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“Las navidades en Venezuela ya no son como antes”: Lo que cuesta vestir a los niños en este 2021

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MARACAIBO VENEZUELA 08/08/2015 ZULIA LA INRTENDENCIA DE MARACAIBO EN SU PRINCIPAL ENRIQUE PARRA REALIZO UN OPERATIVO EN LA AVENIDA EL MILAGRO ESTO CON MOTIVO DE REUBICAR A LOS VENDEDORES INFORMALES DEL MERCADOS DE LOS COROTOS QUE INVADIERON LA ACERA

Con un salario mínimo que apenas llega a los tres dólares mensuales, miles de venezolanos consideran que lo poco que perciben no es suficiente para comprar ropa nueva a sus familias en esta navidad.

Juan López, un obrero de 62 años recuerda con nostalgia cuando la empresa para la que trabajaba le daba sus aguinaldos navideños, se emocionaba porque “sabía que con ello vestía y compraba ropa nueva y juguetes a sus hijos”.

Para López la realidad actual es otra. Desde hace varios años no ha vuelto a repetir la hazaña de vestir todos los días de festividades decembrinas a sus hijos. Su sueldo no da para ello.

“Las navidades en Venezuela ya no son como antes, ahora para poder vestir a mis tres hijos necesito entre 400 y 500 dólares y eso sólo es un estimado. Lo triste es que con un sueldo como el mío, si acaso puedo comprarles una camisa nueva”.

Los roperos, ventas de garaje y los trueques de prendas en internet se han hecho comunes en los hogares venezolanos, convirtiéndose, en medio de la hiperinflación venezolana, en una nueva tradición.

Los clientes buscan en los comercios las mejores ofertas FOTO: Joiseny Morales

“La inflación nos está comiendo, todo supera al salario actual. La mayoría de las familias en estas navidades no van a estrenar nada, es triste y lamentable, pero es así”, concluyó el obrero.

La ropa y sus precios

Con un país en medio de una dolarización camuflada, porque el bolívar sigue siendo la moneda oficial, Noticia y Punto salió a visitar los principales mercados que ofrecen ropa nueva y usada para conocer las opciones que los zulianos tienen para vestir a sus familias en estas navidades y días festivos.

Buhoneros en las aceras y toldos en los frentes de los locales abundan en una vía repleta de gente en busca de las mejores ofertas.

Nadie publica sus precios en bolívares. Aunque los clientes pueden pagar en moneda nacional, la cotización, la marca, el dólar.

Los precios se exhiben en dólares

Vestidos, jeans, camisas, franelas, conjuntos, zapatos y sandalias llenan las vitrinas de los comercios. Todos a la vista de los clientes que buscan resolver por lo menos una mudita para sus muchachos.

William Santiago, un electricista de 55 años asegura que muchas familias vestirán a sus hijos solamente el 24 de diciembre, porque no les alcanza para más.

“Eso era antes que podía vestir a mis hijos el 24, el 25, el 31 y el 1 de enero, era una época de esperanza, pero ahora es muy difícil, tengo 5  muchachos y lo poco que gano no me da para hacer eso este año”.

Vestir a un niño puede costar entre 80 y 100 dólares. Los precios de los jeans oscilan entre los 15 y 20 billetes verdes. Las camisas y franelas también pueden costar lo mismo. Mientras que un par de zapatos, de marca poco conocida puede costar hasta 25 dólares, eso sin contar la ropa interior, medias y otros accesorios.

Por otro lado vestir a una niña suele ser un poco más costoso. Un vestido puede costar entre los 30 y los 50 dólares. Sin embargo los conjuntos más sencillos pueden ser un resuelve para muchos que no cuentan con suficientes recursos y se pueden encontrar entre los 8 y los 15 dólares.

Mercados en San Francisco se convirtieron en réplicas de Las Playitas, Los plataneros y el Callejón de los pobres FOTO: Joiseny Morales

Las sandalias, zapaticos y medias para niñas pueden costar entre los 20 y los 25 dólares, eso sin incluir las moñeras, cintillos, lazos y pulseras.

Indudablemente, la tradición puede vaciar el bolsillo de una familia. Muchos prefieren abstenerse de prioridades en sus casas para ofrecerles a sus hijos su ropita nueva en navidad. Otros “en silencio” buscan opciones de ropita usada “como nueva” para no perder la tradición.

A pesar de que la economía en Venezuela sigue siendo cambiante y que, indiscutiblemente, el salario mínimo no alcanza para nada, los venezolanos prefieren, cueste lo que cueste, seguir con la tradición de siempre. Ha quedado claro que lo más importante es disfrutar de las navidades en familia y recibir el año nuevo con felicidad. Así somos los venezolanos.

Joiseny Morales / Noticia y Punto