José Alberto Camacho @josecamacho
Desde principios de febrero se anunciaron con bombos y platillos los inicios de trabajo de recuperación de la UDO Anzoátegui por parte del protector, Luis José Marcano, y varias instituciones gubernamentales. Si bien se han logrado recuperar 60 salones de cursos básicos, quienes hacen vida en el alma mater aseguran que los que hicieron los trabajos barrieron y “metieron el sucio bajo la alfombra”.
Barcelona. A principios de febrero pasado, el protector y ahora candidato por el PSUV a la Gobernación de Anzoátegui, Luis José Marcano, inició una campaña llamada “Yo me anoto por la UDO”, mediante la cual personal de varias instituciones del estado llegaron al campus barcelonés de la Universidad de Oriente para emprender su recuperación con jornadas de pintura y limpieza.
En diversas cuentas de redes sociales gubernamentales se hace gala del despliegue realizado en la UDO, sin embargo, quienes hacen vida en el alma mater aseguran que fue más la bulla realizada que lo logrado.
Según declaraciones de Marcano, en la sede Barcelona de la Universidad de Oriente se recuperaron 60 aulas del área de Cursos Básicos e Ingeniería, una planta de la Biblioteca y se desmalezó parte del área del Núcleo Anzoátegui. Sin embargo, trabajadores de la Casa Más Alta aseguran que los que visitaron la UDO, si bien sacaron el sucio, “lo que barrieron lo metieron debajo de la alfombra”.
En un recorrido realizado con empleados por parte de las 40 hectáreas que componen el Núcleo Anzoátegui de la UDO, en efecto, se constataron los trabajos realizados por la llamada Corporación de Anzoátegui (Corpoanzoátegu)i. Sin embargo, cerca de las áreas saneadas quedaron salones llenos de escombros, mobiliario en desuso y arrumado, documentos esparcidos por el suelo, maleza y un auditorio que en menos de dos años fue desvalijado y en el que aparece en escena un piano en medio de la oscuridad, propio de las películas de terror.
En 2019, las áreas de Cursos Básicos e Ingeniería, si bien en ese momento la universidad ya presentaba un deterioro sostenido, el estado que exhiben hoy, pese a la recuperación hecha por Corpoanzoátegui, es de tierra arrasada.
Además de la acumulación de basura y cachivaches, el área que en un tiempo funcionó como oficina de la Facultad de Ingeniería, y que era usada para que los bachilleres defendieran sus tesis, tiene más de un año sin servicio de electricidad.
Ignacio Díaz, secretario de Sintraudo Anzoátegui, ha sido uno de los testigos de la intervención que se ha emprendido en la UDO Anzoátegui, que, contó, es apenas del 25 %, pero afirmó que la universidad necesita más que simples trabajos efectistas que, a su juicio, buscan impulsar campañas políticas.
Díaz destacó lo del impulso político por los eslóganes que desplegaron tanto Marcano, quien aspira a la Gobernación de Anzoátegui, como Sugey Herrera, aspirante a la Alcaldía de Barcelona (ambos por el PSUV), quienes con el lema: “Como lo hicimos en la UDO, lo haremos en Anzoátegui”, apuntalan su carrera de cara a las venideras elecciones de noviembre próximo.
De 200 salones que tiene el área de Ingeniería, solo se ha recuperado la mitad, apenas dos escuelas; la Escuela de Ciencias Administrativas (ECA) y Medicina siguen en condiciones deplorables. En toda la universidad había alrededor de 80 laboratorios y hoy no queda uno en servicio, han desvalijado todo el núcleo”, sostuvo Díaz.
Oídos pero no escuchados
A mediados de agosto, el ministro de Educación Universitaria, César Trómpiz, visitó la UDO Anzoátegui y en reunión con sus autoridades y trabajadores se planteó la contratación de una vigilancia para tratar de evitar de que los malhechores arrasen con lo poco que queda, y la resolución del problema eléctrico que mantiene la mitad de la universidad sin servicio de electricidad. Hoy no hay vigilancia, sino que se robaron 1500 sillas que eran usadas en los actos de grado.
“Reconozco el esfuerzo, empeño y amor que todos y todas han puesto para volver hacer de la UDO la gran universidad del Oriente venezolano”, dijo Trómpiz en su visita.
Díaz refirió que aún esperan la respuesta del ministro a sus planteamientos, y lo único que ha visto distinto desde la vista de Trómpiz es la presencia de dos miembros de un colectivo que fungen como “vigilantes”.
Se le planteó junto con la decana todos los problemas de la universidad, e incluso los detalles de los salarios que cobra el personal, pero hasta ahora no ha ocurrido nada, solo que nos instalaron dos colectivos que controlan la entrada a la universidad. Los laboratorios hay que reactivarlos porque, si no, cómo los muchachos hacen sus prácticas”, preguntó.
La recuperación de la UDO no solo depende de agua y jabón, según personal que interviene en los trabajos que realiza Corpoanzoátegui y pidió no ser identificado, se estima que tan solo para recuperar todo el sistema eléctrico del campus se necesita alrededor de 1 millón de dólares.
Ejército y necesidades
Agustín Villalba es secretario general del sindicato de obreros de la UDO Anzoátegui y conoce cada centímetro del campus barcelonés. Afirmó que en la actualidad se necesita un ejército de trabajadores para devolverle el brillo de otrora.
“Nosotros no tenemos siquiera un machete para desmalezar la institución. Apenas somos 100 obreros para limpiar y barrer las instalaciones, pero en la práctica necesitamos cerca de 500 personas para mantener operativas las 40 hectáreas del campus”, señaló.
Villalba afirmó que los trabajos realizados por Corpoanzoátegui están cerca de no ser disfrutados por los alumnos, puesto que ya la delincuencia ha hecho de las suyas, al llevarse puertas y ventanas de salones que fueron rehabilitados.
Esto no va a durar si no hay vigilancia. Ya se han llevado varias rejas de salones, la basura se está acumulando y la maleza creció. Dótennos con los que nos hace falta y nosotros hacemos el mantenimiento, no tenemos que esperar a que una institución o persona se encuentre en campaña para hacer trabajos en la UDO”, dijo Villalba.
En duda
Tanto Díaz como Villalba ponen en duda que en la UDO Anzoátegui se cumpla el regreso a clases presenciales que Nicolás Maduro anunció para octubre próximo. Sostuvieron que el estado de la universidad no lo permite.
Aquí hay deterioro e insalubridad, buena parte del campus está sin luz; limpiaron la unidad de Cursos Básicos, pero la ECA no ha recibido ni un cariñito, está desmantelada. Aquí es imposible que se reinicien las clases, porque no hay condiciones para hacerlo”, indicaron.
Tabla de salvación
El desmantelamiento de la UDO Anzoátegui ha privado a la universidad de formar profesionales y de contribuir con la sociedad anzoatiguense, sobre todo en el área de la salud. En los laboratorios de Ingeniería Mecánica se fabricaban tutores para corregir lesiones que eran distribuidos principalmente en el hospital Luis Razetti de Barcelona, lo que dejaba un stock de piezas en el centro asistencial y eran un alivio para los pacientes que los requerían y hoy tienen que pagar una buena cantidad de dinero para conseguirlos.
Díaz subrayó que “así como le dan a cualquiera” la posibilidad de explotar yacimientos de la Faja Petrolífera del Orinoco, se debería reactivar el programa de Petrouniversidades, creado en 1999, y que involucraba a la Universidad del Zulia (LUZ), la UCV y la UDO.
En el marco de la III Ronda de los convenios operativos, entre Pdvsa Petróleo y Gas y las universidades de Oriente (Petroudo), Central de Venezuela (Petroucv) y del Zulia (Oleoluz) se crearon a finales del siglo XX las sociedades mercantiles para la explotación de las áreas JOBO-02, Socororo y Mara Este, ubicadas en los estados Monagas, Anzoátegui y Zulia, respectivamente.
Estos proyectos fueron cancelados por la Asamblea Nacional electa en 2006 tras considerarlos ilegales, y se prometió que se buscaría una nueva forma de ejecutarlos, pero el estado de la universidad dice que nunca se concretó su puesta en marcha.
Esos convenios nos permitirían tener otra cara y no la actual, la universidad generaría recursos, los muchachos harían sus prácticas en el campo, eran múltiples beneficios, pero ya ves el resultado de no hacer eso. Hacemos un llamado a cualquier embajada que quiera ayudar a la universidad para que salga a flote”, añadió Díaz.
Y en una ciudad donde el servicio de agua es escaso y las comunidades se quejan porque pasan hasta tres meses sin agua, como telón que baja y decreta el final de una obra, un hidrante con un chorro perenne de agua que se desperdicia, justo en las afueras de un anexo de la Escuela de Ingeniería, es el símbolo de la indiferencia y todos los males que padece el Núcleo Anzoátegui de la Universidad de Oriente.