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Leopoldo Sucre Figarella: un visionario guayanés fuera de serie que modernizó a Venezuela

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La gestión del ingeniero abarcó una inmensa red de hospitales, carreteras, puentes, autopistas y centrales eléctricas. «Tenía una inteligencia fuera de serie y una capacidad de trabajo inhumana», dice Andrés Caleca

Caracas.- Leopoldo Sucre Figarella nació en la ciudad de Tumeremo en 1926. Destacado ingeniero y político venezolano, ejerció importantes cargos para el desarrollo industrial, cuya trayectoria le permitió ganarse el nombre de “El constructor de la Venezuela moderna”, además de convertirse en una de las figuras con más arraigo del siglo XX. 

Durante su trayectoria desempeñó los cargos de senador y gobernador de su estado natal; fue ministro de Obras Públicas durante las gestiones de los gobiernos de Rómulo Betancourt y Raúl Leoni; miembro de Transporte y Comunicaciones durante el gobierno de Carlos Andrés Pérez y ministro-presidente de Corporación Venezolana de Guayana (CVG) durante la gestión de Jaime Lusinchi.

Fue hijo de José Manuel Sucre, un emprendedor de la minería, e Inés Matilde Figarella, con quien tuvo otros cinco hijos.

Tras la muerte de su padre se mudó a Ciudad Bolívar, donde culminó el bachillerato en el liceo Fernando Peñalver. Luego se traslada a Caracas para cursar educación superior en la Universidad Central de Venezuela (UCV), obteniendo el título de ingeniero civil en 1948. 

Desde su época como estudiante se inició en la política inscribiendo su nombre en el partido Acción Democrática (AD). Aunque no se consideró un activista político, siempre se mantuvo cerca de la dirección del partido blanco.

Durante la dictadura militar Marcos Pérez Jiménez, ejerció su profesión desde la clandestinidad, luego de la persecución a los principales líderes de AD.

Una vez derrocada la dictadura, Leopoldo Sucre Figarella, de 34 años, fue designado como gobernador de Bolívar en 1960 por el presidente Rómulo Betancourt, siendo la persona más joven en el cargo, iniciando un compromiso que lo mantuvo estrechamente relacionado con el crecimiento industrial de la región. 

Fue a partir de 1960 cuando su figura adquirió notoriedad pública al ser nombrado por el presidente Rómulo Betancourt, gobernador del estado Bolívar (1959-1962); de ese cargo pasó a ser ministro de Obras Públicas (1962-1969). Durante su gestión al frente de ese ministerio se construyeron la Cota Mil, el Distribuidor La Araña II, la segunda etapa de la avenida Libertador, en Caracas; los puentes sobre el lago de Maracaibo y los ríos Orinoco, Arauca y Caroní, las autopistas Tejerías-Valencia, Valencia-Puerto Cabello y Ciudad Bolívar-Puerto Ordaz-Upata, la tercera etapa de la represa Raúl Leoni, y otras obras de infraestructura. Entre 1962 y 1964 ocupó la presidencia de FUNDACOMUN. De 1974 a 1975 se desempeñó como ministro de Transporte y Comunicaciones.

Inauguración del Puente Angostura en Ciudad Bolívar, primera obra que uniría vía terrestre al estado Bolívar con el resto de Venezuela

Sin embargo, el cargo más relevante de Sucre Figarella fue el de ministro de Estado presidente de la Corporación Venezolana de Guayana (1984-1993). Sus ejecutorias durante el largo período al frente de las empresas de Guayana le valieron que lo llamaran «El Zar de Guayana», por su influencia sobre la política y la economía estatal venezolanas. Durante ese período se inauguró la etapa final de la represa Raúl Leoni, se iniciaron las obras de la tercera represa hidroeléctrica en el río Caroní, conocida como Macagua II, se puso en marcha la quinta línea de reducción CVG-VENALUM, se amplió la planta de refinación de alúmina CVG-BAUXIVEN y otras importantes obras que vinculan directamente su nombre con el desarrollo de la región guayanesa. No obstante, su gestión despertó críticas e investigaciones sobre la forma de gerenciar y administrar el complejo industrial de la zona de Matanzas en el estado Bolívar. Entre 1973 y 1989 se desempeñó como senador por el partido Acción Democrática. Como resultado de las elecciones de 1993 volvió al senado, esta vez decidido a defender las empresas de Guayana del proceso de privatización.

Dos de sus hermanos, José Francisco y Guillermo, se han destacado en el campo de la diplomacia y de la creación literaria.

Periodista Américo Fernández entrevista al Ministro de Estado

Andrés Caleca, expresidente de la CVG Ferrominera Orinoco, quien trabajó con Sucre Figarella, reconoce que era un hombre excepcional capaz de detectar rápidamente los problemas y encontrar soluciones desde el punto de vista del diseño de la infraestructura hasta el ámbito gerencial, a pesar de su recia personalidad y vocación de mando. 

“Tenía una inteligencia fuera de serie y una capacidad de trabajo inhumana. Empezaba a las 7:00 a.m. y terminaba a las 10:00 p.m., y eso era todos los días. A eso hay que sumarle que, a veces en horas de la madrugada, realizaba inspecciones a las obras. Fue un hombre excepcional para la historia de Venezuela. Esa inteligencia y capacidad de trabajo dieron a un hombre excepcional para la historia del país”. 

ANDRÉS CALECA

En 1958 el país permanecía incomunicado ante la falta de infraestructura que hiciera posible los viajes entre el interior hacia la ciudad capital. Sin embargo, en un período de ocho años, la gestión de Leopoldo Sucre Figarella logra la construcción de miles de kilómetros en carreteras: comenzaba la modernidad.

Algunas de sus obras más destacadas fueron los puentes “Rafael Urdaneta” sobre el Lago de Maracaibo; “Angostura”, sobre el río Orinoco, el Distribuidor La Araña y el arranque de la segunda etapa de la represa de Guri.

También estuvo detrás del proyecto del Metro de Caracas y participó en la construcción de carreteras como Tejerías-Valencia, Valencia-Puerto Cabello, Ciudad Bolívar-Puerto Ordaz y San Félix-Upata. 

Su capacidad para desarrollar importantes proyectos en el área de infraestructura, lo llevó a asumir la cartera del Ministerio de Obras Públicas en 1962.  

“La gente olvida toda esa red interior que le da sustento a toda la nación y que la unifica por primera vez en su historia de manera rápida y constante. A donde voltees, vas a encontrar una obra de Leopoldo Sucre Figarella. Era un tipo concentrado y no tenía tiempo para la zalamería (…) No era un hombre simpático, sino que era un hombre de otro tipo de naturaleza”.ANDRÉS CALECA

En 1974, el entonces presidente Carlos Ándres Pérez nombró a Leopoldo Sucre como ministro de Transporte y Comunicaciones, ocupándose de áreas importantes para el desarrollo de Venezuela, en la que dio inicio a las obras del Centro Postal de Caracas.

Economista Jóvito Martínez Guarda, los ingenieros José González Lander, Leopoldo Sucre Figarella, Ángel Barreto, y AndrésCaleca.

Sucre Figarella se opuso a las polémicas privatizaciones del segundo gobierno de Pérez y de su gabinete, aunque cosechó amistad con Miguel Rodríguez.

“Algo que la gente no sabe es su profunda amistad con Miguel Rodríguez, artífice de CAP, la gente cree que se odiaban, pero solo eran dos visiones complementarias”. ANDRÉS CALECA

Su legado en Guayana

En 1984 fue nombrado como presidente de la Corporación Venezolana de Guayana por el presidente Jaime Lusinchi, lo que le permitió impulsar el desarrollo de aquella ciudad. En su gestión se dieron curso a las obras de las centrales eléctricas «Macagua» y «Caruachi» y se ampliaron las capacidades de las empresas básicas como Sidor y Ferrominera. 

Mejoró el servicio de agua, el medio ambiente y la infraestructura sanitaria. Construyó hospitales y dispensarios e impulsó el complejo de aluminio de Guayana, considerado el más importante de la región. 

“Más de 80 % de la infraestructura educativa, construida en democracia, fue hecha bajo su dirección. Todo el sistema hospitalario y dispensarios también fueron hechos por él”. ANDRÉS CALECA

Asimismo, durante su gestión se mejoró la infraestructura sanitaria de la región, con la construcción de los hospitales de Caicara, El Callao y Santa Elena de Uairén. Entre otras obras de infraestructura, también se destacan los Palacios de Justicia de Ciudad Bolívar y Ciudad Guayana.

Para nuestro pesar, modernización de Ciudad Bolívar fue frenada por diferencias políticas entre la mayoría acción democratista en el Concejo Municioal de Heres y el equipo técnico de la CVG que seguía instrucciones directas de su presidente y Ministro de Estado, que llevó al retiro de planes de envergadura de inversión por parte de la corporación para el desarrollo regional. Entre las principales obras a punto de ejecución que nunca se pudieron concretar destacaban la ampliación de la emblemática avenida 17 de Diciembre, prolongación de la Avenida Angostura sentido este oeste hasta la Avenida España; ampliación y mejoramiento de puentes Primero de Mayo y Virgen del Valle, instalación de nuevo tendido eléctrico de alta tensión desde Guri con la finalidad de aumentar capacidad industrial aguas abajo de la capital del estado, entre otras muchas.

Las obras de Sucre Figarella constituyen una de las más fructíferas de la historia del país, sus cargos en los distintos gobiernos democráticos, le permitieron llevar a cabo la visión que tenía: convertir a Guayana en la alternativa no petrolera de Venezuela, además de ser una plataforma de diversificación para la economía.

Vida personal 

Leopoldo Sucre Figarella se casó con Cruzana Ortega, su compañera de toda la vida, con quien tuvo tres hijos. A pesar de ser un hombre de pocas palabras y discreto sobre su vida personal, Sucre Figarella era una persona cercana a su familia, con quienes se reunía todos los domingos para compartir un buen almuerzo. 

“Con nosotros, sus sobrinos, fue una persona cariñosa aunque tenía carácter. Recuerdo que cuando escribí mi primer artículo, Leopoldo me mandó una carta muy bonita donde me exhortaba a seguir desarrollándome. Familiarmente era una persona cariñosa, muy abierta, tenía su carácter, por supuesto, pero no te sentías regañado”.RICARDO SUCRE

Fue una persona consistente que, a pesar de los cargos que ocupó en el área pública, siempre trató de mostrarse como una persona de una sola pieza. Además, Sucre Figarella también se caracterizó por ser hombre de principios y transparente, en un mundo político que tenía unas exigencias importantes. 

Pese a que podía ser señalado como una persona malhumorada, Sucre Figarella tuvo una relación fructífera con aquellos que tenían visiones diferentes en el entorno político, del cual prefería desconectarse para dedicarse a su familia. 

Aunque toda su vida la dedicó a ser servidor público, el ingeniero era una apasionado por la literatura y admirador del cine. En su casa, tenía una biblioteca con diferentes libros y un teatro con los últimos avances tecnológicos, los cuales también acostumbraba a coleccionar. 

Ricardo Sucre recordó que luego de haberse graduado, justo en la misma época en la que Sucre Figarella se desempeñaba como senador del Congreso de la República, trabajó como consultor para su tío, a quien describió como alguien “exigente” y “dedicado”. 

“Siempre teníamos nuestro momento de tranquilidad y relajarnos (…) En el trabajo, mi tío no hacía si éramos sus sobrinos, al contrario, era muy estricto y trataba de dar el ejemplo. En cosas de trabajo, eran cosas de trabajo, sin distinciones”.RICARDO SUCRE

Considerado por algunos como un hombre “autoritario y déspota”, puesto que, según afirmaba, no buscaba agradar al resto de las personas, fue querido por quienes lo conocieron íntimamente, quienes lo describen como alguien amable, educado y decidido.

Con información de El Cooperante y fundación Emoresas Polar

Fotos cortesía