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El golpe Tucano contra Maduro. Por Américo Fernández

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En una entrevista que le hizo Eleazar Díaz Rangel, Jóvito Villalba decía que los Venezolanos tienen una gran capacidad para olvidar y parece cierto pues, por ejemplo,  ya muy pocos se acuerdan del Golpe Tucano denunciado por Nicolás Maduros que consistía en artillar un avión Tucano con el cual iban a atacar el Palacio de Miraflores y otros objetivos, como el Ministerio de la Defensa..

 Sabíamos del Golpe Tuyero y del Golpe Tocuyano que se ejecuta según creo con cuatro,  cinco, maracas y  tambora, pero este Golpe Tucano sí que fue una sorpresa pues, al parecer, utiliza instrumentos más sonoros y explosivos. Tal vez, como símbolo, un ave negra con mancha de colores incluyendo el abultado pico  conocido como Tucán.  Los brasileros en su idioma portugués le dicen Tucano y los franceses “Le Tucán” que, por cierto, así se llamó un bar en la Ciudad Bolívar de los años 80 a donde Chemelo, según me contó,  le metieron gato por liebre.  Le pusieron al lado una mujer bonita que resultó un trasvesti.  Así quieren engatusar al soberano, pero bueno en política se vale todo y mucho más cuando hay crisis y escasez.

En esa ocasión del denuncio,  Maduro no dijo cómo averiguaron lo del Golpe Tucano, pero suponemos que fue el pajarito en que suele transformarse el espíritu de Chávez que lo previno.  Recordemos que Maduro en una reunión a cielo abierto contó a sus circunstantes la súbita aparición del espíritu de Chávez en un pajarillo que  le  revoloteó como echándole la bendición y él emocionado le respondió con un silbido salido de sus labios fruncidos.  Por supuesto, un silbido palatal nada parecido al del  Silbón, aunque el pajarillo desapareció tan pronto percibió la agudeza del silbido.  Alguien se atrevió a decir que a lo mejor era el pájaro de fuego que lo vino a rescatar de los hechiceros de su gobierno, pero los más sensatos especularon con el Pajarillo de los llanos implicado en este canto folklórico: “Ay,  pajarillo que vuelas por tus riveras,Por qué no vuelas ahora que viene la primaveraY me dijiste que eras firme, como la palma llanera. Si la palma fuera firme, no la quema la candelaNo la tremolara el viento, como la toca el llaneroA mi me pueden llamar, el clarín de los lamentos”. (AF)