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Agendas ocultas y ofertas engañosas | por Américo DeGrazia

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“Conoce a tu enemigo y conócete a ti mismo y, saldrás triunfador en mil batallas”.
Sun Tzu

Un elemento constante a lo largo de la historia política de los pueblos en cualquier rincón del planeta son las agendas ocultas. Por lo general, todas persiguen propósitos subalternos a los intereses colectivos. En consecuencia, desde Guayana tenemos el interés superior de contribuir en la construcción de una alternativa que nos permita reponer la democracia, la libertad y la independencia en Venezuela. En este ejercicio exponemos algunas de esas agendas y cómo librarnos de ellas de cara a los escenarios electorales que están por venir. Partiendo del hecho irrebatible que el tema electoral es un instrumento coyuntural para promover los cambios, mientras que las fuerzas sociales en movimiento son transversales. Elecciones presidenciales, son coyunturales; los gremios y sindicatos en las calles son transversales. Lo electoral tiene fecha de vencimiento, lo movimental no.

Veamos, la agenda oculta de MADURO, consciente de ser minoría, tiene que maniobrar y confundir para mantener dividida la oposición y blindar sus elecciones haciéndose acompañar a última hora y por sorpresa de sus alcaldes y gobernadores para que estos le puedan aportar desde las regiones la suma del tubo. Como en la leyenda del Silbon, “no me dejen sólo”.

Mientras que en las fuerzas democráticas las variedades de agendas ocultas son más complejas y vario pintas, entre otras cosas, porque implican mayor diversidad heterogéneas. Exhibirlas nos pudiera servir de ayuda, en tanto y en cuanto alertemos a nuestros ciudadanos del propósito de cada una de ellas, evitando ofertas engañosas. Son como las etiquetas en los productos de consumo masivo, cuando indican sus ingredientes, valores nutricionales y fechas de vencimientos. Aprender a leerlas pudiera sernos de utilidad.

La de Maria Corina Machado, es allanar el camino para regresarnos al club de la inercia del abstencionismo. Simplemente porque está convencida que la única forma de salir del régimen es por la fuerza, descartando el camino electoral. Puede acompañar en la antesala, pero una vez que la inhabiliten o no le hagan los cambios pertinentes al CNE, simplemente regresa a su corral. Si se trata de Bernabe Gutierrez y su grupo, la idea es vender la especie que las primarias deben ser celebradas con el CNE, solo porque este le brinda las condiciones impuestas por Maduro. Como ven ya pasamos de un extremo al otro. Manuel Rosales necesita ganar tiempo, unas primarias celebradas en este momento, aún ganando, sería una muerte súbita para él y su gestión en la gobernación, acarrearía destitución, inhabilitación, cárcel o destierro. Por eso apuesta al consenso, que solo puede instrumentarse a última hora, razón suficiente para entender porque se retrasan las primarias. Las múltiples candidaturas como las de Andrés Velásquez, solo pretenden garantizar su pase a la gobernación, desafiando arriba para recoger abajo; y la variedad en ese campo es múltiple. El G4 por su lado, pretende como siempre, “sorprender” a los electores con hechos cumplidos, quedándose con la mayor proporción de la torta en el reguleo, preservado más sus privilegios grupales, que salir de Maduro; eso explica su parsimonia.

Esa es la pertinencia de nuestra propuesta desde Guayana. Hacer unas primarias abiertas lo más pronto posible. Sin excluidos, sin CNE, con observadores internacionales, que cada candidato tenga su representante, con doble vuelta. Para elegir un líder presidencial, una dirección política descentralizada con la fuerza legitimada de la proporcionalidad de sus votos, a nivel central, regional y local. Capaz de dar respuesta en tiempo real. Esta metodología es unitaria, representativa, da respuestas inmediata a las agendas ocultas y líquida las ofertas engañosas de manera transparente. Garantizando una continuidad política en la estrategia, poniendo énfasis en el objetivo superior y no en las pequeñeces humanas.

Un elemento constante a lo largo de la historia política de los pueblos en cualquier rincón del planeta son las agendas ocultas. Por lo general, todas persiguen propósitos subalternos a los intereses colectivos. En consecuencia, desde Guayana tenemos el interés superior de contribuir en la construcción de una alternativa que nos permita reponer la democracia, la libertad y la independencia en Venezuela. En este ejercicio exponemos algunas de esas agendas y cómo librarnos de ellas de cara a los escenarios electorales que están por venir. Partiendo del hecho irrebatible que el tema electoral es un instrumento coyuntural para promover los cambios, mientras que las fuerzas sociales en movimiento son transversales. Elecciones presidenciales, son coyunturales; los gremios y sindicatos en las calles son transversales. Lo electoral tiene fecha de vencimiento, lo movimental no.

Veamos, la agenda oculta de MADURO, consciente de ser minoría, tiene que maniobrar y confundir para mantener dividida la oposición y blindar sus elecciones haciéndose acompañar a última hora y por sorpresa de sus alcaldes y gobernadores para que estos le puedan aportar desde las regiones la suma del tubo. Como en la leyenda del Silbon, “no me dejen sólo”.

Mientras que en las fuerzas democráticas las variedades de agendas ocultas son más complejas y vario pintas, entre otras cosas, porque implican mayor diversidad heterogéneas. Exhibirlas nos pudiera servir de ayuda, en tanto y en cuanto alertemos a nuestros ciudadanos del propósito de cada una de ellas, evitando ofertas engañosa. Son como las etiquetas en los productos de consumo masivo, cuando indican sus ingredientes, valores nutricionales y fechas de vencimientos. Aprender a leerlas pudiera sernos de utilidad.

La de Maria Corina Machado, es allanar el camino para regresarnos al club de la inercia del abstencionismo. Simplemente porque está convencida que la única forma de salir del régimen es por la fuerza, descartando el camino electoral. Puede acompañar en la antesala, pero una vez que la inhabiliten o no le hagan los cambios pertinentes al CNE, simplemente regresa a su corral. Si se trata de Bernabe Gutierrez y su grupo, la idea es vender la especie que las primarias deben ser celebradas con el CNE, solo porque este le brinda las condiciones impuestas por Maduro. Como ven ya pasamos de un extremo al otro. Manuel Rosales necesita ganar tiempo, unas primarias celebradas en este momento, aún ganando, sería una muerte súbita para él y su gestión en la gobernación, acarrearía destitución, inhabilitación, cárcel o destierro. Por eso apuesta al consenso, que solo puede instrumentarse a última hora, razón suficiente para entender porque se retrasan las primarias. Las múltiples candidaturas como las de Andrés Velásquez, solo pretenden garantizar su pase a la gobernación, desafiando arriba para recoger abajo; y la variedad en ese campo es múltiple. El G4 por su lado, pretende como siempre, “sorprender” a los electores con hechos cumplidos, quedándose con la mayor proporción de la torta en el reguleo, preservado más sus privilegios grupales, que salir de Maduro; eso explica su parsimonia.

Esa es la pertinencia de nuestra propuesta desde Guayana. Hacer unas primarias abiertas lo más pronto posible. Sin excluidos, sin CNE, con observadores internacionales, que cada candidato tenga su representante, con doble vuelta. Para elegir un líder presidencial, una dirección política descentralizada con la fuerza legitimada de la proporcionalidad de sus votos, a nivel central, regional y local. Capaz de dar respuesta en tiempo real. Esta metodología es unitaria, representativa, da respuestas inmediata a las agendas ocultas y líquida las ofertas engañosas de manera transparente. Garantizando una continuidad política en la estrategia, poniendo énfasis en el objetivo superior y no en las pequeñeces humanas.