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Fueron traídas para labores domésticas: Las Madamas y sus emblemáticos trajes que provienen de las Antillas

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En las comparsas de los Carnavales de El Callao participan las madamas y sus emblemáticos trajes que provienen de las Antillas. De allí llegaron los primeros callaoenses. Estas mujeres fueron traídas para las labores domésticas.

Ciudad Guayana. Al llegar a El Callao, al sur del estado Bolívar, el principal atractivo es la plaza de las Madamas, cuyo traje forma parte de los desfiles de comparsas que se hacen anualmente para celebrar el Carnaval.

Incluso, los Carnavales de El Callao arrancan el domingo con la misa de las madamas y su posterior desfile por las calles callaoenses.

El traje de las madamas no se trata de un disfraz, término que equivocadamente suelen usar foráneos y significa hasta una ofensa para los callaoenses referirse así a este vestuario, cuyo origen destaca las raíces de los primeros habitantes de esta localidad.

Desde las Antillas

El traje de las madamas tiene su origen con la introducción de telas de la India a las Antillas y se relaciona con la historia de la sociedad esclavista.

Se compone de una bata y un turbante con el que evitaban que les corriera el sudor por el rostro durante la jornada doméstica diaria.

Yudday Delgado, un joven que se especializó en estudiar la historia de El Callao, detalla que debajo de esa bata con telas coloridas se lleva la enagua o el fondo del vestido.

Históricamente, la ostentación de la enagua atribuye un elemento erótico al traje de las madamas. Sin embargo, otra versión dice que recogían sus vestidos, mostrando la enagua, para evitar ensuciar el traje al caminar por calles de tierra.

La parte trasera del traje, o el bam bam, destaca por ser voluptuoso. Ello se logra con unos moños que van en los laterales del vestido y que recoge al punto de hacer pronunciado el “bam bam”.

Foto Archivo Albaciudad

El traje también lleva el fular, hecho de algodón o seda, y va en diagonal y prendido en la cintura, una posible influencia del traje regional de la región de Arles en Francia.

La raíz fidedigna es que era un pañuelo para secarse el sudor. La idea era llevar el hombro descubierto para exhibir sus joyas, que originalmente eran prendas de oro. Ahora por seguridad y la merma de la orfebrería, se usan de fantasía”, explica Delgado.

La primera comparsa

Las madamas también forman parte protagónica en el origen de la primera comparsa que se dio en El Callao. De acuerdo con la cronista Frayma Orsini, antiguamente las madamas salían vestidas de mamarracho. La cara iba tapada con una máscara y un cedazo con telas metálicas. De hecho, hay una canción de calipso de Family Ground, llamada “Mamarracho”.

“Se metían a las casas (las madamas), hacían un simulacro como si iban a barrer, y les daban dinero. Pero cuenta la leyenda que se metían en casas específicas porque había mujeres que les pagaban para ver si el hombre estaba metido en casa de la segunda (amante)”, relata Orsini.

Fue para los años de 1890 cuando en Nueva Providencia, hoy conocido como el sector de Caratal, se dio lo que se conoce como la primera comparsa de El Callao.

Se trató de un toque de tambor con cantos de negros que no eran esclavos, sino mano de obra calificada que llegaron con sus empleadores junto con las madamas de las Antillas Mayores y Menores. Ellas eran las amas de casa. Los cantos eran de protesta por la mala paga.

Foto Archivo

Para 1954, agrega la cronista, es cuando sale la primera comparsa tradicional como se conoce actualmente. Fue con la cultora callaoense Lucía Isidora Agnes, o la negra Isidora, una luchadora social.

Precisamente en su honor, y por cumplirse un centenario de su nacimiento, se decretó el 17 de agosto como el Día Municipal del Calipso. El objetivo de los cultores es que esta fecha también se decrete a nivel regional y nacional

Crónica Uno