La minoría debe ser respetada, pero que no pretenda imponerse sobre la mayoría

En estos días vimos por redes sociales como varios exdiputados a la asamblea de 2015, entre los que no se encuentra Juan Guaido, compartían un documento que firmaban rechazando el venidero evento electoral del 21 de noviembre de éste año 2021, por distintos motivos que allí esgrimen los firmantes.

Hagamos pues un sencillo ejercicio matemático, para poner en su justa medida o en sus verdaderas proporciones, la representatividad legislativa del mencionado comunicado.

Son 23 los exdiputados firmantes entre principales y suplentes, de un total de 224 diputados que  resultaron electos en 2015 por el factor de la Unidad, lo que significa que no sólo que el 10.26% de los representantes de la Asamblea están en contra del proceso electoral, sino que el 89,73% de los exdiputados no convalidó ese documento, evidenciando que si apoyan el proceso electoral del 21 de noviembre.

En el caso específico del estado Bolívar resultaron electos 13 diputados opositores, de los cuales un principal en la persona de José Prat y un suplente en el caso de Tony Geara, son los únicos firmantes del comunicado abstencionista, lo que representa un 15,38% de los exdiputados electos por los factores democráticos en nuestra tierra.

De esa misma generación de 2015, tenemos  a 5 exdiputados que si creen en el camino electoral, y han asumido candidaturas tanto a gobernación, como a alcaldías y diputaciones al CLEB, lo que representa un 38.46% que ésta participando activamente, además de otros que apoyan desde otras áreas de competencia política y electoral, para un altísimo porcentaje de acompañamiento al proceso de cara al 21 de noviembre.

Entre los firmantes hay varios exdiputados que se fueron de país, por lo cual no pueden participar en el proceso, varios diputados suplentes, y otros que pertenecen a toldas políticas que han estado en contra de los procesos electorales desde hace ya más de un lustro como el caso de Vente de la dirigente opositora María Corina Machado.

Es un acto deleznable de algunas organizaciones, que  fueron parte de un proceso de discusiones para integrar una maqueta electoral, y por el hecho que no lograron obtener los espacios políticos aspirados, decidan no participar, para luego salir a torpedear el proceso del cual sí quisieron ser parte.

En política es válido ser pragmáticos, pero a veces es más importante la coherencia, y sobre todo evitar que la vehemencia trascienda a sectarismos que poco ayudan a la recuperación de los espacios democráticos para ponerlos al servicio de nuestros ciudadanos que tanto reclaman atención.

José R. Orta B.