Alcanzando metas comunes, a través de la solidaridad ciudadana, es como puede garantizarse la cohesión social. Asimismo, en Latinoamérica, no es posible transformar estructuras sociales sin solidaridad grupal. El reto es que cada ciudadano asuma un liderazgo adaptativo, a través de un proceso de cambio progresivo cuyos resultados sean medibles, con etapas bien definidas y con pequeños triunfos. Sólo así podremos avanzar en el cumplimiento de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, aprobada por 193 países (miembros de las Naciones Unidas), en el 2015. ¿Se han cumplido los compromisos? ¿Qué debe hacerse para mejorar los resultados?
Lamentablemente, a seis años para que se cumpla el plazo establecido, “sólo el 17% de las 169 metas que contienen los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la Agenda 2030 están en camino de conseguirse” (Pacto Mundial de Naciones Unidas. Red Española, 2024). Además, 65% de las metas muestran un alto riesgo de incumplimiento. Opino que la existencia de grupos solidarios, estructurados en la base misma de la sociedad, ricos en capital social y que trabajen de manera consensuada, es y seguirá siendo la premisa fundamental para el éxito de un plan de acción de una magnitud como el propuesto por la Agenda 2030. ¡Queda tiempo para corregir!
En particular, el ODS 17 (sobre acuerdos para lograr los objetivos), al revitalizar las alianzas (a nivel mundial), ofrece la oportunidad al sector empresarial de contribuir. En ese sentido, el Pacto Mundial de la ONU propicia “alianzas con el sector público, la sociedad civil, las universidades, el mundo científico y otras empresas” (ibid.). Se intenta alinear la estrategia de responsabilidad social y planes de acción de la empresa con los ODS, además de apoyar actividades de acción social. Resolver el aspecto financiero de la Agenda 2030 es determinante para asegurar el éxito de tan importante iniciativa, pues los ODS requieren de 4 billones de dólares anuales (aprox.).
La propuesta de la UNESCO, para la promoción de la ciencia, la tecnología y la innovación, a través del Foro Abierto de Ciencias de Latinoamérica y el Caribe (CILAC), fortalece a la Agenda 2030. Una de las iniciativas del CILAC que más fomenta oportunidades de colaboración es la creación de una red nacional de ciencia ciudadana. La misma complementa perfectamente a la propuesta que en Venezuela se ha hecho “sobre el diseño y organización del Observatorio de Ciencia Ciudadana y Capital Social … Se trata de ofrecer un espacio permanente de encuentro” (Rodríguez, 2024: 9). Sería un acierto, verdaderamente, si ambos proyectos se dieran la mano.
Las conexiones sociales se establecen, hoy en día, en ambientes predominantemente digitales y “en esos espacios sociales se desarrollan numerosas interacciones y relaciones, a través de una variedad de actos cognitivos en lugar de depender de la actividad física para su creación y mantenimiento. De allí su naturaleza socio mental” (Chayko, 2021: 45). Claramente, las teorías sociológicas de Georg Simmel (1858-1918) y Émile Durkheim (1858-1917) forman las bases de los grupos digitales y, en general, de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC).
Referencias:
Chayko, M. (2021). Superconnected (Third Edition).
Pacto Mundial de Naciones Unidas. Red Española (2024). ¿En qué situación se encuentran los ODS de la Agenda 2030? Página web oficial: https://www.pactomundial.org/noticia/en-que-situacion-se-encuentran-los-ods-de-la-agenda-2030/.
Rodríguez, M. A. (2024). Ciencia ciudadana y capital social: Tejiendo redes de vínculos desde el conocimiento. Foro Invertido 2024: Ciencia Ciudadana y la Sociedad del Futuro.
Para descargar la versión más actualizada del libro completo (incluyendo todas las columnas publicadas a la fecha), haga clic en el siguiente enlace: Capital Social, José María Rodríguez, PhD. Además, para una introducción al tema, recomendamos ver el video CAPITAL SOCIAL: https://youtu.be/gRXjjZkCrzo