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12 años buscando imagen diferente: Maduro mira hacia los ojos de Chávez para conquistar votos 

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Analistas consideran que luego de querer deslastrarse de la figura de su antecesor y padre político, el madurismo apela a la nostalgia chavista con el objetivo de subir en las encuestas    

Anuncio de elecciones el 5 de marzo, fecha en la que falleció Hugo Chávez, comicios presidenciales el 28 de julio, natalicio de Chávez, inicio de campaña en 70 ciudades para conmemorar los años que estaría cumpliendo el fallecido presidente de Venezuela y hasta una foto de Maduro bajo la lluvia similar a la del último meeting de Chávez en la avenida Bolívar de Caracas. Toda una movida alrededor del llamado padre de la revolución bolivariana en esta campaña con miras al 28 de julio; el que tenga ojos que vea.

Aunque en algún momento Nicolás Maduro quiso deslastrarse de la figura de su predecesor y quitó el emblema de los ojos de Chávez de oficinas públicas, el candidato del Partido Socialista Unido de Venezuela (Psuv) ha echado mano nuevamente de su padre político en esta carrera comicial. 

En un recorrido por la renombrada autopista capitalina Francisco Fajardo se puede percibir una pequeña imagen de Chávez en las vallas del candidato psuvista. Ya no ocupa el espacio que solía en 2013, pero la figura del comandante sigue estando presente, como si en el partido de gobierno apelaran al eslogan: “En caso de emergencia, usa a Chávez”.

“En esta fase de la campaña lo que intentan es apalancarse en la figura de Chávez para recuperar a las bases pérdidas y por eso ponen la fecha de la elección ese día, se están subiendo en los hombros de Chávez, eso lo que quiere decir es que la estrategia de un liderazgo propio de Maduro fracasó”, dijo Carmen Beatriz Fernández, especialista en campañas políticas

Para Benigno Alarcón, director del Centro de Estudios Políticos de la Universidad Católica Andrés Bello (Ucab), Maduro nunca ha gozado de un liderazgo similar al de su predecesor. 

“Sin lugar a dudas, Maduro está hurgando en el liderazgo que tenía Chávez, por algo se llama chavismo, está recurriendo a la añoranza y a la lealtad, sabe que la identidad no es con él y por eso no le ha ido bien en la campaña”.

La exdiputada de la Asamblea Nacional, Marialbert Barrios, sostuvo que la estrategia de Maduro no es nueva.

“Maduro siempre ha tenido que apelar a la figura de Chávez y eso es parte del Psuv; parte del sostenimiento de este gobierno viene de la conexión simbólica que tienen con alguien que ha sido un icono de unión de quienes aún creen en el socialismo del siglo XXI. El oficialismo siempre seguirá haciendo uso de la figura de Chávez porque hay que reconocer que Chávez logró despertar un sentimiento que marcó un hito en la historia del país, el hecho es que también la gente olvida y hay que seguir adelante y no sé hasta qué punto Maduro pueda ser un verdadero representante del legado de Chávez”.

Una década buscando imagen diferente a Chávez

Para Fernández, la creación de “Super Bigote”, entre otras cosas, ha sido un intento de Maduro por convertirse en una persona afable, cercana y jovial: “En los últimos años ha tratado de crearse una imagen distintiva y un liderazgo propio, por eso borraron los ojitos de Chávez de todo el mobiliario gubernamental”. 

Barrios consideró lógico que en algún momento Maduro haya querido deslastrarse de la figura de Chávez.

“Porque para el ejercicio político la imagen personal es un activo, pero en esta campaña ha quedado claro que no ha podido despegar por sí solo, este gobierno es responsable del deterioro del país y el descontento popular es evidente”, argumentó. 

A juicio de Alarcón, el problema de Maduro es que su capacidad de liderazgo es pobre: “No le dio resultado deslastrarse de la figura de Chávez y por eso vuelve a ella. Maduro por sí solo tiene un 9% de respaldo y en el mejor de los casos podría alcanzar el 30%”.

Fernández acotó que a esta elección el chavismo llega con unos mínimos históricos en popularidad.

“Las encuestas ubican a Maduro con unos niveles de aprobación entre 12% y 16%, eso ocurre en paralelo a que el chavismo actualmente tiene más aprobación que Maduro, es decir, una de cada 4 personas todavía aprueba la figura de Chávez”, señaló. 

Campaña sin promesas

Para Alarcón el chavismo se quedó sin propuestas, su principal promesa es mantener el status quo.

“La gente se agotó del chavismo, dejó de creer en él y están pendientes de recuperar la democracia”.

Barrios dijo no tener clara la principal oferta del chavismo en esta campaña.

“Ellos siempre apelan a la existencia de un enemigo exterior que no permite que hagan su trabajo. Lo cierto es que a través de las redes sociales y el uso de los recursos del Estado, Maduro ha querido hablarle a la juventud y a los sectores populares, pero esto no ha tenido un efecto real, hay mucha desilusión en las filas del chavismo y eso no se resuelve haciendo motopiruetas”, opinó.

Fernández, por su parte, expuso que a diferencia de otras campañas chavistas, en esta la falta de recursos es evidente: “Antes ofrecían línea blanca, ahora lo que ofrecen son rifas para ganar línea blanca”.

Según Barrios, pese a contar con más recursos que la oposición democrática, el gobierno -hasta ahora- no ha tenido un desempeño de campaña acertado.

“Esta estrategia de Maduro que quiere conectar con la juventud y hacerse ver como alguien aguerrido en contraposición con alguien más sopesado como Edmundo González Urrutia no va a marcar la diferencia con la tendencia de la elección porque la intención de voto del país es clara”. 

Fernández sentenció que la estrategia de hostigamiento y persecución a la disidencia para sembrar miedo y desesperanza, además del intento de fracturar a la oposición no le han dado resultado al chavismo en esta ocasión. Sin embargo, algunos opositores están escépticos de que pueda producirse un cambio de gobierno. 

“Algunos todavía no creen porque padecen un daño antropológico, una especie de síndrome post traumático, pero sí están dispuestos a luchar para que ese cambio se produzca”, aseguró Alarcón.   

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