Cuando maldigo de la comunidad internacional, de los organismos multilaterales, de los grupos de apoyo y de tantos charlatanes que se rasgan las vestiduras utilizando lo que se ha dado en llamar “la tragedia venezolana” sólo para ganar lectores o esos apoyos mediáticos por los que hay personas que son capaces de violar al loro que tienen de mascota y publicarlo en un tik tok con tal de obtener miles de likes y entrar en el olimpo de los influencer que ganan millones por ser los más vistos de las plataformas. Desde Miami establecieron su base de operaciones a copia de los cubanos una camada de periodistas, escritores, artistas y opinadores de oficio que si los valoráramos por su virulencia ya hubiesen tumbado el gobierno de Maduro y su pandilla, la mayoría se atreve a darnos consejos de cómo debemos hacer para derrocar el gobierno, sus videos para ellos son arengas de Generales de Infantería sobre un tanque Panzer y para nosotros parodias desde la comodidad de un piso de clase alta con vista a la bahía Vizcaína. Me provoca urticaria ver a Franklin Virguez con su reloj de cuerda tic toc y su cara de arrebatado con yerba mojada, Orlando Urdaneta y sus vulgaridades o la versión seudo opositora de la fea Delcy en la otra fea de Patricia Poleo. Ninguno tiene moral para dar indicaciones de cómo afrontar la dictadura si se encuentran disfrutando las mieles del exilio, porque seguro estoy de ninguno de estos pajuos están vendiendo caramelos en un semáforo o repartiendo pizzas en una bicicleta, tampoco están aquí en Venezuela recogiendo agua en un balde para bañarse, haciendo colas de días para equipar 20 litros de gasolina o echándose brisa con un cartón para aliviar el calor en los cortes de luz que pueden durar días. Los únicos con verdadera moral se encuentran en los miles de compatriotas que estan regados por el mundo, aguantando el karma que significa ser un inmigrante Venezolano y luchando cada día para llenarle el plato a sus hijos o los héroes que viven aún en Venezuela soportando más penurias y carajazos que el calvario de Jesús. Aquí seguimos confiando en los milagros y en la máxima que no puede triunfar el mal sobre el bien, al menos esos nos enseñaron y esta semana está marcada por dos acontecimientos malos para el gobierno, el primero la muerte en cautiverio del General Baduel, uno de los más antiguos presos políticos, sin entrar en calificaciones y respetando a los difuntos, debemos señalar que en momentos en los cuales se procesa a los representantes del gobierno por crímenes de lesa humanidad, esa muerte es un argumento más para una futura condena por dichos motivos, si hasta la Convención de Ginebra establece derechos para los presos de guerra con mayor razón deben respetarse la de los presos de conciencia que no han atacado violentamente el sistema, el gobierno no sabe cómo defenderse de esa muerte y la atribuyó a la pandemia en la voz de un vocero que genera la misma credibilidad que JLO cantando y prometiendo que “no se vuelve a enamorar”, un grueso clavo para la urna; el segundo y más fuerte es la ejecución de la extradición del principal testaferro del gobierno Alex Saab que ya debe estar en Florida haciendo gárgaras de miel y limón para afinar la voz y cantar todo lo que sabe de los turbios negocios de los enchufados del alto gobierno, por más que juró durante el proceso mantenerse fiel al gobierno, cuando el Fiscal de Distrito le explique la diferencia de años en la condena si decide colaborar a quedarse callado, les aseguro que Placido Domingo quedara como un rapero del Metro ante este personaje. Otro clavo más para esa urna, sólo roguemos que la CPI, OEA, ONU y compañía no miren para otro lado esperando develar campos de exterminio como en Auschwitz para convencerse de lo cruel de esta dictadura. Seguiremos conversando. [email protected]