Por Mariana Souquett Gil

La Organización Panamericana de la Salud (OPS) instó a las familias, autoridades, profesores, sistemas locales de salud y estudiantes a que adopten y mantengan las medidas de cuidado y prevención necesarias para que las escuelas puedan permanecer abiertas aunque surjan casos de COVID-19.

Ciro Ugarte, director de Emergencias en Salud de la OPS, destacó este 10 de noviembre que era esperado que al reiniciar las clases presenciales detectaran casos de COVID-19 si existe transmisión activa en las comunidades de las escuelas y universidades, por lo cual recordó las medidas ya recomendadas por la organización. 

Destacó que es imprescindible que las escuelas adapten sus espacios físicos y su ventilación, que alternen las horas de recreo de los estudiantes y que exijan el uso de las mascarillas mientras se dan las clases. 

«El reinicio de clases escolares es un paso fundamental para reactivar las actividades de las comunidades y, en ese sentido, detectar rápidamente los casos y poder reducir la transmisión comunitaria como consecuencia es una de las recomendaciones más importantes, luego de las medidas ya mencionadas en los centros educativos», indicó en la conferencia de prensa semanal de la OPS.

Comunicarse con familias

La siguiente recomendación es comunicar oportunamente a las familias y los responsables del cuidado de los niños, niñas y adolescentes en los salones donde hayan detectado casos para que se tomen precauciones adicionales.

Explicó que si en un aula se detectan casos, los niños deberían entrar en cuarentena, y su entorno debe hacer seguimiento de los síntomas para luego poder garantizar un retornar oportuno a clases.data:image/gif;base64,R0lGODlhAQABAAAAACH5BAEKAAEALAAAAAABAAEAAAICTAEAOw==

«Se requiere que los sistemas locales de salud, que son los que van a tener información mucho más detallada y más precisa, y los mismos colegios tomen esas medidas. Y tenemos información de que así se está haciendo. De tal manera que si los colegios, las escuelas, los profesores o los estudiantes toman esto seriamente, es muy probable que a pesar que continúe la trasmisión en la comunidad, el número de casos en las escuelas disminuya y no tengamos que revertir a cerrar las escuelas«, destacó. 

Igualmente resaltó la importancia de vacunar a todas las personas en riesgo de desarrollar COVID-19 grave que vivan en el mismo entorno de los niños y niñas que regresan a las escuelas.

«Eso pasó al inicio de la pandemia y podría seguir pasando. Los cuidados en las escuelas son un elemento fundamental y la información oportuna, clara y rápida al personal educativo pero también a las familias es fundamental en este caso», dijo.

Vacunación pediátrica bajo revisión

La directora de la OPS, Carissa F. Etienne, informó que, hasta la fecha, el Grupo de Expertos de Asesoramiento Estratégico (Sage) sobre inmunización aún no ha recomendado a la Organización Mundial de la Salud (OMS) la vacunación para niños. 

Jarbas Barbosa, subdirector de la OPS, señaló que la OMS solo ha respaldado el uso de la vacuna de Pfizer/BioNTech a mayores de 12 años, pero la OMS aún no ha recibido solicitud de esa farmacéutica para la aprobación de la vacunación a menores de 12 años. 

«Para la vacuna de Moderna está pendiente la aprobación para adolescentes de 12 a 15 años. La OMS está revisando la solicitud y también está revisando dos solicitudes de uso de vacunas en niños y adolescentes, una de Sinovac y otra de Sinopharm para niños y adolescentes de 3 a 17 años. Eso está todavía en revisión», dijo. 

Destacó que se espera que la OMS pueda tomar alguna decisión en un par de semanas, «pero hoy no hay». Señaló que el uso de una vacuna es una decisión de cada país basado en sus autoridades reguladoras.

Sin embargo, la doctora Carissa Etienne sí llamó a redoblar los esfuerzos por mantener la vacunación rutinaria a través del Programa Ampliado de Inmunizaciones (PAI) en las Américas, pues afirmó que se han notificado «retrasos importantes» en la vacunación sistemática, la vigilancia y su desempeño.

«La caída en las tasas de cobertura vacunal junto con una flexibilización de las medidas de salud pública llevará de manera previsible un aumento de muchas enfermedades vacunoprevenibles como el sarampión, la gripe, la tos ferina o el tétanos», destacó 

Efecto Cocuyo