En una comunidad, las experiencias compartidas que impactan significativamente sus normas, comportamiento y creencias, con consecuencias económicas, políticas y sociales, es lo que se conoce con el nombre de memoria colectiva. No importa el tiempo que haya transcurrido, desde tales acontecimientos al presente (Puntscher et al., 2014). La pregunta que se hace la ciencia es: ¿En qué medida incide la memoria colectiva en la creación del capital social? Trataré de dar una respuesta a esa interrogante, considerando una de las dimensiones más importantes, a mi juicio, del capital social, la de la amistad, en el contexto hispanoamericano y a propósito del muy celebrado primer centenario del nacimiento del ex presidente venezolano Carlos Andrés Pérez.
Aunque el concepto de memoria colectiva fue introducido por primera vez en 1950, en el famoso libro del psicólogo y sociólogo francés Maurice Halbwachs, La mémoire collective, son muchas las perspectivas exploradas y otras todavía en estudio. El ángulo del capital social, por ejemplo, es considerado por universidades en Taiwán, en estudios de desarrollo comunitario sustentable y protección ambiental, siendo el consenso en los valores una variable fundamental (Chang et al., 2022). Por otra parte, los lazos de amistad, representan nuestra variable de interés, también bajo la perspectiva del capital social; pero, estudiamos, las redes sociales integradas por lazos fuertes, alta frecuencia en las interacciones personales y elevados niveles de reciprocidad.
Las actividades organizadas en toda Venezuela, en torno a la figura de un extinto presidente de la República, acompañadas de un gran entusiasmo colectivo, entre sus amigos y los amigos de sus amigos, indican la existencia de capital social, formado a través de lazos que trascienden el plano terrenal. Esta forma de capital social, asociada a la memoria colectiva y vinculada a un difunto, aún no ha sido claramente identificada en la literatura científica, pero debe ser estudiada formalmente, porque bien podría ser ese el germen de un gran movimiento social que, como en el caso de nuestra amada Venezuela, contribuya a la liberación definitiva del régimen dictatorial.
Recientes estudios realizados en universidades señalan que la memoria colectiva, en términos de cultura, puede influir en el capital social de comunidades, en el presente, a pesar de tener su origen siglos atrás; y, varios componentes del capital social (p.ej., interés político, confianza generalizada, participación en asociaciones y amistad), han servido de base para determinar el impacto de la memoria colectiva sobre el capital social (Puntscher et al., 2014), el cual a su vez facilita el desarrollo comunitario sostenible. Vemos, entonces, con justificada razón, cómo la ONU decide que las “alianzas para lograr los objetivos” sea uno de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). Claramente, asociatividad y amistad, son dos pilares básicos del desarrollo.
A pesar de estar viviendo bajo una dictadura criminal, Venezuela tiene en su memoria colectiva valores democráticos, personificados en la figura del ex presidente Pérez. Esos valores éticos y sociales son el fundamento del capital social que estamos formando, dentro y fuera del país, de manera organizada los venezolanos, poco a poco. Para poder concretar la acción colectiva requerida, para salir de la dictadura de manera no violenta, es preciso contar con el apoyo que ofrece la Tecnología Social SAI. Vendrá, pronto, la reconstrucción institucional de Venezuela.
Referencias:
Chang, K-C. et al. (2022). Effects of relational capital on relationship between place attachment and resident participation.
Puntscher, S. et al. (2014). Social capital and collective memory: a complex relationship.
Para descargar la versión más actualizada del libro completo (incluyendo todas las columnas publicadas a la fecha), haga clic en el siguiente enlace: Capital Social, José María Rodríguez, PhD. Además, para una introducción al tema, recomendamos ver el video CAPITAL SOCIAL: https://youtu.be/gRXjjZkCrzo.