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El tren de la esperanza | por Claudio Zamora

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A muchos de los que amamos a Venezuela nos parece inconcebible que un ´país con tantas ventajas geográficas y climáticas no tenga una moderna red ferroviaria que conecte al país por todos sus rincones.

Una escasa red que no llega a 700 kilómetros es la única que existe desde 1886 fecha en que se inaugura el ramal de Caracas a Petare, luego extendido hasta Santa Lucia, Los Teques, La Victoria y Valencia, a pesar que en 1976 se inicia el proyecto de Sistema Ferroviario Nacional y que según la Constitución de 1999 es prioridad de la nación, es casi nada lo que se ha avanzado motivado a diversos factores, pero uno de los más determinantes es que la mayoría de las macro empresas de transporte terrestre camiones y gandolas son propiedad de personas ligadas al poder político que han saboteado cualquier iniciativa que permita la soltura en el transporte de personas y bienes.

Usted sólo imagínese un tren que salga desde las empresas básicas de Guayana con destino a los puertos de Guanta o La Guaria con los productos terminados con destino a la exportación, u otro desde las estaciones de acopio agrícola en los llanos o Estados Andinos, Costa Oriental del Lago con destino al centro del país y la zanahoria que se cosecho ayer se pueda comer en Caracas al día siguiente? No existiría la necesidad de procesar a humildes campesinos por botar sus cosechas al rio por no poderla trasladar a los centros de consumo por falta de gasolina, escasez que es sólo culpa del gobierno por sus nefastas políticas económicas que tienen al país en la ruina.

Volviendo al tema de los trenes, quizás los únicos trenes que han proliferado para nuestra desgracia son los Trenes de Delincuentes como el Tren de Aragua cuyos vagones son conocidos hasta en otras latitudes y no precisamente por transportar pasajeros.

Pero por las justas leyes de las compensaciones hay varios trenes que han proliferado y que han entusiasmado a gran parte del país y de los compatriotas que se encuentran fuera de nuestra fronteras y son las de los candidatos a las elecciones primarias, cada día crecen las multitudes que acompañan a esos héroes en su desigual lucha contra este régimen criminal, pese a los saboteos, agresiones, amenazas y atentados la mayoría se mantiene firme en sus propósitos de llevar el mensaje de cambio a la gente que sufre los rigores de la situación, todos los días recibimos noticias por las redes de las prohibiciones para las concentraciones, la destrucción por parte de bandas armadas del gobierno de las tarimas, los equipos de sonido, la propaganda y cualquier cosa que tenga que ver con las fuerzas opositoras, en un comunicado que genera vergüenza que el gobierno no conoce, se amenaza públicamente a los funcionarios públicos con destitución y procesos judiciales si llegasen a participar en las elecciones y ya idearon un operativo para que el día programado deben concentrarse en sitios determinados y cumplir un día laboral con la entrega a primeras horas de sus documentos de identificación los cuales les serán devueltos al cerrarse el proceso, lo único que faltó es que los amarren o esposen a sus escritorios o los desnuden y en la noche les devuelvan la ropa.

Como lo pueden apreciar la mayoría del país no las tiene fácil en esta desigual lucha, nos acaban de cambiar el árbitro y pretenden nombrar a la primera combatiente Presidenta del Organismo Electoral como una manera de desestimular la participación, una manera vulgar de decir, el árbitro, la pelota, la cancha y el Var es de nosotros, no deberías jugar, esa es la única remota esperanza que le queda, que la gente no vote, porque saben que si este pueblo pierde el miedo hasta ahí les llegó su régimen oprobioso. Si los de abajo se mueven, los de arriba se caen. Y este tren de la esperanza va directo a la Libertad de Venezuela, confiemos en nosotros. Seguiremos conversando. [email protected]