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Escándalo en Upata | por Américo DeGrazia

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“La corrupción raras veces empieza por el pueblo”.
Montesquieu

Américo De Grazia

Upata 27 Febrero 2023

Una “pran” alias la “Tata” devino en alcaldesa y ésta convirtió a su estilista personal, léase peluquero, en médico y director del hospital de Upata. No habíamos salido del bochornoso caso de las 8 mil bombonas que se robó para negociarlas por oro en las minas, cuando entramos en dos escándalos en paralelo, el de los falsos galenos que ejercían impunemente la profesión con rango de jefes. Jhonatan Camacho “especialista” y jefe de servicio, más el “Doctor” Yoslen Astudillo, el peluquero, flamante director del segundo hospital más importante de sanidad en el Edo Bolívar. Hoy, ambos ¿ prófugos de la “justicia”?. Éste último se fugó en la ambulancia del hospital, hasta salir del país por Sta Elena de Uairen hacia Villa Pacaraima, Brasil. Todo esto se registraba en el centro de salud, mientras la UNICEF (ONU) invertía en reparaciones, pozo de agua profundo, quirófanos, aire acondicionados, ambulancia, mantenimiento, pintura, insumos y sala de hemodiálisis; pero la “Tata” se llevaba los laureles; hasta que estos tuvieron que rendir cuentas a la instancia superior y exigir cuentas para su informe de gestión y se encontraron con la sorpresa del forjamiento de documentos, títulos falsos y la podredumbre de la corrupción.

Todos estos hechos vienen antecedidos de los daños estructurales causados al sistema de salud y del país, desde la llegada del “comandante eterno”, cuando eximió al colegio médico hasta excluirlo como instrumento gremial de celosos guardianes de su profesión. Desacreditó a nuestros profesionales de la medicina hasta condenarlos al exilio y la diáspora. Fueron sustituidos por “médicos” cubanos en “barrio adentro”, hasta desplazar a los nuestros; los fidelistas llegaron suministrando “pastillitas” mágicas, “buenas para todo”. Ese programa nos endeudó de tal manera como país, que incluso, la Cuba de los Castros, nos “embargó” la refinería petrolera construidas por PDVSA en Cienfuego, para amortiguar la deuda por servicio “médicos” que tenía Venezuela con la isla. Si Fidel y Chávez, pudieron meter en el país, más de 10 mil “médicos” falsos, porqué la “Tata”, no puede meter también su contrabando?.

Hoy vamos por el mismo camino en la ruta de sustituir maestros, docentes, profesores y académicos por “bachilleres”, de la UBCH o adscritos a la “chamba juvenil”. Cómo antes se hizo con los 20 mil técnicos y profesionales de la entonces exitosa PDVSA, cuando de un solo pitazo echó por la borda años de formación y experticia petrolera. Hoy padecemos en las colas por falta de gasolina y gas, la industria quebrada… pero tenemos patria?. Todos debemos recordar aquella célebre frase pronunciada por Chavez en medio de la tragedia de Amuay, “…el show debe continuar”; pues ese, es parte del holocausto social de los venezolanos.
Un escándalo es sucedido por otro en forma de cascada. De modo sistemático y continuo. Cómo diría George Orwell, “la corrupción empieza por el leguaje”.