontes y Gran Sabana.

Vialidad en colapso y un casino en Gran Sabana: Bolívar a un año de las elecciones
En diferentes tramos colapsados en la troncal 10, transeúntes improvisan puentes de guerra para poder cruzar
https://twitter.com/jorgemarrero1/status/1597743701110927360?ref_src=twsrc%5Etfw%7Ctwcamp%5Etweetembed%7Ctwterm%5E1597743701110927360%7Ctwgr%5E4c08c3b0dd0b674f484b332379008ed604ad630b%7Ctwcon%5Es1_c10&ref_url=https%3A%2F%2Fcronica.uno%2Fgobernador-de-bolivar-sigue-sin-cumplir-su-promesa-de-mejorar-la-vialidad-a-un-ano-de-asumir-el-cargo%2F

Después de El Callao, la vialidad es cada vez peor. Hay tramos en que casi no se puede pasar, solo un borde de la carretera. Hacia San Martín de Turumbán, hace meses pusieron como un puente de guerra para pasar. No vemos solución, cada vez que hay unas elecciones, es la misma promesa y más bien empeora”, dijo Jesús Valenzuela, quien trabaja haciendo viajes al sur de Bolívar.

Las reparaciones que hasta ahora ha realizado la Gobernación de Bolívar en la troncal 10 han sido solo en el municipio Piar. Sin embargo, la vialidad entre San Félix y Upata es una “guillotina”, como la describen conductores.

Un casino

Mientras la vialidad hacia el sur es cada vez más intransitable, el gobernador inauguró recientemente un casino en Santa Elena de Uairén.

Es obvio que el Gobierno tiene las manos metidas. Lo que no se entiende es que inauguran un casino en la Gran Sabana y la vialidad es un desastre. Al gobernador no le afecta porque llega cómodo por avión. Lo que sí rescato de eso es que ha dado empleo a la población”, opinó Hagler Rojas, dirigente de Un Nuevo Tiempo en Gran Sabana.

El exministro del gobierno de Hugo Chávez, Andrés Izarra, ha arremetido este sábado contra el gobernador del estado Bolívar, Ángel Marcano. Esto sucede luego que anunciara la inauguración del Gran Casino Santa Elena en la Gran Sabana.

“Espacios nuevos que coadyuvan en la economía local, promueven el turismo y generan empleo”, refirió el gobernador chavista sobre el nuevo local en la entidad.

Al respecto, Andrés Izarra, a través de la red social Twitter reaccionó de inmediato afirmando que: 

Se ha visto una onda molestia en sectores de izquierda más tradicional y ortodoxa, que simpatizaron con las ideas de Chávez. Esto ha sucedido producto de las deformaciones económicas y morales que según Chávez traen los Casinos, los centros comerciales y los peajes.

Este sector chavista se ha sacudidos y perturbado con las decisiones tomadas en la época de Maduro sobre estos temas.

El estímulo para la creación de Casinos, ante el hecho de que Chávez los mandó a cerra uno a uno; la inauguración del Sambil La Candelaria, cuando Chávez afirmó que solo abriría si lo sacaban de Miraflores; y la reinstalación de los peajes en todo el país, cuando fue él personalmente quién los mandó a desmontar, parece dejar claro que ya la palabra de Chávez no es santa para el madurismo.

A esto hay que sumarle el último evento de dos formar de interpretar el chavismo, uno que lo hace un superheroe alado que no habla y juega futbol, y el otro chavismo que reacciona molesto ante esto.

Por último hay que agregar, el incidente entre la hija de Chávez; Maria Gabriela, y el expresidente de PDVSA Rafael Ramirez, que estando del mismo lado del desprecio a la manipulación de la imagen de Chávez como superheroe caricaturizado, muestra distancia por el cuidado que debe mantener Maria Gabriela ante su relación con Maduro, evitando ser confundida con quien ataca desde el chavismo fieraramente a Maduro.

Todo esto parece dejar claro, que ya las contracciones ideológicas y de interéses económicos no se soportan dentro del chavimadurismo, y no pueden disimularlo.

Con información de Crónica Uno, Radio Fé y Alegría Noticias y Punto de Corte