El economista José Luis alcocer explica que según el Observatorio Venezolano de Finanzas (OVF), en uno de sus informes expuso que la actividad económica tuvo en el primer semestre de 2021 una contracción de 28%, así la economía venezolana acumuló 25 trimestres consecutivos de caída, lo cual significa que son 75 meses, equivalente a seis años y 3 tres meses, tiempo en el que no se hablaba de bloqueo ni sanciones. Además, esto se traduce en la pérdida de más de 80% del valor del Producto Interno Bruto (PIB), respecto al valor alcanzado en 2012.
Por otra parte, la encuesta Encovi, presentó la versión más dramática del escenario venezolano al afirmar que en Venezuela 7.600.000 personas trabajan; mientras que 8 millones trabajarían si tuvieran la oportunidad. Eso es, en términos sencillos un 50% de inactividad. La mitad de la población económicamente activa sobreviviendo sin obtener ingresos formales. Causa suficiente para tener un 94,5 % de pobreza y la cifra de 76,6% de pobreza extrema. Por otra parte, en los estudios e investigaciones del FMI aparece que desde 2013 Venezuela ha perdido el 83.5% del tamaño de su economía, por lo que el país pasó de tener 258 mil 993 millones de dólares de su PIB a tener en el 2020 tan solo 42 mil 530 millones de dólares. Ningún estudio de los organismos internacionales augura crecimiento de la economía venezolana ni para cerrar el año 2021, ni para el 2022. Así que cualquier anuncio gubernamental sobre superar la contracción al corto o mediano plazo no tiene sustento científico real, cualquier cifra que pretenda reflejar lo contrario no tendría base para convencer.
Las mejores economistas del país, que son las amas de casa, fácilmente podrían llegar a conclusiones interesantes sobre el crecimiento económico, basta que coloquen para el análisis, la falta de combustible, gasolina y gasoil, la generación de empleo formal, el deterioro de los servicios públicos y la seguridad alimentaria. Y la conclusión para salir de la crisis, es sin duda un cambio radical del modelo social, político y económico. Estamos obligados a ir hacia una economía de mercado, lo contrario, es seguir hacia un pueblo de esclavos, dependientes de una bolsa de comida repartida por la “magnanimidad” del régimen.
Con información de nota de prensa