Hay que dejar atrás al socialismo, al Estado dueño de todo, rico y con una sociedad subordinada. Esto debe ser al revés, yo creo en la subsidiariedad del Estado a la iniciativa individual, pero para eso hay que abrir el mercado, para eso tiene que haber reglas del juego claras, para eso tiene que haber Estado de derecho para que la gente sepa a qué atenerse. Si no conoces y no crees en las instituciones, jamás vas a invertir, y si no hay inversión real no puede haber generación de empleo y no puede haber un incremento en el ingreso de la población.
por Felipe Toro
Según varios sondeos de opinión nacional que se han hecho públicos a principios de año, Machado lidera la intención de voto de cara a las primarias de la oposición.
Machado recibió al equipo de Politiks en su oficina en Caracas y nos habló de sus propuestas y visión para el país.
La entrevista fue editada por motivos de claridad y extensión.
P. La AN eliminó el gobierno encargado. ¿Por qué esta iniciativa política no logró producir una transición a la democracia en Venezuela? ¿Qué faltó? ¿Qué errores se cometieron?
R. El gobierno interino fue una gran oportunidad perdida, en la que todos pusimos mucho empeño, mucha fuerza. Yo creo que se confundieron medios con fines. El fin era sacar al régimen y se distrajeron en otros temas.
P. Hay muchas dudas sobre las primarias. ¿Cómo se financiarán? ¿Habrá Plan República? ¿En qué consiste la asistencia del CNE?
R. Aquí lo que realmente hay que preguntarse es cuál es el objetivo de la primaria. Si el objetivo es sacar al régimen y reconstruir el país ¿Sirven las primarias para ayudar a eso? Yo creo que sí. Entonces la primaria puede ser la gran oportunidad para construir fuerza, para estar mucho mejor preparados para poder enfrentar al régimen y sus trampas en el 2024.
Si ese es el objetivo, entonces va más allá de escoger un candidato, donde lo esencial es construir fuerza para lograr ese propósito, lo que debemos proponernos es que participe la mayor cantidad de gente.
Todo esto debe ser diseñado para favorecer y maximizar la participación. Esto no es lo que le guste a un candidato o lo que le provoque a un partido,; nada de eso. El punto es cómo hacer que participe el mayor número de gente, porque eso es fuerza.
¿Tú crees que la gente quiere participar más o menos si hay Plan República? ¿Tú crees que la gente está dispuesta a participar más o menos si están metidas las máquinas del CNE? ¿Tú crees que la gente va a participar más o menos si siente que el régimen está controlando o si siente que este es un reto al sistema de la sociedad civil?
¿Es concebible decirle a la cuarta parte del país, que está fuera, que no pueden votar? ¿Te imaginas lo que significa meterle medio millón o un millón afuera? Eso sacude al mundo. Al día siguiente estoy hablando con Petro, diciéndole “aquí votó medio millón de venezolanos en Colombia, ¿tú dices que tú vas a ir a acompañar y a observar el proceso del 2024? ¿cómo hacemos para que ellos voten allí?”
Así se juega, duro. Porque aquí lo que está en juego es la vida.
Y otra cosa, si el régimen ha degradado tanto los procesos de elección, ¿cómo deberían ser las primarias entonces? Donde sintamos que nuestro voto elige o de esa forma restrictiva que nos han impuesto.
«La Comisión de primarias tiene una responsabilidad histórica frente al país, porque esta no es una sociedad que no da más cheques en blanco»
Tenemos que poner un estándar alto y que esto hale las condiciones de cara al 2024.
P. En el caso de que las condiciones que acaba de explicar no se den para las primarias, ¿usted de todas maneras participaría en el proceso?
R. Estamos a tiempo, esto no es un tema de plata. Quiero dejar esto claro: no es un tema de dinero, es un tema de ganas. Porque el problema no es si participo yo o no, el problema es si participas tú, ese es mi problema. Y yo creo que tenemos que escuchar lo que la gente está pidiendo.
La comisión de primarias tiene una responsabilidad histórica frente al país, porque esta es una sociedad que no da más cheques en blanco, que exige ser escuchada, y eso es lo que yo estoy planteando.
P. ¿Si la comisión organiza un debate, irá o no a debatir?
R. Ojalá sean muchos y pronto.
P. En caso de que usted no sea seleccionada como la candidata unitaria, ¿se compromete usted a aceptar el resultado y apoyar a quien sea el nominado?
R. Yo soy una persona de palabra, tú me conoces.
P. La oposición vive su peor momento político de los últimos años. La gente siente que “con esta dirigencia no vamos a ningún lado”. ¿Cuál es su estrategia para reconectar con la ciudadanía y lograr iniciar una transición a la democracia en Venezuela?
R. Creo que la gente está muy consciente de lo que está pasando. Está muy decepcionada. La gente se siente defraudada – con razón. Pero eso no significa que se hayan olvidado de la política. Eso significa hundirse en la propia dinámica de la tiranía.
Mucha gente está clara de lo que el 2024 significa y representa. Yo creo que es una genuina encrucijada con dos desenlaces totalmente distintos: si el régimen logra lo que se propone, que es lavarse la cara y consolidarse, se vendrían largos años de oscuridad para este país.
Te eligen para luchar, para cambiar las condiciones, no para decir: “Esto es lo que hay”. Primero es la lucha.
Mi objetivo es ganar en el 2024. Va a ser duro y difícil. Por encima de todo, esta es una lucha espiritual, entre el bien y el mal.
P. ¿Por qué debería ser usted la próxima presidente de Venezuela?
Yo creo que los venezolanos estamos claros que la única manera de transformar al país es derrotando a un sistema que se ha enquistado y que ha hecho mucho daño. Entonces, hay que elegir a alguien que pueda derrotar al sistema, desplazarlo, y convocar a todo el país a un proceso de transformación con unos pilares republicanos, éticos y liberales muy fuertes, para que podamos en un periodo relativamente corto, dejar atrás la oscuridad, la pobreza, la división de la familia y la sociedad; y poner a este país a valer con todo el potencial extraordinario que tiene.
P. ¿Cómo se define ideológicamente?
R. Yo soy liberal. Vente es un partido de centro liberal.
P. ¿Cuál es su plan para recuperar la economía del país?
R. En primer lugar, hay que dejar atrás al socialismo, al Estado dueño de todo, rico y con una sociedad subordinada. Esto debe ser al revés, yo creo en la subsidiariedad del Estado a la iniciativa individual, pero para eso hay que abrir el mercado, para eso tiene que haber reglas del juego claras, para eso tiene que haber Estado de derecho para que la gente sepa a qué atenerse. Si no conoces y no crees en las instituciones, jamás vas a invertir, y si no hay inversión real no puede haber generación de empleo y no puede haber un incremento en el ingreso de la población.
A nivel del Estado debe haber sensatez, transparencia y disciplina para que podamos acabar con el mal que ha desangrado a Venezuela y otros países, la inflación, que es el robo directo del Estado a la sociedad.
Yo creo que hay una gran oportunidad para convertir a Venezuela, por nuestra ubicación geográfica y nuestros recursos, y por la nueva dinámica geopolítica global, en el centro energético de las Américas y poder llevar adelante un proceso de aprovechar nuestras energías convencionales y no convencionales.
Así que tenemos un potencial extraordinario para desarrollar nuestra capacidad energética y en paralelo ir desarrollando la oportunidad que por la vía del acercamiento de las cadenas logísticas se están dando en las principales economías de Occidente. Ahí hay una oportunidad para traer miles y miles de millones de dólares
P. ¿Iría al FMI a solicitar un paquete de rescate económico?
P. Venezuela está hipotecada y saqueada, y si nosotros no logramos una reestructuración sensata de todas nuestras acreencias, nuestra deuda financiera y laboral, olvidémonos de un proceso de reactivación económica.
Entonces esto tiene tres pilares: 1. Un plan sensato de reactivación y de transformación económica. 2. Reestructuración de la deuda y 3. Un proceso de privatización transparente y masivo, donde además puedas ofrecer oportunidad de hacer canjes de deuda por inversión, que te permite recapitalizar el país sin inflación.
Ahora, nadie te va a aceptar un proceso de reestructuración de esta magnitud, con un país con el historial que han tenido estos sinvergüenzas y corruptos, si no tienes un aval de organismos multilaterales.
«Hay que pivatizar PDVSA, las empresas de Guayana, los hoteles, las empresas de telecomunicaciones»
Estos organismos pueden ayudar, pero tiene que ir acompañado de un planteamiento creíble de reforma institucional. De poner un Estado pequeño al servicio de la nación que permita, a través del federalismo y la descentralización, a que tengamos un país vibrante; si no ni vas a tener apoyo multilateral, ni vas a lograr un proceso de reestructuración de la deuda, que es fundamental para que el país pueda echar pa’ ‘lante.
P. Ya que comenta en todo este plan lo importante que es para usted la privatización, le pregunto, ¿privatizaría PDVSA o la mantendría en manos del Estado?
R. Por supuesto que hay que privatizarla. Y no solamente PDVSA, las empresas de Guayana, los hoteles, las empresas de telecomunicaciones. Pregúntale a una persona que trabaja en Corpoelec, o PDVSA, o SIDOR, si quieren trabajar en una empresa pública o privada.
La gente está claro que las empresas públicas se han convertido en los negocios personales de quienes están en el poder. Era así incluso antes de que llegara Chávez, pero ahorita se ha exacerbado y las empresas públicas son unas cajas negras que chupan plata y después tienen a los trabajadores ganando cuatro lochas.
Si nosotros logramos que exista realmente competencia y transparencia, tú puedes ir a procesos de licitaciones de muchos de estos servicios públicos y garantizar que se tenga cobertura, es decir, que todos los venezolanos del territorio nacional tengan acceso a servicios de una mejor calidad; y si hay competencia, bajan los costos.
P. Si la elección fuese este domingo, y en una semana tuviese que asumir el gobierno, con nombre y apellido, ¿cuáles serían los primeros ministros que anunciaría para generar confianza y enviar las primeras buenas señales?
R. Estamos armando equipos espectaculares de gente dentro y fuera del país, de todas las generaciones. Gente que ha estado en el gobierno, la academia, en el terreno. De momento, prefiero no decir uno u otro, sino que iremos presentando equipos.
P. El mundo vive una etapa de retroceso democrático. Las personas muestran apatía u hostilidad al sistema representativo ya que sienten que no le resuelve sus problemas. ¿Cómo vas a asegurarte que, en caso de tomar el poder, los venezolanos tengamos confianza en la nueva democracia?
R. Esta es la paradoja de los liberales. Nosotros llegamos al poder para reducir el poder y darle poder a la gente. Se trata de cómo tú puedes crear los incentivos para que quiénes estén en el poder sirvan -en todas las connotaciones de la palabra- y que, si no sirven, haya mecanismos de alternabilidad claros.
Hay que hacer un proceso de fortalecimiento institucional grande. Un proceso de formación ciudadana importante. Al final, tiene que haber un tema de crear una sociedad rica. Porque sólo una sociedad rica es autónoma del Estado. El Estado vive de lo que la sociedad le da, pero a rayita.
Esto es parte de la transformación del modelo de sociedad que tenemos que dar y asegurarnos que sea irreversible para que no vuelva a venir un régimen con vocación totalitaria.
P. Supongamos que gana las primarias. Llega el día de la elección y saca más votos que Maduro, pero el CNE anuncia un resultado distinto. ¿Cuál será su estrategia de defensa del voto? ¿Cómo evitará un hipotético fraude?
R. Ese trabajo comienza justo el día después de la primaria hasta el día de esa elección. Esa es la etapa crucial, ahí es donde vamos a dar la lucha. Porque hay gente que dice: bueno, esas son las máquinas, ese es el registro, eso es lo que hay. Ya va, y entre la primaria y la elección ¿tú no piensas hacer nada? Ese es el momento de mayor necesidad de aplicación de fuerza. Con toda la legitimidad que implica haber logrado entusiasmar a un país y contar con su respaldo y confianza en las primarias. Ese es el objetivo.
Te eligen para luchar, para cambiar las condiciones, no para decir: “Esto es lo que hay”. Primero es la lucha.
P. Un nuevo gobierno deberá hacer importantes reformas institucionales en el país. Me gustaría hacerte unas preguntas rápidas para conocer tu posición, en pocas palabras, sobre cada una de ellas.
¿Se debe eliminar o mantener la reelección indefinida?
Se debe eliminar toda reelección.
– ¿Período presidencial de cuántos años?
Puede ser como teníamos antes. Cinco años me parece razonable.
– ¿Mantendrías la figura del referendo revocatorio?
Si no hay reelección, quizás no se necesite el revocatorio. Ese es el tipo de cosas que hay que evaluar y discutir bien. Al final el revocatorio es una válvula de escape. Pero si nosotros pensamos en un sistema semipresidencial, donde tú pudieras tener la figura de un presidente y un primer ministro, tú podrías tener válvulas para crisis políticas, sin necesidad de tener que acudir a un revocatorio muy traumático para toda la sociedad.
– ¿Asamblea Nacional o Congreso Bicameral?
Sin duda un congreso bicameral fortalece la democracia, fortalece el poder legislativo, fortalece los controles sobre el Ejecutivo y fortalece el debate político.
– ¿Los ascensos en las FANB los define el presidente o el Congreso?
Con las Fuerzas Armadas tenemos que ir a todo un proceso de reconceptualización del concepto estratégico militar y tener unas Fuerzas Armadas para una república liberal supeditada al poder civil. Lo que tiene que prevalecer sin duda es la meritocracia y debe existir un esquema de participación del Ejecutivo para la definición de ascensos, pero con una final validación del Legislativo.
– ¿Mantendrías el voto de la FANB o los mantendrías como un cuerpo no deliberante?
Lo importante es que no sea partidista. Ahora, puede haber el derecho al voto, siempre y cuando se limite la dinámica de partidización de las Fuerzas Armadas.
– ¿Cuál es tu posición sobre la descentralización?
Yo creo en el federalismo, que va mucho más allá. Por diseño, concebimos así a la sociedad. Donde haya realmente poder a nivel de lo que más cerca de la persona está, que en este caso es su municipio. Y creo que hay que crear mucho más municipio en Venezuela, no menos.
– ¿Qué harías con el Poder Judicial?
El sistema judicial hay que construirlo desde las raíces, desde las bases, transformarlo completamente. Creo, además, que es el eje medular del andamiaje institucional para una sociedad libre, próspera y justa.
– ¿Mantendrías los 5 poderes actuales o volveríamos a la división clásica de tres poderes?
Mientras exista independencia real del órgano electoral y quienes lo integren procedan de forma muy competente e incuestionable, podría ser como era antes, no un poder público, pero sí un organismo con autonomía administrativa y financiera. Porque fíjate en la contradicción: hoy es un órgano independiente del poder público pero el presupuesto se lo aprueba la vicepresidencia. Entonces, deben ser los poderes totalmente independientes y podría ser como antes.
– ¿A favor o en contra de la financiación pública de los partidos?
A favor, pero muy transparente.
P. La lucha contra el autoritarismo chavista ha copado toda nuestra atención y, de momentos, nos ha mantenido ajenos a los debates de estos tiempos. Quisiera, en tanto, hacerte algunas preguntas rápidas para que pudieses fijar posición sobre temas que están en el debate actual.
¿A favor o en contra del matrimonio entre personas del mismo sexo?
Estoy a favor.
¿A favor o en contra de la adopción de personas del mismo sexo?
Yo estoy a favor del bienestar de los niños, y te lo digo yo, que en la fundación Atenea vi lo que es el drama de los niños abandonados. Entonces siempre lo que se tiene que privilegiar es el bienestar de los niños caso por caso.
¿A favor o en contra de la despenalización del aborto?
Yo tengo mis convicciones de orden religioso, y debe haber un debate nacional, racional. Debe haber acuerdos al largo de todas las posiciones, para que en el caso en donde la vida de la madre esté en riesgo, donde haya daños en el bebé, o donde hubo una violación, pueda haber una intervención.
Ahora, yo nunca impondría mis visiones, en este caso religiosas, a una sociedad, no lo haré. Eso sería absolutamente contrario a lo que una sociedad liberal merece y exige.
¿A favor o en contra de la eutanasia?
Hay casos en los cuales, si la persona enferma realmente lo necesita, estoy a favor.
¿A favor o en contra de la legalización de la marihuana?
Para usos medicinales tiene que ser permitida.
¿A favor o en contra de la legalización de drogas más duras, como la cocaína?
No estoy a favor. Pero nuevamente, yo entiendo que haya opiniones diferentes, producto de las fuerzas del mercado, producto de la historia en la prohibición de otras sustancias en distintas naciones del mundo; y esto tiene que ser objeto de debate, no puede ser impuesto por un sector político o una creencia religiosa.
Para terminar, te mencionaré los nombres de algunos candidatos y personalidades políticas en Venezuela, y me gustaría que los describas en una frase o una palabra.
-Nicolas Maduro
El fracaso y la maldad.
-Rafael Lacava
La desfachatez.
-Juan Guaidó
Tuvo una oportunidad y no lo logró.
-Henrique Capriles
Es el pasado.
-Julio Borges
Un hombre que está muy lejos.
-Leopoldo López
Un hombre que lo intentó y fracasó.
-Antonio Ecarri
Dime con quién andas… Creo que las juntas con Zapatero hablan por sí solas.
-Lorenzo Mendoza
Un buen empresario.
-Benjamín Rausseo
Nos ha hecho reír muchas veces.
-Rómulo Betancourt
Un visionario de la democracia en Venezuela y en toda América Latina.
-Marcos Pérez Jiménez
Un dictador.
-Carlos Andrés Pérez
Un gran demócrata.
-Simón Bolívar
Audaz, terco, apasionado y generoso.
-Juan Vicente Gómez
El tirano liberal.
–Hugo Chávez
El gran culpable.
P. Imagine que llegó el 2024. Gana las elecciones, cobra y gobierna. Sale del gobierno. ¿Cómo le gustaría que la recordara la historia? ¿Qué te gustaría que dijera el párrafo que va a resumir su presidencia en los libros de historia?
¡Guao!… Yo quisiera que la gente dijera “esta mujer fue útil para nuestro país, sirvió, contribuyó a hacer a Venezuela un mejor país. Y a mis chamos, mis hijos, ojalá pongan “mamá, valió la pena”.