Micro Análisis / Jesús Seguías
- Maduro y el chavismo gobernante están confiados en ganar las elecciones presidenciales. Hasta ahora todo lo está saliendo bien. Tanto la división opositora como una posible abstención masiva van viento en popa.
- Pero, como dije recientemente, Maduro no se confía del todo. Ya tienen la experiencia de Chávez en el referéndum de 2007, quien sobrestimó su liderazgo individual y perdió. Pensó en su reelección indefinida e ignoró a los gobernadores y alcaldes. Resultado: más de 3 millones de chavistas no fueron movilizados a votar. Allí comprendieron que la verdadera capacidad de movilización la garantizan los poderes locales.
- Por eso Maduro – cuyo liderazgo es inferior al de Chávez- necesita convocar una mega elección para poder blindar su hipotética victoria en 2024, no vaya a ser que a la oposición le entre un rayo de luz celestial y se unan como en 2015, y además construyan una poderosa narrativa electoral, pisen tierra y busquen un candidato que sea capaz de ganar, cobrar y gobernar. No es fácil pero no imposible.
- Pero hasta ahora, la oposición está haciendo las cosas tal como aspira Maduro. Los venezolanos que quieren un cambio le exigen al liderazgo opositor la máxima unidad, coherencia, desprendimiento y mucha entrega a la solución de los problemas del país, sin embargo terminan haciendo todo lo contrario. Ni están unidos, ni actúan coherentemente, ni vemos desprendimientos personales, y no están enfocados en las soluciones.
- Cuando la oposición ha actuado en concordancia con lo que exigen los venezolanos, la mayoría absoluta de estos ha salido masivamente a apoyarlos. Las elecciones parlamentarias de 2015 ha sido el mejor ejemplo.
- Respecto a la unidad opositora, está será imposible de alcanzar mientras el factor aglutinante sea la selección de un candidato presidencial. Hay muchos factores humanos -más que políticos- que se interponen. Una vez más están haciendo las cosas al revés.
- Lo único que puede amalgamar a la oposición (o a cualquier agrupación política) es tener un objetivo común. La unidad no es un fin en sí mismo sino un recurso más para alcanzar un objetivo determinado.
- Por tanto, lo relevante es, en primer lugar, definir el objetivo que cohesione políticamente a los opositores para luego pensar en el candidato presidencial unitario que garantice mejor la conquista de ese objetivo. La pauta la dicta el objetivo, no un candidato en particular. A decir verdad, la multiplicidad de candidatos que se auto perciben como los salvadores de la patria, son el mayor obstáculo.
- De manera que el problema opositor es más político que electoral. Es urgente que definan su objetivo, es decir, qué es lo que quieren alcanzar, y cómo, y con quiénes, y cuándo. Esta es la mega tarea que han debido ejecutar ayer. Una vez que tengan definido el objetivo, todo lo demás fluirá fácil. Si no tienen claro a dónde quieren ir, jamás llegarán.
Próximo Micro Análisis: El Objetivo.
@JesusSeguias
28 Agosto 2023