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Maduro sanciona a Venezuela  | por Américo DeGrazia

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“No queremos libertad sin pan, 

Ni pan sin libertad”. 

Mandela 

Upata 13 de Febrero del 2023 

Américo De Grazia 

Maduro sanciona y extorsiona a los alcaldes y gobernadores opositores reduciéndoles los presupuestos y reteniéndoles el situado que les corresponde constitucionalmente. Mantiene las sanciones que les impuso Chavez al quitarles potestad para administrar peajes en los puentes, autopistas y carreteras. Extendió sus sanciones cuando defenestró las leyes descentralizadoras del FIDES y LAE que le asignaban recursos por concepto de IVA y actividades mineras o petroleras a los Estados y municipios, hasta convertirlos en reos del centralismo dictatorial. 

Las sanciones se extienden hasta los trabajadores siderúrgicos que eran accionistas tipo B de Sidor, (o sea socios capitalistas de la empresa, hasta que fueron vulgarmente estafados por Chavez). Lamentablemente el robo no se quedó ahí, sino que cada día se profundiza más, al ser sancionado el “memorándum 2792” que le arrebata todos los beneficios contractuales conquistados a lo largo de casi 100 años de luchas sindicales. 

Los maestros de la nómina del ejecutivo regional de Guayana acaban de ser sancionados al ser adscritos de un solo plumazo al ministerio de educación sin ton ,ni son, perdiendo todas sus ventajas acumuladas en años de magisterio.

Nuestras universidades han sido sancionadas presupestariamente reducirlas a la indigencia hasta condenar a nuestros académicos activos o jubilados a la mendicidad o al destierro. 

Todos los venezolanos, salvo los enchufados, si aún pueden incluirse como gentilicio, somos víctimas directas de las sanciones de Chavez, ahora de Maduro y sus consecuencias. Hagamos memoria, para no olvidar. Aquí se sancionó de un sólo pitazo a 20 mil trabajadores calificados de PDVSA, echándolos a la calle sin contemplaciones y de manera humillante, desalojándolos de sus viviendas asignadas por la empresa, a la fuerza y en cadena de radio y televisión. Con las consecuencias en pleno desarrollo;,las refinerías explotaron, la empresa quebró y nos quedamos con las colas de la gasolina y el gas. Primero sancionaron a los trabajadores y en consecuencia a estas alturas del juego estamos sancionados todos los venezolanos al quedarnos sin combustible. 

Llegaron las sanciones excluyentes de la lista Tascón, Maisanta, el carnet de la patria. Esas sanciones indujeron a la diáspora de casi 7 millones de compatriotas deambulando por el mundo sancionados con el destierro inducido. 

Maduro nos sancionó el salario al reducirlo a condiciones de esclavitud. Sanciona a los que protestan enjuiciándolos o criminalizando sus reclamos. Sanciona a las ONG al satanizar sus fuentes de financiamiento. 

Sanciona a los productores, empresarios, comerciantes e industriales al expropiarles sus emprendimientos. Sanciona a los partidos judicializándolos o proscribiéndolos. Sanciona los liderazgos que le molestan inhabilitándolos, sanciona a las radios o televisoras que no se autocensuran. 

Sancionan a los Indigenas asesinándolos en sus propias tierras ancestrales o desplazándolos con sus socios operativos del ELN o los pranes. Sancionan a los presos políticos torturándolos hasta la muerte. Sancionan nuestra naturaleza agrediéndola  con el “arco minero” y su barbarie. Deforestan nuestros parques y sancionan nuestros tepuy buscando oro de sangre. Sancionan nuestros ríos envenenándolos con mercurio y cianuro. 

Maduro mantiene sancionadas a nuestros oficiales de las fuerzas armadas, al sujetarlos a la supervisión de cubanos. Son muchas las sanciones de Maduro contra los venezolanos; comience a levantarnos las sanciones, permitiéndonos elegir libremente un nuevo gobierno, de manera transparente, democrática, pacífica, constitucional, verificable por observadores internacionales. Esas son las sanciones qué hay que levantar.