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La Cumbre de Biden. Por Claudio Zamora

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La Agencia de la ONU para los refugiados ACNUR y Organización Internacional para las Migraciones (OIM) contabiliza para el mes de Febrero de este año, Seis Millones cuarenta mil venezolanos (6.040.000) que han salido del país en los últimos años, como consecuencia de la crisis política, social y económica que generó el fallecido Megalómano y continuó su hijo retardado. En un país con una proyección poblacional de 28 millones para el 2022, no es poca cosa que haya huido la cuarta parte de la población. En principio volcaron sus ojos para nuestros vecinos cercanos, pero poco a poco se dieron cuenta que padecen de alguna forma nuestros mismos problemas y que emigrar en Latinoamérica es como cambiarte de camarote en el Titanic, tarde o temprano también te vas hundir, creo que el principal shock para un compatriota al llegar a cualquiera de esos países está en la necesidad de trabajar duras jornadas. La boyante situación económica que siempre nos acompaño antes de esta crisis, permitieron que se redujera la jornada laboral a su mínima expresión llegándose a casos que por contrato colectivo habían jornadas de cinco horas diarias con 3 días libres por semana, los asuetos eran sagrados y no salíamos de las fiestas decembrinas cuando preparábamos para instalarnos en las playas o la montaña todo el carnaval, que terminado nos ´ponía a planificar la semana santa que en el calendario gregoriano era Jueves y Viernes Santos, pero en el Venerumbero era toda la semana más unos días de permiso de la siguiente, seguían las vacaciones escolares, las contractuales, los cursos de mejoramiento en hoteles en Margarita y un chorizo de etc, etc que nos acostumbraron a vivir la vida loca sin grandes preocupaciones, cuando hablo con mis amigos que están en esos países y me cuentan de jornadas de 14 y más horas diarias, de traslados de 2 y 3 horas para ir y venir a los trabajos, por 6 días a la semana o a veces toda la semana o de “lunes a lunes” como decimos aquí.

Que el domingo es para lavar la ropa, limpiar la habitación o cuando mucho tomar unas cervezas para recomenzar la rutina al día siguiente, es que nos damos cuenta que el mundo no estaba equivocado porque son la mayoría, los que estábamos confundidos éramos nosotros que vivíamos en la isla de la fantasía. Con relación a los gastos es otro drama, esta revolución de delincuentes instauro la filosofía del “todo gratis” y hasta promovió leyes para timar y perjudicar a las personas honestas, la prohibición de desalojos de vivienda fue uno de ellos, jubilados que después de 40 años de labores adquirían una vivienda secundaria para vivir de la renta producida, vieron frustradas sus aspiraciones con medidas que le decían tácitamente al inquilino que no pagara el arrendamiento que nadie lo podía sacar por la deuda, así mataron el mercado de alquileres, con los servicios fue más grosero, creo la cultura de que la gran mayoría no paga los malos servicios de agua, luz, teléfono, internet, pero es que tampoco los pagaron cuando medio funcionaban y para los emigrantes criollos fue la gran sorpresa que debían partirse el lomo trabajando para pagar la renta de una humilde habitación y que dejar una calefacción o aire acondicionado encendido todo el día no era un buen negocio porque la factura de consumo te podía desequilibrar el presupuesto de todo el mes, tampoco podías “pegarte” de la conexión de tv por cable o robarte la contraseña del wifi, los hijos no van gratis al colegio ni les regalan los uniformes ni útiles. En fin los venezolanos tuvimos que despertar de golpe y porrazo a nuestra cruda realidad y asumir que el mundo no era lo que nosotros conocíamos, ahora la mayoría voltea su mirada a los Estados Unidos y son innumerables las caravanas integradas por venezolanos queriendo entrar a su territorio, irán a cumplir su sueño americano, habiéndolo vivido siempre antes de la hecatombe. La soberbia demócrata les impide reconocer que el loco Trump tenía razón, por más Cumbres que celebres las caravanas solo las detiene un muro, el mismo muro que Biden ordeno detener. Nico feliz que no lo hayan invitado para no tener que explicar que es uno de los principales generadores de emigrantes junto con sus amigotes del triangulo del mal. El niño que es llorón y la mamá que lo pellizca. Seguiremos conversando. [email protected]