“Hay que sembrar el petróleo”
Arturo Uslar Pietri.
Upata, 17 de Julio de 2023
Américo De Grazia
¿ PDVSA privatizada o en manos del gobierno?, ¿Continuamos en la OPEP?, ¿Cómo la recuperamos a PDVSA de la quiebra y el saqueo?, ¿Sino es del petróleo, de qué vivimos?, ¿Es pertinente el monopolio petrolero en manos del gobierno y la economía monoproductiva o de puertos?, ¿Qué beneficios reciben los venezolanos de a pie, de la industria petrolera?, ¿Petróleo, inflación, escasez y desarrollo en el escenario de la familia venezolana?,
¿Petróleo y descentralización?, ¿Puede el petróleo ser hoy un instrumento de modernización del país?, este debate subyace entre nosotros, desde principio del siglo pasado; pero solemos despacharlo con ideología, nacionalismos, dogmas, prejuicios y ligerezas políticas paradigmáticas.
Para que PDVSA llegara a ser lo que fue antes de la tragedia chavistas, pasaron más de 70 años, un largo proceso de sostenidas políticas estratégicas, económicas, mercantiles, tecnológicas y sociales. No en balde, estaba ubicada entre las 5 empresas petroleras más exitosas del mundo. No fue de la noche a la mañana, fue un largo proceso de adaptación a los tiempos y necesidades. Desde 1914 con la “Caribbean Petroleum Company” en los pozos de Zumaque, como asociación estratégica, con inversionistas públicos y privados, nacionales e internacionales; pasando por las reservas nacionales, las regalías, el fiti-fiti, la OPEP como instrumento anti-imperilista, la nacionalización, la sinergia estratégica de distintas tecnologías y su largo camino para ensamblarlas en una sola corporación eficiente, productiva y rentable. ¿PDVSA en manos del Estado fue rentable, eficiente y competitiva? SI, definitivamente SI. ¿Esa es la PDVSA existente HOY?, NO, rotundamente NO. En ese punto del debate, concluimos; el pasado por bueno que fuese, se agotó y, el presente, en manos criminales, fracasó. De modo que nos corresponde re inventarnos, para convertir a PDVSA y el petróleo en instrumentos de desarrollo y modernización. Capitalizando todas nuestras fuerzas para triangular inversiones con tecnología y mercado, iniciativa con conocimiento y fuerza laboral.
El petróleo, la gasolina, el gas, la seguridad social, la descentralización hacia las regiones y los municipios, la asociación económica estratégica, no solo hacia arriba, sino, hacia abajo. Que PDVSA no sea una carga, sino solución. Dónde todos podamos tener acceso a integrarnos en sus múltiples beneficios. La gasolina como instrumento para recaudar la patente de vehículo en circulación en cada municipio; capitalizar el ingreso de los pensionados y jubilados con fondos de las regalías de estas operaciones. Los trabajadores siendo accionistas y socios de su empresas; los dividendos ciudadanos obtenidos de la internacionalización de los precios del combustible tal como hicieron los iraníes para adaptar los precios de la gasolina al mercado internacional, acabar con el contrabando y beneficiar a sus conciudadanos. Métodos hay. Esto forma parte del cambio de modelo que impulsamos desde Guayana, sin ambages, ni temores al debate. Convertir el petróleo en palanca de cambio político, económico y social.
