«El Gobierno sólo necesita dos cosas, que los opositores no vayan a votar y que vayan divididos, más nada, y mantener su estructura electoral como la mantiene, lo que necesita el Gobierno para ganar lo tiene en sus manos la oposición».

Anggy Murillo

 Para el periodista investigador de opinión pública, Jesús Seguías, el partido de Gobierno en Venezuela no dejará el poder en manos de quienes han prometido llevarlos a la tumba, la cadena perpetua o quitarles todo lo que tienen. 

Destacó que si el oficialismo llega a negociar una transición lo hará con personas que le generen confianza, aun cuando sean opositores.

Sin embargo, señala que la mayoría de voceros que han asumido los liderazgos opositores han sido los más radicales y los que de una u otra manera pueden impedir que fluya un acuerdo. 

Recordó que hasta el 2020 y durante al menos 7 años se impuso el «Maduro vete ya«, dilapidan do la ruta electoral, y ocasionando la pérdida de vidas durante las protestas antigubernamentales. «Pero el Gobierno fue inteligente y a pesar de esos hechos lamentables, convocó a las elecciones de gobernadores y agarró a la oposición con los pantalones abajo, sin saber qué hacer y qué decisiones tomar». 

Seguías destacó que el gobierno de Maduro tiene propósitos definidos y no porque la Asamblea Nacional llegue a decretar una ley va a poner su cargo a la orden, explica que el nivel de confrontación política que existe en Venezuela ha llegado a un punto tan alto, que quien gane puede incluso desaparecer.

¿Es la ruta electoral la única salida a la crisis política y económica del país?

Por supuesto, debe ir a estas elecciones por dos razones, la primera es por razones de principio político. Un opositor democrático no puede descartar jamás un proceso electoral, así sea bajo las condiciones que sea, y en segundo lugar prevalece el pragmatismo. ¿Qué otra alternativa a la ruta electoral puede tener la oposición venezolana?  Las condiciones electorales sin duda no son las más perfectas, pero es que ninguna parte del mundo los son; sin embargo, las actuales condiciones electorales son mejores que las que habían en el 2015, cuando la oposición obtuvo la mayoría calificada en la Asamblea Nacional.

Si la oposición logra la mayoría de las alcaldías y gobernaciones, ¿Maduro aceptaría la derrota?

Maduro está en la obligación de apoyar y buscar las mayores victorias posibles para su gente y sus equipos en los estados y en los municipios; ellos no pueden renunciar a eso, van a pelear con cuchillo en la boca cada gobernación y cada alcaldía, pero si la oposición gana en estos momentos donde hay planteado un proceso de negociaciones importante, donde el Gobierno necesita que le liberen muchas sanciones, sin duda el Gobierno está dispuesto a hacer concesiones en ese sentido, si no lo hace estaría cometiendo un grave error.

¿El oficialismo va fuerte a este proceso de elecciones?

El Gobierno sólo necesita dos cosas, que los opositores no vayan a votar y que vayan divididos, más nada, y mantener su estructura electoral como la mantiene, lo que necesita el Gobierno para ganar lo tiene en sus manos la oposición.

¿Por qué la oposición no aprovecha la fractura que hay en el PSUV?

No es fácil, la oposición tiene algunos factores que están bien posicionados en estos momentos, como es el caso de Manuel Rosales en el Zulia y Henri Falcón en Lara, dos líderes bien posicionados en sus sectores. ¿Qué puede lograr la oposición si va dividida en Zulia, desconociendo el liderazgo de Rosales o de Falcón en Lara?, nada. La oposición venezolana ya tiene claro lo que tiene que hacer, el dilema es si quiere hacerlo, al negarse están ayudando al Gobierno y después no pueden venir a quejarse.

¿Cree usted que el Gobierno dividió a la oposición para después aceptar elecciones?

Nicolás Maduro está haciendo en política lo que le corresponde hacer, ellos juegan en función de sus intereses, así es la política en el mundo entero. Lo que no debe hacer Maduro es cometer cosas indebidas, como un fraude, que no reconozca la victoria de un factor opositor que gane unas elecciones, pero que haga maniobras es parte del juego político. Mientras más duro jueguen los actores, más nos aproximaremos a las negociaciones, ahí están sentados en México, negociando, porque no hay más camino, a ambos bandos los caminos se le cerraron.

Tomando en cuenta que los principales partidos de la oposición en Venezuela tienen dos directivas ¿En cuántas partes está dividida la oposición?

Hay tres factores de oposición, uno el que encabeza el G4, esos cuatro partidos que ya no tienen el poder que tenían antes están muy disminuidos. En segundo esta la alianza democrática, donde están varios partidos más de 30 factores políticos que giran en torno a esa agrupación, y hay un tercer factor que no quiere ir a elecciones y no quiere hacer más política, que renunció a la política, como los que dirigen María Corina Machado y Antonio Ledezma. Uno en el exilio y ella en el país limitada a decir cosas por las redes y más nada.

¿La división de la oposición va a contribuir con su derrota?

Los opositores están divididos en dos toletes y aunque coincidan en que deben ir a elecciones, es absurdo que estén fracturados en medio de la situación política actual. Se necesita la mayor unidad posible de los factores de la oposición y, eso que estamos viendo ahora, que si unos son puros, que los otros son unos alacranes, es una fragmentación errada y falsa. En estos momentos la oposición va a asistir a un proceso con condiciones muy complicadas, pero si lograra poner los pies sobre la tierra, actuar con sabiduría y lograr una unidad lo más sólida posible, sin duda alguna comienza a ocupar espacios y a generar confianza en muchos electores, que en estos momentos no están entusiasmados para votar.

¿Es la negociación la única vía que existe?

Sin duda alguna, no hay otro camino, porque además Venezuela no da para más, Venezuela está extenuada de una confrontación inútil, de una confrontación que arruinó al país. En Venezuela no sólo se necesita resol ver la crisis política, también debe abordarse la crisis social, la crisis en materia de seguridad, la crisis de alimentación, el éxodo, la crisis motivada por la pandemia y la crisis emocional que es la peor de todas, no necesariamente resolviendo la megacrisis política se va a resolver el problema de los venezolanos.