Paradójicamente en Bolívar, estado que acumula una de las mayores reservas de agua dulce de América Latina, sus municipios están sin agua, el 80 por ciento de la población tiene dificultades con el servicio, de este drama no escapan las zonas rurales, convirtiéndose las comunidades indígenas en una de las más afectadas.
Específicamente en la parroquia Zea del Municipio Angostura del Orinoco, las comunidades indígenas han salido en busca de auxilio, pues lo que al sur del país han denominado la «crisis del agua» los mantiene en condiciones inhumanas, viviendo un caos, incrementando las posibilidades de contraer enfermedades, el agua que consumen es directa del río.
En ese sentido, el diputado al Consejo Legislativo del estado Bolívar, Carlos Rodríguez, explicó que el 22 de febrero el capitán indígena de la Comunidad Cerro de Mono, Antonio Yaramare, les entregó un escrito denunciando la falta de agua potable y las fallas constantes en el servicio de electricidad.
Detalló que el suminitro de agua potable está suspendido por averías en el sistema de distribución de la comunidad, ubicada en la parroquia Zea. Además camiones cisternas no circulan por la zona. «Desde la alcaldía y la gobernación no toman medidas para atender a los afectados, que llevan meses sin una gota de agua por tuberías».
El diputado exhortó a las autoridades a visitar las comunidades rurales y ejecutar planes que representen soluciones verdaderas a los distintos problemas que enfrentan.