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Garavini: Maduro agita banderas nacionalistas como militares argentinos con Las Malvinas

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Así como la dictadura militar argentina se valió del conflicto con Gran Bretaña para aglutinar un sentimiento patriótico, el régimen venezolano pretende esgrimir la carta del territorio en disputa con Guyana para medir su poder de convocatoria en el referendo del 3 de diciembre

En la película Wag the Dog (1997), a diez de las elecciones, un ficticio Gobierno estadounidense inventa una guerra en Albania para desviar la atención de las acusaciones hechas al presidente en ejercicio por supuesto abuso sexual a una menor de edad.

La estrategia del asesor de la Casa Blanca, interpretado por Robert De Niro, produce los resultados esperados y hace que la opinión pública se trague el falso conflicto creado por un productor de Hollywood, encarnado por Dustin Hoffman.

A medida que pasan los días, la administración de Nicolás Maduro se concentra más en promover un referendo consultivo sobre el Esequibo previsto para el 3 de diciembre que en asimilar la victoria de María Corina Machado en la primaria opositora efectuada el pasado 22 de octubre. 

Para el exembajador de Venezuela en Guyana, Sadio Garavini di Turno, los regímenes autoritarios suelen inventar excusas de corte patriotero para levantar su popularidad cuando atraviesan por dificultades.

“No necesariamente para llegar a una guerra, pero sí para levantar el nacionalismo y crear dificultades para la oposición”.

El exministro de Justicia sostuvo que la actual disputa del Gobierno de Maduro con Guyana es comparable con la guerra de Las Malvinas entre Argentina y Reino Unido en 1982

Previo al conflicto, la dictadura cívico-militar argentina enfrentaba una férrea oposición debido a las constantes denuncias de violaciones a los derechos humanos.

Amparados en una proclama antiimperialista, la Junta Militar arropó a la nación en una lucha desigual que trajo como consecuencia cerca de 700 argentinos muertos.  

“Los militares argentinos creyeron que Inglaterra iba a tener una respuesta menor, que iban a negociar y jugaron mal la segunda etapa del conflicto cuando Estados Unidos intervino para tratar de convencerlos de claudicar, Leopoldo Galtieri (presidente de la Junta) no accedió y vino la guerra”, dijo Garavini.

El exdiplomático aseveró que el desacuerdo entre Venezuela y Guyana podría igualmente compararse con el sostenido entre Guatemala y Belice, que disputan un territorio de 11.000 kilómetros cuadrados en manos de este último país, casualmente otra excolonia británica.    

“Pero ahí llegaron a un acuerdo para llevar el caso a la Corte Internacional de Justicia, hubo un referendo que ambos países aceptaron”, aclaró. 

Nada que ver Maduro con Putin

Refiriéndose a conflictos recientes, Garavini manifestó que el de Venezuela-Guyana no es comparable al de Rusia y Ucrania.

“A diferencia de Maduro, Vladimir Putin no anda buscando reconocimiento, su poder está bastante afincado, la guerra entre Rusia y Ucrania responde a una visión geopolítica, porque todo lo que habían conquistado Pedro El Grande, Catalina La Grande y Stalin se perdió y el plan de Putin es recuperarlo a toda costa”, analizó. 

El exembajador indicó que Putin también respondió a lo que considera una amenaza: la cercanía de Ucrania con la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN).

“Es algo que ha causado una cantidad de muertos enorme, afectado a todo el mundo por el crecimiento del precio de los granos y por las repercusiones en el ámbito energético. Pero no se parece a lo de Venezuela-Guyana porque incluso en Ucrania oriental la gente habla y se siente rusa”, recalcó. 

Un eclipse oficialista a la primaria

Garavini calificó el referendo y a todo el discurso chauvinista de Maduro como una maniobra política para distraer la atención y hacer olvidar dos cosas que menciona a continuación:

“El éxito inesperado que tuvo la primaria y el fracaso socioeconómico de un país que ha exportado 7.000.000 de personas sin tener una guerra”. 

El doctor en ciencias políticas indicó que el referendo es además un chantaje del Gobierno a la oposición: «Porque los coloca en la posición de estar de acuerdo con ellos, o en contra y ser calificados de traidores a la patria”.

Por su parte, el internacionalista Félix Arellano aseguró que el referendo no aporta nada a la causa por la eventual recuperación del Esequibo.

“Confunde, distrae y tiene más razones ideológicas que realmente hacia la búsqueda de la solución del conflicto. Para Guyana no vale nada y para la comunidad internacional menos, se hace con fines políticos y parte de una gran irresponsabilidad”, esgrimió. 

Arellano sentenció que Maduro se concentra solo en la presencia de la empresa petrolera estadounidense ExxonMobil en Guyana y la usa con un fin netamente político y partidista

“Apela a ese libreto anacrónico y agotador contra el imperialismo, en todo caso, esa crítica también debería hacerla contra el Gobierno comunista chino que tiene una empresa en Guyana y contra Chevron”, dijo. 

El internacionalista insistió en que el referendo promovido por el chavismo es un arma peligrosa de disuasión y desinformación: «Se abre la puerta para cualquier tipo de acción y eso confunde. No se avanza en lo fundamental, que es crear una comisión nacional negociadora”.   

¿Habrá un conflicto armado?

El exembajador de Venezuela en Guyana, Sadio Garavini di Turno, ve casi imposible que se escale a un conflicto armado con Guyana.

Es una bravuconada interna, pero que hacia afuera le puede salir caro. Desde el punto de vista técnico sería un fracaso entrar en una guerra y la reacción de la comunidad internacional sería brutal, pero nunca se sabe. Albert Einstein decía que solo dos cosas son infinitas, el universo y la estupidez humana”, opinó. 

Garavini calificó como irresponsables las declaraciones del canciller venezolano Yván Gil, en las que afirma el aumento de la presencia militar estadounidense en Guyana

“La posición del canciller nos hace quedar como unos ridículos, no hay una alianza militar contra Venezuela, tampoco hay bases militares americanas en Guyana. Es mentira que Guyana está elevando el tono militar, Guyana lo que dice es que la Corte Internacional de Justicia resuelva el problema”.

El exembajador argumentó que ni siquiera el Gobierno de Cuba apoya a Maduro en esta cruzada por el Esequibo, lo que demuestra el aislamiento internacional del régimen chavista: «Cuba apoya a Guyana desde 1982. Sería interesante preguntarle a los presidentes izquierdistas de Colombia, Gustavo Petro; de Brasil, Lula Da Silva; de Chile, Gabriel Boric y de Argentina, Alberto Fernández su opinión al respecto, están callados porque no se quieren meter en problemas”.

Arellano apuntó que, en vez de perseguir una salida diplomática y pacífica al conflicto, el Gobierno venezolano parece estar apostando por otra cosa. “Todo por donde uno lo mire es una estrategia política irresponsable que busca distraer a la gente y que no beneficia en nada en la tarea de la defensa del territorio”, concluyó. 

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