En rueda de prensa con medios internacionales, Maduro dijo esperar que después de esta mesa de diálogo iniciada en México con la oposición «se puedan abrir niveles y vías de contacto, de diálogo, de negociación con el gobierno de Estados Unidos».
Nicolás Maduro dijo este lunes que planteará la «apertura del diálogo directo» con el gobierno de Estados Unidos después de dos años de ruptura de relaciones bilaterales, dentro del proceso de negociación que sostiene con la oposición venezolana en México.
«Vamos a plantear en la mesa de México la apertura del diálogo directo con el gobierno de los Estados Unidos para atender todos los asuntos bilaterales», dijo Maduro en una rueda de prensa con medios internacionales.
«Que si estamos preparados para diálogo directo con el gobierno de Estados Unidos, yo les digo: estamos preparados siempre, pero ellos tienen que ceder en su arrogancia, en su odio y en su desprecio. Y si pusiéramos una agenda sobre la mesa, pudiéramos poner el regreso de los encargados de negocios», continuó.
Maduro rompió relaciones diplomáticas con Washington en enero de 2019, luego de que la administración de Donald Trump reconociera al líder opositor Juan Guaidó como presidente encargado.
El mandatario recalcó que para su gobierno «el levantamiento de todas las sanciones» internacionales son «un elemento central» en este proceso de diálogo.
«Sanciones levantadas o nada», apostilló como consigna de su delegación en México.
Hace poco había insistido en que se levantamiento tenía que ser previo a cualquier negociación.
Un poco de contexto
Otro medio centenar de países con democracias de corte occidental, de Europa y América, así como Japón y Australia, también reconocen a Guiadó como «presidente encargado hasta tanto haya elecciones libres en el país».
Pero ese reconocimiento siempre fue más bien nominal y simbólico. Guaidó nunca tuvo poder real en el territorio venezolano. El chavismo, encabezado por Maduro, tiene las armas y el control de todas las instituciones.
La administración Trump mantuvo siempre un enfrentamiento frontal con Maduro, a quien calificó como dictador; profundizó sanciones aplicadas desde la era Obama contra figuras del chavismo para extenderlas a la estatal Petróleos de Venezuela (Pdvsa) y sus negocios internacionales.
Estados Unidos, junto a varios otros países americanos, incluyendo la vecina Colombia, no reconocen a Maduro como presidente.
Ahora, EUUU junto a la Unión Europea y Canadá, ofrecen levantar sanciones si hay avances en este diálogo en México.
El actual período de gobierno del heredero de Hugo Chávez deriva de unas elecciones llevadas a cabo en mayo de 2018 por el chavismo fuera del período constitucional. Los partidos políticos tradicionales y sus líderes históricos fueron proscritos, Maduro usó ampliamente los recursos fiscales y medios de comunicación para financiar y difundir su campaña electoral.
De México a Estados Unidos
Esa elección además fue convocada por una Asamblea Constituyente creada por Maduro para terminar de usurpar las funciones del parlamento (Asamblea Nacional) electo en 2015 con mayoría calificada de la oposición y cuyo poder nunca reconoció. Ese fue el inicio de la actual fase de crisis política que sufre Venezuela en medio de una profunda depresión económica iniciada en 2013, con la llegada de Maduro al poder.
Antes de crear la constituyente durante un período de protestas masivas en las calles, el régimen de Maduro y el capitán Diosdado Cabello utilizaron el también chavista Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) como su propio poder legislativo.
«Nosotros tuvimos diálogo indirecto y diálogo de diversas modalidades con el gobierno de Donald Trump», reconoció Maduro, citado por la agencia AFP.
Con la llegada al poder de Joe Biden, el mandatario chavista se ha mostrado abierto a retomar diálogos nuevamente con Estados Unidos.
«Ojalá después de esta mesa de diálogo se puedan abrir niveles y vías de contacto, de diálogo, de negociación con el gobierno de Estados Unidos», expresó.
El gobierno y la oposición venezolana emprendieron el pasado viernes en México una nueva negociación para poner fin a la aguda crisis política y económica del país, apuntando al levantamiento de sanciones de Estados Unidos y garantías electorales.
(Con reporte de la agencia AFP)
Tomado de El Estimulo