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El 75% rechaza al gobierno y es 100% opositor pero quiere una oposición unida y acertada

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El presidente del movimiento político Futuro, Henri Falcón, cree que el reto de la oposición en este momento es superar los errores y las diferencias y trabajar para lograr el principal objetivo: sacar a Maduro del poder en las elecciones presidenciales de 2024.

Hace unas semanas, Falcón se reunió con el secretario general de la Plataforma Unitaria, Omar Barboza y este lunes confirmó que su nuevo partido participará en las primarias de la coalición opositora, que integran partidos minoritarios pero también los partidos del G4.

En entrevista concedida a ND, enfatizó que el país necesita ahora de la oposición es la “»unidad superior».

«75% del país demanda un cambio político para poder abordar las verdaderas necesidades y nosotros los políticos lamentablemente, no hemos tenido una interpretación clara sobre ese sentimiento de la mayoría de la población. Por eso, han salido privilegiadas la contradicción, la descalificación, la confrontación, el desconocernos entre nosotros y no hemos interpretado a ese 75% de la población que rechaza al gobierno, que es 100% opositor y que quiere una dirección más acertada, que no quiere ofrecimientos fantasiosos, que no quiere que le sigan generando más expectativas que se convierten en la nada, porque es esto lo que ha generado frustración y mucha desconfianza».

Sobre el candidato que saldrá de las primarias, opina que debe ser alguien que lidere “un gran proceso de conciliación nacional para poder lograr acuerdos políticos que nos permitan la reinstitucionalización del país”.

“Más que un hombre necesitamos un plan y un buen líder que lo dirija, con un perfil que logré conciliar posiciones, no es alguien que llegue a perseguir a uno o al otro. No. Es alguien que no tenga segundas intenciones, que no tenga cartas bajo la manga. Eso es lo que necesita Venezuela».

A continuación la entrevista:

Usted anunció ayer que su partido participará en las primarias. ¿Por qué las primarias?

– Porque es el método que ha cobrado mayor fuerza en los factores de oposición que creemos en la democracia y aspiramos un cambio político para el país, que pasa precisamente por derrotar al gobierno. El método de las primarias está planteado en el marco de una comisión, una evaluación e incluso creo que hay unos talleres que se han planteado y es parte de lo que conversamos en su momento con el señor Omar Barboza.

– Hablamos de todas las garantías previstas para que podamos no solo evaluar en la opinión del país quién debe ser el candidato único y unitario que represente no solo la expectativa, sino el sentimiento de las mayorías y esto viene dado por eso que se viene haciendo: asambleas, la comisión y la posibilidad de que haya un estricto control sobre el ejercicio de cada candidato en la campaña. Todo esto es parte de las conversaciones que se deben tener con todas las organizaciones políticas que han planteado que participarán en primarias.

¿Qué opina usted de otros métodos: las encuestas, el consenso?

– El consenso siempre ha sido un método acertado e incluso, nosotros en algunos momentos lo hemos traído a colación. Pero ahora, estamos hablando de un proceso de primarias porque en mi opinión estamos frente a un escenario bastante complejo. La dispersión, la atomización que caracteriza a la actual oposición diversa y plural y  que está en la Plataforma Unitaria, lo requiere. Además, existen otros factores que no estando dentro de la Plataforma Unitaria están dispuestos a contribuir en ese esfuerzo común que genere el cambio a través de un solo liderazgo.

– Para poder enfrentarnos a un gobierno, a su partido y a los poderes públicos que forman parte de ese gobierno en un esquema de partidizacion, necesitamos eso. Ahora, sí se explora el consenso y eso lo apoya la gran mayoría, es otra cosa. Esperamos que sea recogida por la comisión de primarias y que esta vea con amplitud el desarrollo de cualquiera de las metodologías, ver esos factores y fundamentalmente que todo se de sobre las bases de la inclusión, la amplitud, la diversidad, ir con la mayor fuerza del propósito de tener un solo candidato que pueda enfrentar con éxito el proceso electoral, pese al control, al ventajismo, o el clientelismo que habiliten a través de instituciones del Estado.

– Sabemos que por todo esto necesitamos mucha fuerza en el marco de la pluralidad, y respetando las diferencias porque muchos tenemos diferencias, pero eso más bien alimenta el debate y la democracia. Debemos procurar confluir y tener ese nuevo candidato que tenga éxito en este nuevo proceso electoral.

Durante las últimas semanas parte de la discusión política se ha volcado a debatir sobre las condiciones que deben cumplir las primarias. ¿Cómo las ve usted? ¿Deben ser organizadas por el CNE o por la sociedad civil, por ejemplo?

– Esos son temas para el debate interno. No quiero adelantar mi opinión en una materia que no me es propia, porque apenas vamos a empezar a formar parte del proceso. Debemos ver el debate, qué se propone sobre garantías, pero está claro que el proceso debe tener un reconocimiento de la población, del Estado y de todos los sectores para construir una alternativa que no pueda ser desconocida, atacada o silenciada por las propias instituciones que sabemos bien que reciben un control estricto del gobierno y su partido.

Según encuestas importantes el liderazgo opositor ha perdido mucha credibilidad desde el 2019. ¿A qué se debe esto?

– La inconsistencia de todas las organizaciones políticas, sin excepción, incluso de nuestro liderazgo. Durante los últimos años, hemos emprendido de manera equivocada una guerra fratricida entre nosotros mismos, entramos en un proceso de desconocimiento, descalificación, un esquema equivocado para procurar pulverizar partidos, pulverizar liderazgos, acabar con el voto como instrumento de cambio, pero además, todo esto que la gente no compra: la polarización interesada, del gobierno y la oposición.

– Además, tenemos que 75% de la población demanda un cambio político para poder abordar las verdaderas necesidades y nosotros los políticos, lamentablemente, no hemos tenido una interpretación clara sobre ese sentimiento de la mayoría. Entonces, han salido privilegiados la contradicción, la descalificación, la confrontación, el desconocernos entre nosotros y no interpretar ese 75% de la población que rechaza al gobierno, y que es 100% opositor, pero quiere una dirección más acertada, que no quiere ofrecimientos fantasiosos, que no quiere que le sigan generando más expectativas que se convierten en la nada y que es esto lo que ha generado frustración y mucha desconfianza.

– Todo eso tenemos que derrotarlo. Si salimos de nuestras diferencias y podemos presentarnos unidos de verdad, en unidad superior, en la pluralidad y diversidad, con nuestras diferencias porque todos no tenemos visiones iguales y en algunos casos estas son visiones encontradas; pero en todo caso el cambio es el propósito que compartimos, sin lugar a dudas, todos los líderes y todos los partidos de la oposición. ¿Por qué no ampliar ese criterio y buscar a todos? ¿Por qué no generar fuerza y no seguir permitiendo que la pelea, la confrontación sea lo primero?

Hace unos meses usted se separó de Avanzada Progresista y fundó Futuro. ¿Podría explicar qué pasó allí?

– Yo no me separé. A mí me separaron de mi partido, del movimiento que fundamos nosotros hace casi once años. Fue por una decisión del gobierno, en este caso, no acompañado por el TSJ, pero es la misma decisión, es una judicialización administrativa.

– El CNE, por supuesto, viendo las últimas decisiones nuestras, una de esas decisiones fue romper con la Alianza Democrática porque entendimos que el propósito por el cual había nacido esa alianza ya se había cumplido: el nuevo CNE, el proceso de diálogo nacional, la convocatoria a elecciones, etc.

– Por eso tomamos la decisión legítima, autónoma y decidida de acompañar al candidato de Barinas -Sergio Garrido- que representaba esa expectativa de cambio de Barinas y de todo el país. Lo decidimos de manera independiente y autónoma, como deben ser los partidos; y simplemente. Eso condujo a que se articulará toda una maniobra para desconocer una asamblea de nuestra organización, desconocer los estatutos, a las autoridades y el CNE produjo lo que interesadamente ellos no permitieron que hiciera el TSJ, para no caer en esto de la judicialización de los partidos, pero al final lo es.

– No abandonamos el partido. Fue un arrebato del partido que nos pertenecía.

Usted ha sido candidato presidencial y perdió contra Maduro. ¿Bajo qué condiciones políticas Maduro saldría con votos en 2024?

– Son las mismas condiciones. Si te pones a evaluar todos los procesos podríamos hablar de 2018, pero también de 2021 y si no nos ponemos de acuerdo, si dispersamos el esfuerzo, si le comemos casquillo al gobierno y entonces hacemos lo que quiere el gobierno y no la gente, si no logramos de verdad sobre ese propósito de cambio que tiene la mayoría de la población, unirnos sin hipocresía, sin cartas bajo la manga, en una estrategia que nos consiga con una sola narrativa ante el país como lo hicimos en 2015, con una sola estrategia de movilización del voto de defensa del voto, si eso contribuye a que todas esas organizaciones políticas en una interpretación fehaciente de ese 75% de oposición comulgue en una unidad superior, te aseguro que no habrá ventajismo ni trampa que valga.

– Solo por una aplicación matemática y lógica. Si de ese 75% sólo sale a votar el 45 % o 50% a favor de la oposición, no hay trampa que valga. Pero claro, si la gente no sale a votar porque se pone a creer en algunos pajaritos preñados que le dicen que el voto no sirve, que la salida es por la fuerza porque viene una invasión militar, o que los militares son los que van a resolver esto, es otra cosa porque eso es mentira. Ese es el camino de la nada, es una ruta sin destino y eso siempre nos ha convocado al error.

– Si en noviembre de 2021 -elecciones regionales- nos hubiéramos puesto de acuerdo todos los factores de oposición, te aseguro que tuviéramos 12 o 14 gobernaciones y al menos 200 alcaldías y en ese esquema de acumulación de fuerza es el escenario más propicio para derrotar al gobierno, pero hacemos lo contrario. Hay grupos de grupos que terminan unos por aquí, otros por allá, comienzan a atacarse entre ellos mismos, otros a decir: «no voten, no voten, no voten».

– Fíjate lo que pasó en el caso Lara. El 21N participó el 41% con una abstención cercana al 60%, con eso sabes dónde se concentró la abstención en sectores clase media que tradicionalmente son opositores: Barquisimeto, Catedral, Concepción. En esos sectores, la abstención fue de 72% al 78%, votó solo el 25% y en los sectores donde el gobierno tiene capacidad de movilización que tiene estructura, recursos, cajas Clap, el chavismo se movió y ganó. O sea, ellos se mueven 85% y nosotros 20% a 25% y terminamos haciéndonos daño nosotros mismos y eso es lo que no debe ocurrir.

– Esta decisión nuestra no es una decisión traída de los cabellos y mucho menos interesada, es una decisión consciente tomada desde el sentido común porque si nosotros queremos de verdad un cambio para el país, podemos tener diferencias o discusiones, pero eso quedó atrás.

– Ahorita tenemos que priorizar al país y ahorita el país quiere un cambio y eso está dirigido a lo político, porque es desde allí donde podemos generar cambios en lo económico y lo social porque todos sabemos que aquí hay gente que no come para comprarse una medicina y al revés, gente que muere de mengua, de hambre. ¿Esa gente está esperando solución de quién? No del gobierno, está esperando un cambio y confía en nosotros, pero nosotros no conectamos con ellos y he allí los grandes errores. Eso no debe continuar, hay que dar un paso al frente hacia lo lógico, lo racional, hacia el sentido común. Vamos a seguir teniendo diferencias, pero creo que hay una prioridad por delante que es el país.

Usted cree en las primarias, pero diversos analistas hablan de un outsider debido a la falta de credibilidad de los partidos. A su juicio, ¿cómo debe ser el candidato que gane las primarias?

– Yo creo que aquí más que un outsider, el candidato tiene que tener un perfil y un programa de gobierno. El presidente que quiere Henri Falcón es uno que llame a un gran proceso de concertación, de conciliación nacional para poder lograr acuerdos políticos que nos permitan la reinstitucionalización del país, nosotros tenemos que recuperar el valor del bolívar, el aparato productivo y la producción. Necesitamos grandes medidas en el orden económico. Por ejemplo: cómo formalizar el dólar, salir de la dolarización de facto y recuperar el valor del bolívar.

– Pero también, necesitamos reinsertarnos en la comunidad de naciones, con nuestra fuerza, recuperar relaciones internacionales, obviamente con nuestras diferencias pero priorizando al interés nacional, recuperar aliados comerciales, necesitamos una gran inversión en los sectores más deprimidos para poder sacarlos de la miseria y combatir el problema del hambre y los servicios públicos.

– Es un programa, más que un hombre necesitamos un plan y un buen líder que lo dirija con un perfil determinado, repito, que logré conciliar posiciones, no es alguien que llegue a perseguir a uno o al otro. No, es alguien que no tenga segundas intenciones, que no tenga cartas bajo la manga. Eso es lo que necesita Venezuela.

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