Después de las pasadas elecciones del 21 de Noviembre y conforme a las lecturas disimiles que le han atribuido ambos bandos en conflicto, se van cerrando las brechas que pueden quedar para salir de esta pesadilla de gobierno, a grandes pasos sólo quedan dos salidas antes de esperar la finalización del actual periodo presidencial el año 2024. La primera que se puso sobre la mesa en momentos de mayor crisis de gobernabilidad y que según mi criterio perdió peso, más que nada porque este gobierno es como el marido asustado cuando le descubren un affaire y tartamudo empieza a prometer este mundo y el otro, pero pasada la tormenta vuelve por sus derroteros y se olvida de las vacías promesas. Varias veces escuchamos a Nicolás con el alcahueta de Zapatero decir que no tendría problemas en adelantar las elecciones presidenciales para el 2022, de hacerlo sólo sería una concesión graciosa sin ninguna coercibilidad, que es la fuerza del estado para hacer cumplir sus normas aun en contra de la voluntad de los obligados, conociendo los maulas y tramposos que son en el gobierno, sólo nos quedaría el referéndum revocatorio del artículo 72 Constitucional que debería activarse a partir del próximo 10 de Enero fecha en la cual se cumple la mitad del periodo presidencial. Dicha solución constitucional es la única válida si queremos ajustarnos a la legalidad, pero presenta enormes inconvenientes que trataremos de resumir en estas líneas. Primero, promover un RR en contra de Nicolás sería un reconocimiento expreso de su cualidad de Presidente y una aceptación de ilegalidad de dos años de actuaciones como nombramiento de gobierno interino, TSJ en el exilio, cancilleres y funcionarios así como dejar en ridículo a más de 50 países de gran importancia que reconocen a Guiado como Presidente. Segundo: El tramposo y desacreditado CNE sería el encargado de contar los votos y establecer las reglas leoninas como hizo en anteriores Referendos que anulo miles de firmas o reubico votantes hasta a 700 kilómetros de su lugar de residencia. Tercero: Este estafador organismo es el que regula el voto en el exterior fijando su reglamento, y según lo previsto en la ley Orgánica de Procesos Electorales (124) sólo podrán ejercerlo quien se encuentre legalmente en el extranjero o tenga residencia, solo un aproximado del 10% de los 6 millones de compatriotas que se encuentran en el exterior y que son votos seguros contra Nicolás. Pero si analizamos los malo, ahora enfoquémonos en lo bueno, sólo existirán 2 opciones aprobar o improbar por lo que no habrá dispersión de votos, ni alacranes torpedeando los esfuerzos opositores, ni candidatos que dividan, tampoco los traidores habituales, tampoco haría falta campaña alguna para demostrar la destrucción del país, el hambre y la miseria en que se encuentra sumida Venezuela y hay mínimas posibilidades de fraude ante la inmensa mayoría de más de 80% que adversa este gobierno, dentro de 30 días siguientes a concretarse la revocatoria del mandato estaríamos realizando nuevas elecciones presidenciales sin el personaje revocado que no podría participar y de seguro tendríamos un o una president@ que comience la reconstrucción de lo que fue esta maravilla de país. La pelea es peleando y rendirse no es una opción, nadie ha dicho que será fácil, vimos la caída de Husseim, Pinochet, Gadafi, Bashar Al Asad y seguro estoy veremos la de Nicolás, Ortega, los chulos Cubanos, ser sacados del poder que tomaron en contra de la voluntad de sus ciudadanos. No hay mal que dure 100 años y espero vivir para comprobarlo. Seguiremos conversando. [email protected]