Si algo tiene Venezuela aun en sus peores crisis es la imposibilidad de aburrirse, esos genes negroides con los desahuciados en los sanatorios y manicomios de los conquistadores, ligados con los indígenas y sus calmas y pacificas actitudes, crearon una mezcla de gente que necesita estar feliz y exteriorizarlo por cualquier motivo.
Cuando yo le cuento a amigos extranjeros que muchos van a los velorios en los pueblos de Venezuela a reírse piensan que estoy delirando, cuando de repente vemos pequeños videos de famosos artistas venezolanos cantando a capella en cualquier sitio rodeado de admiradores o cuando conseguimos en cualquier calle alguna persona bailando hasta sin música tenga la plena seguridad que es venezolano, es que el venezolano no puede quitarse la sonrisa de la cara hasta en las peores circunstancias, hace poco veía entrevistas de familias en los refugios que generosamente instalaron en Brasil para recibir nuestros hermanos que emigran y por cada afirmación que realizaba el entrevistado sobre las limitaciones de agua, comida o medicinas la corte de acompañantes o sacaba una carcajada o al menos una sonrisa lo que le quitaba seriedad a la tragedia que vivían momentáneamente y creaba dudas en las personas que veía por las redes la entrevista. En los últimos años los presidentes que hemos tenido no han escapado a sus habilidades histriónicas para mantener ocupada a la audiencia, el difunto no hacía nada bien, ´pero hacía de todo y con un desparpajo digno de un actor consumado, se decía un pitcher de categoría y cada vez que se subía a la lomita no pasaba de lanzamientos de baja calidad que sus subalternos y empleados que tenían el privilegio de jugar en sus partidos, se negaban a batear para evitar reprimendas fuera de cámara o hasta la expulsión de los juegos presidenciales, en sus largas peroratas cantaba con su voz desafinada, declamaba poemas, contaba chistes y hasta anécdotas escatológicas como la vez que se escapó a sus anillos de seguridad con la emergencia de una diarrea, con todo y su variado show fueron varias veces en que se grabaron ministros y miembros de su equipo dormidos durante sus obligadas cadenas que sus partidarios pedían a gritos cada vez que participaba en un acto público. Su sucesor consciente de sus graves limitaciones en cualquier sentido decide atraer la atención con lo mejor que sabe hacer: “Burradas” y en las cuales es record mundial, salvo algunos pasos de baile con su consorte, sus asesores de imagen le deben aconsejar que sea el mismo, sin disfraces ni libretos y ahí han logrado sacar lo mejor de su repertorio, millones y millonas, la bíblica multiplicación de los penes, el pajarito que le habla, apagar las velas de su cumpleaños con tapabocas, las 35 horas del día, los capitalistas que roban como nosotros, Gremlins por Grinch, Bolívar huérfano de esposa, milímetro de segundo y tantas otros dislates que tienen lugar seguro y preferente en la historia de las payasadas presidenciales. Como para no aburrirnos hace pocos días anuncia los porcentajes de vacunación contra el Covid 19 señalando la cifra de 102,6% de inmunizados en Venezuela es decir, toda la población más unas 600 mil personas adicionales que nadie sabe de dónde las saco, las cifras reales de la OMS señalan un 43% de vacunados, estando Chile a la cabeza con 89% y Cuba con 87% los demás países se mueven entre un 55 y un 73% y Venezuela no figura en las tablas de los principales organismos por no tener un órgano oficial y con credibilidad en sus cifras y ya vemos porque. En tanto para divertirnos el aparato de propaganda del gobierno creo un superhéroe de dibujos animados llamado “Súper Bigote” y decidió regalar los disfraces a los niños de bajos recursos para las fiestas de carnaval, los mismos no tuvieron gran aceptación porque a diferencia de los originales que vuelan, destruyen enemigos de un solo golpe, trepan edificios o al menos disparan telarañas, este súper héroe su único poder es hablar pistoladas y como él hay bastantes en Latinoamérica como Tiroloco McGraw de Perú o Mario Bross de Nicaragua. Seguiremos conversando. [email protected]
