En las últimas semanas, Nicolás Maduro se ha referido en al menos dos oportunidades a los “enchufados”, a quienes ahora declaró una guerra que evitó por más de una década.
Crónica Uno
Caracas. Hace más de 10 años, el dos veces candidato a la presidencia Henrique Capriles introdujo un nuevo término en la política de Venezuela: llamó “enchufados” al grupo de dirigentes y empresarios que se arrimaron al gobierno chavista para enriquecerse muy rápidamente y de forma ilícita.
Y aunque la definición despertó entonces las inmediatas burlas del chavismo, incluidas las de Nicolás Maduro, el término acabó por popularizarse para denunciar a viva voz la corrupción en Venezuela.
Fue la época en la que, en medio de la rampante escasez que asolaba a los venezolanos, apareció un grupo que exhibía sin vergüenza una riqueza que contrastaba con las penurias de la mayoría.
Ahora, es el propio Maduro quien sale a denunciar a los “enchufados”, a quienes promete la guerra en medio de la precariedad económica que no cesa en Venezuela y del nuevo capítulo de la crisis política del país, que se abrió tras las cuestionadas elecciones del 28 de julio pasado.
“¿Qué es un enchufado? Un corrupto, un degenerado, alguien que se ha aprovechado del poder que le ha dado la revolución para beneficiarse en lo personal, para traicionar al pueblo. Esa batalla no la abandono, estoy comprometido con la lucha contra los infiltrados, contra la corrupción, contra los enchufados, esté donde esté, del color que sea”, dijo recientemente el mandatario.
Pero ¿Tendrá éxito Maduro en su lucha contra los “enchufados”?
Opacidad gubernamental
Según expertos, la opacidad en el manejo de las finanzas públicas es el principal motor de la corrupción y el caldo de cultivo para el nacimiento de los “enchufados” que ahora Maduro desea combatir.
En Venezuela debe haber transparencia y la posibilidad de que los empleados públicos rindan cuentas, porque uno de los elementos de la corrupción es la ausencia de transparencia”, dijo a Crónica Uno el economista Hermes Pérez.
Para ello, en Venezuela deben hacerse públicos los datos económicos desglosados. Todos, desde el presupuesto de la nación, pasando por los datos de la recaudación tributaria hasta los informes del desempeño de las empresas públicas.
“El Gobierno venezolano no rinde cuentas de cuánto gasta desde 2009, no hay datos”, explicó Pérez. “No sabes cuánto se gastó en educación, salud o seguridad, no hay idea de los porcentajes, no se sabe nada desde hace 15 años”, prosiguió.
En este sentido, instó al chavismo a aplicar la transparencia en las finanzas públicas como el primer paso para combatir la corrupción, tal y como ocurre en las democracias de Occidente, puesto que así se pueden establecer responsabilidades en el uso y ejecución de los recursos.
“Si vas a combatir la corrupción, pero no publicas los datos, básicamente es pura retórica”, dijo.
La caída de PDVSA, un caso emblemático
La opacidad en las cuentas del Estado también alcanzan a la petrolera PDVSA, que pese a su mal momento sigue reportando al menos el 70 % de los ingresos en divisas de Venezuela.
“El informe de PDVSA no se publica desde 2016”, dijo Pérez al respecto. “El último tiene 11 páginas donde los auditores publicaron irregularidades”, añadió.
Esta falta de datos sobre el desempeño de PDVSA coincide con la crisis propia de la compañía, que navega en aguas turbulentas luego de las sanciones de Estados Unidos a la industria petrolera de Venezuela.
Por este hecho, el gobierno de Maduro ‘trabaja en silencio’ para colocar el crudo venezolano en el mercado internacional. Pero este mismo ‘silencio’ ha servido para el saqueo de PDVSA desde los más altos niveles”.
A finales de marzo de 2023, el antiguo presidente de la estatal, Tareck El Aissami, dejó su cargo tras el inicio de una investigación por corrupción y solo meses después de que respaldara en público la estrategia gubernamental para colocar el petróleo venezolano en el mercado internacional a espaldas de los canales regulares.
También fueron a prisión antiguos colaboradores de El Aissami y se les incautaron millones de dólares en propiedades.
”Yo he recibido puñaladas por la espalda de gente que estuvo cerca de mí, que les di toda la confianza, pero (las heridas) ya han sanado”, dijo Maduro hace días en lo que pareció una referencia a los “enchufados” en PDVSA.
Síntomas de “alta corrupción”
El fenómeno de los “enchufados” es, al mismo tiempo, un síntoma de la alta corrupción que atraviesa Venezuela, dijo a Crónica Uno el responsable sindical de un partido político opositor, quien declaró bajo condición de anonimato para evitar posibles represalias. Lamentó que Maduro hable del fenómeno de la corrupción como si acabara de surgir.
“La corrupción ha tomado tales niveles que ya ellos mismos la denuncian. En Venezuela no es que no hay dinero, es que el dinero se va en esos ‘enchufados’ por eso la crisis”.
“Esa corrupción quita el derecho a tener una pensión decente, quita el derecho, inclusive, hasta a que la empresa privada pueda funcionar. Es un mal general que va contaminando todos los aspectos sociales”, insistió.
En este sentido, el político coincidió con Pérez y llamó al chavismo a garantizar la transparencia en el manejo de las finanzas públicas, porque quien “permite” los desmanes de los “enchufados” es igual de responsable de la corrupción, aseguró.
