Mariana Sofía Garcia @sofiggarcia y Jhoalys Siverio @jhoalys

Bolívar es el estado que por años lidera los casos de contagios y muertes por Malaria en Venezuela. La investigadora María Eugenia Grillet explicó que la malaria ha proliferado en los últimos años ante el incremento de la actividad minera que disminuye la cobertura vegetal; es decir, aumenta la deforestación y, con ello, aumentan los cuerpos de agua que sirven de reservorio.

Caracas. Por primera vez en la historia se demostró que una vacuna ayuda a prevenir la malaria en la población infantil africana. A pesar de este gran paso, producto de décadas de inversión e investigación, expertos consideran que no será una herramienta relevante en el control de esta enfermedad en Venezuela, que representa un problema de salud pública muy importante por el alza de casos y muertes, en especial, al sur del país.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomendó el pasado 6 de octubre la administración generalizada de la vacuna RTS,S a la población infantil de África Subsahariana y de otras regiones donde la transmisión de Plasmodium falciparum —la más mortal de los cinco patógenos de la malaria— es moderada o alta.

Esto fue calificado por el doctor Tedros Adhanom Ghebreyesus, director de la OMS, como un momento histórico al ser la primera vacuna antipalúdica infantil y representa un gran salto de la ciencia, teniendo en cuenta que la malaria continúa siendo la primera causa de enfermedad y muerte infantiles en el África Subsahariana y, cada año, se lleva la vida de más de 260.000 niños menores de 5 años.

Según detalló la OMS en nota de prensa, han observado una disminución (30 %) de los casos graves y mortales luego de la aplicación de 2,3 millones de dosis en tres países africanos. Debido a que su eficacia aún es relativamente baja, detallan que debe usarse con medidas de prevención y diagnóstico.

Juan Carlos Gabaldón, médico parasitólogo e investigador de enfermedades infecciosas de la Clínica Universidad de Navarra, en España, explicó a Crónica.Uno que, en principio, es pequeño el impacto directo que la aprobación de la vacuna puede tener en Venezuela. Y citó tres motivos:

  • Es una vacuna hecha con una proteína de Plasmodium falciparum, que es la especie más letal y causa el 98 % de los casos en África, pero poco menos del 20 % en América Latina. La vacuna se ha probado siempre en contextos africanos, y la variabilidad genética del parásito es algo que podría hacer que no funcione necesariamente igual contra cepas de otros continentes, argumentó y enfatizó que, en Venezuela, el principal agente causal de malaria es Plasmodium vivax.
  • No hay estudios que hayan evaluado la efectividad de la vacuna ante cepas de P. falciparum latinoamericanas y, dada la alta variabilidad genética del parásito, es posible que la efectividad contra estas últimas sea menor que contra las africanas.
  • Incluso si la vacuna funcionará igual de bien, los niveles de transmisión en Venezuela y el resto de Latinoamérica son mucho más bajos que los de África. Eso quiere decir que los beneficios de la vacuna a una escala comunitaria probablemente serían demasiado bajos como para justificar su aplicación, mencionó Gabaldón.

Para Gabaldón, el desarrollo de la vacuna es una noticia “tremendamente buena”, sobre todo porque pone de manifiesto que es posible desarrollar vacunas contra enfermedades parasitarias humanas, algo que es el producto de décadas de inversión e investigación y porque acerca al mundo a un escenario de eliminación de la enfermedad.

Pero probablemente no vaya a ser una herramienta particularmente relevante en el control de la enfermedad en América Latina”, manifestó.

La bióloga María Eugenia Grillet, Ph.D en Ecología y profesora investigadora en el Instituto de Zoología y Ecología Tropical de la Facultad de Ciencias de la Universidad Central de Venezuela (UCV), coincidió con el doctor Gabaldón sobre el efecto que podría tener esta vacuna en Venezuela.

El anuncio de esta vacuna no va a tener impacto ni en Venezuela, ni en Latinoamérica. Es una vacuna específica para un problema particular del continente africano”, aclaró la experta a Crónica.Uno.

LIVE: Media briefing with @DrTedros on #malaria vaccine recommendations. #EndMalaria https://t.co/c5OjRTRPlK

— World Health Organization (WHO) (@WHO) October 6, 2021

“El punto más caliente de América Latina”

En el último informe de la OMS sobre la situación de la malaria en el mundo entre los años 2000 y 2019 —publicado en diciembre de 2020— detalla que en las Américas, los casos se redujeron en un 40 %, pasando de 1,5 millones a 0,9 millones.

No obstante, el progreso de la región se ha visto afectado por el importante aumento de la malaria en Venezuela, que registró alrededor de 35.000 casos en el año 2000 y llegó a más de 467.000 en 2019. Lo mismo ocurrió con las muertes por esta enfermedad en las Américas. Aunque se redujeron en un 39 %, más del 70 % de los decesos reportados en la región sucedieron en Venezuela.

El país ha tenido un largo camino en el combate contra la malaria. Por ejemplo, en el siglo XX se produjeron buenas respuestas que permitieron eliminar la transmisión continua de la enfermedad en un área superior a 460.397 Km2 del territorio nacional. La realidad cambió con el abandono de las campañas sanitarias para el control de vectores, así como la disminución en la agenda sanitaria para crear programas y estrategias de salud con recursos financieros, técnicos y humanos.

Bolívar es el estado que por años lidera los casos de contagios y muertes por malaria en Venezuela. Grillet explicó que la malaria ha proliferado en los últimos años ante el incremento de la actividad minera que disminuye la cobertura vegetal; es decir, aumenta la deforestación y, con ello, aumentan los cuerpos de agua que sirven de reservorio para los mosquitos.

A principios de año, Grillet encabezó la lista de autores que llevaron a cabo un estudio titulado “Malaria en el sur de Venezuela: el punto más caliente de América Latina”, que partió de que la eliminación de la enfermedad se está convirtiendo en un objetivo difícil de alcanzar y cómo las actividades ilegales de extracción de oro parecen impulsar la malaria, pese a los grandes avances de la región.

Foto: Cortesía Germán Dam

Más allá de los datos reportados por la OMS, el Ministerio de Salud venezolano no presenta informes con el avance de esta enfermedad en el país desde 2016. El 6 de septiembre de 2021, el Ministerio de Salud informó que en Bolívar disminuyó en 54 % los casos de malaria. El reporte agregó que se redujeron en 97 % las muertes por paludismo, y en 92 % las muertes maternas por esta misma enfermedad. Sin embargo, no se precisa la cantidad de casos registrados hasta entonces. Crónica.Uno consultó al respecto al presidente del Instituto de Salud Pública (ISP) en el estado, Franklin Franchi, pero no hubo respuesta.

Las estadísticas de las que se tiene información en la entidad son de la Oficina de Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA), en cuyo informe de este año se indicó que hasta la semana epidemiológica 33 (del 3 de enero al 21 de agosto de 2021) hubo 52.273 casos de malaria solo en el estado Bolívar. Los tres municipios con mayor incidencia son: Sifontes, con 15.689 casos (27,8 %); Bolivariano Angostura, con 8.608 reportes (15,3 %); y Sucre, con 7.993 contagios (14,2 %).

Malaria en inundaciones

Con la temporada de lluvias y las inundaciones que se registraron en Bolívar durante agosto, hubo reportes de enfermedades, desde diarreas, vómitos, erupciones en la piel, asma, cuadro gripales, hasta paludismo. Habitantes del sector Campo Rojo, en San Félix, fueron parte de los que reportaron un brote.

A este sector vinieron a traer como cuatro mosquiteros para dárselos a las familias de las casas que se inundaron, pero ellos se fueron a resguardar a otro lado y los demás seguimos aquí. A nosotros no nos dieron nada de atención porque decían que no somos vulnerables. Todas las noches luchamos contra los mosquitos. Varios vecinos se enfermaron de paludismo y ellos mismos cubrieron los gastos, denunció uno de los vecinos.

A mediados de 2020, en pleno repunte de contagios de COVID-19, Jesús Cordero regresó de trabajar en un asentamiento campesino en La Paragua. A los pocos días comenzó con malestares que le hacían sospechar que podía ser coronavirus, pero otras molestias lo hacían dudar de si era dengue, zika, chikungunya o paludismo.

“No tenía síntomas de gripe, pero me daba una fiebre altísima, escalofríos y dolores en el cuerpo que casi no podía mover. Tardé en ir al médico por miedo a que me aislaran en un hospital. Cuando fui al módulo, me examinaron y me hicieron la prueba de paludismo. Era eso”, relató.

El tratamiento

El acceso a medicamentos para la malaria también ha sido difícil para los habitantes del estado Bolívar. La cloroquina y la primaquina escaseaban en los módulos de salud de Bolívar entre 2017 y 2018. Afuera se concentraban decenas de personas esperando por medicamentos.

Yo fui una de las que enfermé en 2018. Pensé que me iba a morir porque me dio tres veces en un mismo año, y la última vez que fui al módulo Las Manoas, en San Félix, me desmayé en el estacionamiento”, contó Keyla Pallare.

Para ese tiempo, en medio del desabastecimiento de medicinas, los pacientes solían recibir apenas tres pastillas de cloroquina, cuando normalmente el tratamiento era de 10 días. Además, no contaban con primaquina, esencial para el paludismo de tipo falciparum o mixto, por lo que el vector no se elimina por completo de la sangre.

¿Qué pasaba? Te daban tres pastillas de cloroquina y después de esos tres días es que tenías que ir a buscar otras tres hasta completar, antes no te las daban. Entonces cuando ibas a buscar las otras dosis, ya no había y pasaron varios días. Nunca cumplías bien con el tratamiento, agregó Pallare.

Actualmente, pacientes reconocen que ha mejorado el acceso a los medicamentos en los módulos de salud. Aunque permanece limitado, ya que suelen atender a un determinado número de personas por día.

Grillet detalló que el país ha recibido  un financiamiento en lo que va de 2021 —como parte de la ayuda humanitaria— que tendría la intensión de recuperar el programa de control de malaria, por lo que urgió a que esto ocurra para procurar dar diagnósticos oportunos, medicamentos y actividades de control.

Crónica Uno