“Ya el gobernador, sin ser elegido, es Ángel Marcano”, ya es un mensaje recurrente en grupos de WhatsApp y redes sociales. Una apreciación que no solo comparten opositores al régimen, sino incluso sus simpatizantes.
Más allá del descontento por la designación de Marcano como el abanderado del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) para la Gobernación de Bolívar, aún sin estar entre los postulados de las primarias del 8 de agosto, la militancia y los ajenos a ella también han notado la entrega implícita de las instituciones de la Gobernación al todavía candidato.
El actual gobernador, Justo Noguera Pietri, sigue en ejercicio y se le ve activo en los trabajos de gestión referente a centros centinelas de COVID-19 y reportes por la crecida de los ríos Orinoco y Caroní, además de eventualidades como el reciente ahogamiento de dos personas en las cercanías del Parque La Llovizna. Y, por ahora, continúa en la vicepresidencia territorial del PSUV.
Pero desde hace varias semanas ocurren cambios gerenciales en las instituciones donde Gobernación tiene competencia. Como el caso de Hidrobolívar, con la salida de Gustavo Imeri por la sidorista Shelva Blanco a la presidencia.
También han ocurrido movimientos en la administración de Alimentos Bolívar, Mantenimiento y la Fundación Social Bolívar. Para incluso los trabajadores de la Gobernación se trata de designaciones del equipo de Ángel Marcano.
«Usted está nombrando a un nuevo funcionario, no con el fin de renovar su plantilla, actualizarla y mejorarla, sino con el fin de entregar la Gobernación a alguien que todavía no ha sido electo. Es un vicio que se llama desviación de poder”
Alí Daniels, director de Acceso a la Justicia
De hecho, la presidencia de la Fundación Social Bolívar, institución dependiente de la Gobernación, oficialmente quedó a cargo de Yajaira Arocha de Marcano, esposa de Ángel Marcano.
Según fuentes del PSUV, esto no es solo en el estado Bolívar. Se trataría de una instrucción de la dirección nacional del partido, para las gestiones de campaña de los candidatos que reemplazarían a los actuales gobernadores.
Esto se evidencia, por ejemplo, en Transbolívar, donde también hubo un cambio de timonel toda vez que ahora presidencia está en manos de Magdiel Briceño. Esta institución, sobre la que también tiene injerencia la Gobernación, fue recientemente usada para la campaña de Marcano como candidato a gobernador y Tito Oviedo para la reelección a la Alcaldía de Caroní. De hecho, fue Marcano y no Noguera quien anunció la reactivación de operaciones de 25 unidades de Transbolívar en las rutas de Puerto Ordaz y San Félix.
Estas se paralizaron desde marzo de 2020 cuando comenzó la pandemia por COVID-19 y solo se usaron como “coronabus” para el traslado a comandos policiales y militares de las personas que incumplían la cuarentena, o para actos político-partidistas.
Los ciudadanos también han percibido el nombre del abanderado del PSUV en carteles mientras se desmalezan islas en algunas avenidas o se hace alguna reparación de calle, con el mensaje “Ángel Marcano. Bolívar renace”.
“Es un secreto a voces que prácticamente ya le entregaron la Gobernación a Marcano sin todavía hacer las elecciones. Ya está metiendo a su gente y hay otros esperando nada más que los cambien”, comentó una fuente.
Los vicios de un ilegal traspaso de poder
En cuanto a la legalidad de este traspaso no oficial, el abogado Ali Daniels recordó que el artículo 149 de la Constitución del estado Bolívar establece que si el gobernador considera que no debe seguir por cualquier razón, toma posesión del cargo el secretario general mientras se elige uno nuevo. Pero en vista de que este no es el hecho en cuestión, ya que el gobernador sigue de manera formal, se presentan al menos dos vicios.
“En realidad lo que está ocurriendo es una entrega de la administración de la Gobernación a una nueva administración por vía de nombramiento de nuevos funcionarios. El primer vicio es el de desviación de poder, porque usted está nombrando a un nuevo funcionario, no con el fin de renovar su plantilla, actualizarla y mejorarla, sino con el fin de entregar la Gobernación a alguien que todavía no ha sido electo. Es un vicio que se llama desviación de poder”, explicó.
Agregó que el otro vicio es el de principio de soberanía. “Pasar la Gobernación a funcionarios de la nueva administración que no ha sido electa, viola el principio de la soberanía popular, porque la secuestra, asume que la soberanía popular le dará la razón a mi candidato, y en consecuencia me adelanto y comienzo a traspasar la Gobernación. Eso ya está ocurriendo en otros casos, el más conocido es el de la Alcaldía de Libertador, donde la alcaldesa renunció, pero también hay otros casos sobre todo donde el candidato no es el actual gobernador”.
Upata Digital/CDC