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Venezuela en el corazón. Por Claudio Zamora

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Escribo el último artículo del año 2021 para los medios que me dan el inmerecido honor de publicarlos, para desearles a todos mis amigos y consecuentes lectores un promisorio y positivo 2022, creo en la progresión de los avances, en la continuidad de los desarrollos, en los caprichos del destino y el sadismo de la suerte. Todo eso ligado produce resultados insospechados y veamos un poquito hacia atrás, rogamos por salir del 2020 que con su pandemia nos demostró que no son los arsenales nucleares de las grandes potencias quienes pueden acabar con la raza humana, entre los laboratorios y farmacéuticas lo pueden hacer sin grandes inversiones y sin celebrar tratados de No proliferación de virus mortales, llegamos con grandes expectativas a este año que termina 2021 en la seguridad que no podría, salvo una lluvia de meteoritos ser peor que el anterior y no nos equivocamos si bien no cumplió con las expectativas de los más exigentes, al menos con los programas de vacunación disminuimos en gran porcentaje las muertes por el virus, pero sabíamos que los laboratorios no se quedarían de brazos cruzados, después de haber hipotecado sus capitales para fabricar las vacunas salvadoras no podíamos de golpe y porrazo decirles ¡Ya muchachos, gracias por todo, erradicamos el virus mortal! Noooo, los depósitos de los grandes laboratorios están a reventar y la distribución de las vacunas apenas cubre un ínfimo porcentaje, primero inventaron la tercera dosis, luego la vacunación de niñ@s desde los dos años, luego hasta los recién nacidos, luego al feto y al final al espermatozoide en los testículos del padre, como no fueron muy receptivos con sus consejos y existe una gran porcentaje de personas Antivacunas, crearon unas pildoras que apenas se están distribuyendo, pero para estar más seguros y no correr ningún riesgo, crearon la mutación del virus y lo llamaron Omicron que no es más que la decimoquinta letra del alfabeto griego, la correspondiente a nuestra o del abecedario y la OMS decidió asignarle esa identificación junto con la variante Alfa y Delta para que dejáramos un rato tranquilos a los Chinos y desviáramos nuestra atención para la Acrópolis y El Partenón. Con esta variante las grandes corporaciones de medicamentos nos dicen que aun cuando tengamos nuestras decenas de dosis y los brazos como un colador, debemos ser inyectados con unas nuevas fórmulas, que son las mismas pero con diferentes etiquetas, que las anteriores son inocuas y que el virus se acabara en la medida que bajen los inventarios de vacunas y los gobiernos comprometan recursos para adquirirlas. Lejos de este problema global, en nuestra aldea llamada Venezuela tenemos el inmenso reto el año 2022 de expulsar al tirano en las mesas de votación, no serán elecciones para gobernar, donde aparece hasta el drogadicto de la esquina aspirando un cargo, será un referéndum revocatorio, plebiscito para quienes no están familiarizados con nuestra constitución, y tendremos la oportunidad de oro de desalojar del poder al personaje que continuo con la destrucción del país dejada por el difunto y la cual aceleró al ritmo de F1.

Tengo el mejor ánimo, la mejor disposición de seguir trabajando por una de las pocas mujeres a la que le he sido fiel hasta con el pensamiento, jamás he pensado en abandonarla, tampoco traicionarla, nunca hablo mal de ella ni permito que lo hagan, pese a tener otro pasaporte y facilidades para emigrar el sólo pensarlo me paraliza, quiero correr por las calles de mi Venezuela liberada, quiero abrazar a tantas personas que se encuentran lejos, quiero abrir una hallaca con mis afectos lejanos, quiero que se llenen los puestos vacíos en nuestras mesas, quiero gritar mi Gloria al Bravo Pueblo hasta quedar ronco y con lágrimas en los ojos en el país libre y bello que conocí en mi juventud, quiero abrazarme con tanta gente y celebrar cuando salgamos de esta pesadilla, que todo sea un mal recuerdo, que todo sea una enseñanza para la historia, Venezuela se puede sacar hasta de los libros, pero es imposible sacarla del corazón, que se los digo yo!!!. Feliz año a todos mis compatriotas que están en la tierrita y los que se encuentran lejos, el próximo año debemos echar el resto, sólo ustedes me entienden!! Con el mejor ánimo y la mayor voluntad, los quiero que jode!! Seguiremos conversando. [email protected]