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La Sabanita en Ciudad Bolívar también tiene historia que contar: cumplió 111 años de fundada

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Foto: La Sabanita con el mayor territorio y calamidades.

Se fue septiembre, y la Sabanita no logró apagar las 111 velas por su cumpleaños, ni siquiera ver en pie el Puente de los Aceiticos, ubicado en el primer sector que la consolidó como parroquia.

Ciudad Bolívar.- La Sabanita, es la parroquia más popular y extensa del municipio Angostura del Orinoco, antes Heres. Pero, también una de las más golpeadas en materia de servicios básicos.

La Sabanita, debe su nombre a su territorio de 18 kilómetro cuadrado, y a la idea de diferenciarla de otra zona vecina conocida a mediados del siglo XX como la “Gran Sabana”, cuenta el historiador, periodista y cronista Américo Fernández.

Fue fundada el 10 de septiembre de 1909, lo que significa que acaba de cumplir 111 años, y la convierte en una de las parroquias más antiguas de Ciudad Bolívar, después del  casco histórico.

Américo Fernández relata en su blog que la Sabanita vio por primera vez la luz eléctrica en 1916. Con la presencia de la empresa norteamericana Oliver Company en 1940, y posteriormente la Orinoco Mining Company para 1949, se abre un abanico de progreso, y mayor crecimiento poblacional en busca de empleo. Pero, no solo esto le permitió crecer en habitantes. También, las crecidas constantes del Orinoco obligaban a muchos a emigrar hacia esta zona. 

Para el 2006 su población rondaba los 85.071 habitantes. Hoy, probablemente sea menor o mayor a ese número. En 1961, nace la primera urbanización programada, llamada “J.M. Agosto Méndez”, en el sector Los Aceiticos.

Y así surgieron muchos otros barrios. En 1977 nace Jerusalén al borde de un barranco, y con el denominador común de miseria, escasez y dolor.

La historia de la Sabanita está bañada por nombres como Victor Abab y Juana España (fallecidos), fieles defensores de su autonomía y propulsores de su municipalización. Sin embargo, este proyecto de independencia quedó en papel, durmiendo el sueño de los justos.

Nada como Sabanita

La vida del sabanitero transcurre en sortear calamidades tan comunes como escasez de agua potable, vivir a orillas de farallones, transitar por vías desplomadas, hasta contar con un deficiente transporte público, hampa galopante y ambulatorios sin insumos.

Su realidad salta a la vista. Bodegas, abastos, restaurantes, automotrices, hoteles y ventas al aire libre hacen el día a día de su actividad comercial y mueven su economía. Su zona industrial arropa empresas de bienes y servicios del Estado, gas, acueducto, granito, y otras. Y aun así la ruina y miseria se respira en la Sabanita.

El orgullo del sabanitero es tener todo, y no tener nada. “Aquí se pasa roncha, porque tenemos un acueducto y el agua en algunas partes no llega, y hay que comprar a los carreteros o cisternas”, comentó Ramón (quiso omitir su apellido), habitante de Brisas del Este.

El Puente los Aceiticos, es una historia de necesidad. Y es que la Sabanita cumplió sus 111 años de fundación sin siquiera ver en pie a este emblemático paso. Este puente, su caída y tardía solución nunca dejarán de ser preocupación para su gente. Tal como el agua para beber. Ostentosa y pobre. Así se resume la historia de la Sabanita (Carolina Maffia CNP 9.261/Foto Yafi)   

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