El dirigente sindical petrolero, Iván Freites, recordó este miércoles la tragedia de Amuay en el estado Falcón hace 9 años, y reiteró que ese suceso “fue el comienzo del fin” de la industria petrolera nacional.
Por medio de un artículo de opinión publicado en La Patilla, Freites recordó que “la madrugada del 25 de agosto de 2012, Paraguaná se estremece, la Paraguaná seca y emblema mundial de refinación de petróleo ve suceder lo que desde meses atrás se presentía iba a pasar: la explosión de su refinería, de la mayor refinería del país y la segunda del mundo, la refinería Amuay. Confusión y caos, la gente huye despavorida de las zonas cercanas a la refinería, algo nunca imaginado se dió, uno de sus principales atractivos de la península había sucumbido a la desidia, a la destrucción y al saqueo. Para los paraguaneros Amuay era su refinería, era su propiedad, era su sostenibilidad, era su vida desde 1950”.
Lea a continuación el resto del artículo de opinión íntegro de Iván Freites:
Hoy son 9 años desde que sentimos lo que es perder nuestra identidad, y hoy no nos doblegamos y seguimos en la lucha por esa Paraguaná que nos arrebataron, a pesar de los más de 50 muertos, de los 5 desaparecidos de la familia Delgado, de los lesionados, Reinaldo Jurado, Atilio Amaya, Humberto Harris, Franklin Chuello, y tantos otros que nos piden que no los olvidemos, Amuay se niega a morir, y no lo permitiremos.
Con la explosión en la refinería de Amuay, se inicia las consecuencias un proceso de desmantelamiento, destrucción y saqueo de la industria petrolera nacional, el resultado de la desprofesionalización de nuestra principal industria, la huida masiva de venezolanos al exterior y la consecuencia, la destrucción de Venezuela. Amuay es el principio del fin de un modelo que destruyo nuestra Venezuela.
A 9 años de esta tragedia los trabajadores nos negamos a entregarnos, a doblegarnos, y tenemos la convicción de que pronto regresaremos a nuestras instalaciones y lograremos que Paraguaná volverá a ser la Paraguaná prospera, la Paraguaná que le devolverá la bombona de gas al pueblo, la gasolina, el gasoil, los aceites lubricantes a la gente, a los venezolanos.
A mis compañeros de Amuay y que están en todas las instalaciones petroleras del país, mantengamos la fe y la esperanza, somos los llamados a encabezar la recuperación del estado de derecho y la democracia, y desde allí volver a tener una industria petrolera del primer mundo, con unos trabajadores con salarios dignos y derechos laborales restituidos.
A mis paisanos paraguaneros y a todos los venezolanos les decimos como dice nuestro paisano Ali, “…que no muera la esperanza, ni el combate ni el amor..”.
Que viva Amuay, que viva Paraguaná, Viva Venezuela.
Fuerza Venezuela.