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¿Salir de Maduro o Nicolasito? | por Américo DeGrazia

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“He aprendido que las mejores lecciones vinieron de mis mayores errores”. 

Gurbaksh Chahal 

Upata 9 de Enero del 2023 

Américo De Grazia 

El régimen de Maduro aprendió a moldear la oposición para servirse de ella a su libre albedrío. Los tres bloques opositores al final, conscientes o no, por acción u omisión terminan sirviendo a los planes del régimen. El G4 está más interesado en preservar sus “cuotas de poder”, que salir de Maduro, “Los Alacranes”, más interesados en sustituir al G4. Y los “abstencionistas”, mas interesados en la supremacía del G1. Mientras la tiranía tiene menú para los tres comensales. A cada quien le da el insumo que los sostiene. Desafía al G4 para hacernos creer que la pelea es con ese sector. Doma a los alacranes reuniéndolos en Miraflores y marcándoles la agenda. Y provoca a los abstencionistas para que desistan de la salida electoral y continúen pregonando las fabulas de los pajaritos preñados. 

Hoy la dictadura estimula abiertamente dos rutas suicidas para la oposición. El consenso y la abstención. A los alacranes les ordeno en el propio palacio presidencial, que desistan de la idea de acudir a las primarias; y estos obedientemente aceptaron. El G4 se prepara para el consenso y seguramente Maduro les allanara el camino para justificarlo, al adelantarles las elecciones en bloque; presidenciales junto a gobernadores y alcaldes. Y los abstencionista, que hacen política para la “república del tuitbots” ya están preparando escenas para el retiro. Si esta realidad no cambia. Deberíamos ir pensando en ver cómo anticipamos eventos para construir el escenario que nos permita salir de “Nicolasito”, como sucesor de Maduro. 

En caso contrario reiteramos una vez más, que la salida debería ser las primarias abiertas y oportunas, o sea, para ayer. Que nos permita construir un liderazgo legitimado con el voto ciudadano y desprendido, que de ser inhabilitado, pueda apoyar él relevo sin mezquindad y sin atajos infantiles. Esa misma primarias deben servir para dotarnos de una dirección descentralizada con representación autenticada en los estados y municipios. En disposición de elaborar una estrategia común. Capaz de instrumentar una narrativa alterna y distinta a la chavista. Que haga a un lado las inútiles barajitas y, nos aporte una tarjeta paragua. Que sea capaz de capitalizar todas las fuerzas; externas e internas en una sola dirección. Y sepamos organizar el músculo electoral de los partidos, los 160 mil testigos electorales,en una fuerza social de calle capaz de apoyar y fusionarse con los pensionados, jubilados, trabajadores y protestas ciudadanas en una movilización organizada y con propósito. 

Cómo efectivamente no hay escenario para el debate, debemos hacerlo en la tribuna pública, notoria y comunicacional. La MUD que teníamos para ello, la implosionaron; y era mejor, que no tener nada.