La Federación Nacional de Jubilados y Pensionados de Venezuela (FENAJUPV) alzamos la voz de Unidad para salvar a Venezuela de la Catástrofe instaurada por este régimen.
La crisis general, que sacude al pueblo Venezolano, no se reduce a una emergencia humanitaria compleja, sino que los Venezolanos, estamos viviendo una verdadera “Catástrofe”, la cual no se puede comparar, ni siquiera con una guerra, ni un desastre natural siendo un país, con enormes riquezas naturales y un gentilicio histórico de lucha, de trabajo, empuje y emprendimiento, los Venezolanos actualmente enflaquecemos y morimos de hambre en medio de una oscuridad surgida en el ámbito de n la vida cotidiana, donde las cuestiones básicas de supervivencias, se nos han negado tales como; agua, luz, alimentación, salud, educación, gas doméstico, transporte, etc. y por supuesto añadimos, el irrespeto constante a la Constitución, a las leyes y los convenios internacionales.
En nuestro país, solo tenemos un combinado de Hambre con Muerte y Ruina, esto aunado al alejamiento total de Venezuela, con la Democracia y la Libertad, donde ni siquiera hay espacio, para una convivencia pacífica y civilizada, por tal motivo los trabajadores, somos el sector social que más ha sido perjudicado, pisoteado y marginado por este régimen, nuestros salarios no compiten entre los peores del planeta y una gran parte de ellos en forma de bonificación sin incidencias en los derechos laborales, a los empleados públicos, se les quitaron el sueldo de 20 y 25 dólares al mes, las empresas privadas se escudan en las políticas oficiales, para mantener salarios muy bajos, usando la figura del Bono.
Los pensionados, nos preocupa que haya desaparecido para nosotros, lo que considerábamos una seguridad social y con ella las prestaciones sociales, todo por un avance despiadado de privatización al sistema de salud, en igual condiciones se cataloga las jubilaciones y pensiones, las cuales son de miseria, que no garantizan una muerte segura y rápida, por ejemplo los pensionados que viven en el exterior, llevan seis (06) años, sin cobrar su pensión, la desregulación y flexibilización salvaje, de las relaciones laborales las hacen inservibles, los convenios y contratos con el patrono, ya que el fuego de la hiperinflación y flexibilización es avivado por el propio Banco Central a instancias del Ejecutivo Nacional.
El desconocimiento de la libertad sindical y de la legítima representación de las bases obreras se ha convertido en pan de cada día, y es común que se aprese y se juzgue a los sindicalistas al defender los derechos de los trabajadores, pues se ha implantado la criminalización de la protesta y de la lucha sindical. Mediante la corrupción y el robo descarado desaparecieron los fondos de ahorro de los petroleros y de muchas organizaciones sindicales y gremiales. En fin, resulta paradójico que sean precisamente las banderas de obrerismo y socialismo las que se han usado para defenestrar a quienes somos la base para la creación de riqueza.
De nuevo los trabajadores alzamos la voz para decir: ¡BASTA!, ya no soportamos tanto atropello, maltrato e injusticia, los trabajadores, tanto activos como jubilados, debemos unirnos como una sola voz y una misma voluntad para detener este proceso destructivo y conquistar una vida digna, un salario suficiente y una seguridad social para nuestro entorno familiar, cuestiones que no pueden estar separadas de la vigencia plena de los derechos civiles y políticos contemplados en la Constitución y las leyes, y que requieren de la realización de una democracia de nuevo tipo con un gran sentido de justicia social.
Los Educadores, así como los Médicos, Enfermeras, Obreros de la industria, trabajadores del campo, Empleados Públicos, Profesionales Universitarios, trabajadores por cuenta propia, jubilados y pensionados, todos estamos en la obligación de no desmayar en nuestras justas luchas, pero necesitamos unirnos, desterrar todo signo de sectarismo y prepotencia, para poder avanzar en el logro de victorias frente a las políticas antihumanas y antiobreras, es hora de echar a un lado, nuestras diferencias partidistas o ideológicas, para conformar una fuerza social con elevada conciencia política, y así combinar estas apremiantes luchas reivindicativas con nuestra decidida participación en la reconstrucción de un nuevo porvenir para nuestra patria.
Hoy, cuando la administración de Maduro y la oposición, se sientan en una mesa de negociación, los trabajadores debemos preguntarnos; ¿Quiénes defenderán y cómo nuestros derechos, nuestras demandas, nuestras reivindicaciones?, de Puro orgullo, respondemos ¡que no pueden ser los artífices de esta tragedia!, pero también las dudas acuden cuando repasamos las posturas de varios sectores de oposición, sin embargo, apostamos porque el “Acuerdo de Salvación Nacional”, avance para brindarnos la posibilidad, de que los cambios urgentes y necesarios se den, de la manera menos traumática y dañina para el pueblo, “Hay que darle un chance a la paz”, como dijo Jhon Lennon, abogamos por presión y negociación, pero sin impunidad. Varios de los daños y perjuicios causados a los venezolanos, son motivo de acusaciones bien fundadas, sobre violación de los derechos humanos y comisión de delitos de lesa humanidad, así como las partes en negociación tienen, cada una por su lado, países o naciones que los apoyan, nosotros llamamos a los trabajadores organizados del mundo, a que apoyen nuestra gesta de justicia y libertad, a que sean la reserva y el apoyo de los trabajadores venezolanos, para avanzar en la conquista de un mundo mejor.
Con un planeta sumergido en conflictos y pugnas, y en medio de los destrozos causados por el Covid-19, hoy más que nunca se requiere de la solidaridad y el internacionalismo entre los trabajadores, nos negamos a que sea sobre nuestras espaldas, que descansen las peores consecuencias de esta situación, expresadas en mayor desempleo y disminución de nuestras condiciones de vida y de trabajo, agradecemos, especialmente, a los pueblos y gobiernos de México y Noruega, por sus contribuciones para posibilitar, la búsqueda de un acuerdo, que encamine hacia una solución pacífica, la grave crisis que hoy agobia a los venezolanos.
México tiene toda una historia de solidaridad, con las justas causas de los pueblos latinoamericanos y con los luchadores más perseguidos, Noruega se ha convertido en un adalid mundial, de la resolución de conflictos apelando a los mejores sentimientos de humanidad y a las mejores técnicas de acercamiento, vaya hacia ellos nuestro sincero reconocimiento y el profundo afecto por tan encomiable labor, por último, llamamos a las organizaciones gremiales y sindicales, a unirnos en torno a una jornada, con variadas formas de acción y de protesta, por la conquista de salario y pensiones dignas, resumida en las consignas enfrentemos una vida de hambre y de muerte con la lucha constante y continua por la vida, por la libertad y por la justicia social.
Con información de nota de Prensa Fenajupv