Los caldos son líquidos que funcionan como base para preparar muchísimos platillos. El agua se combina con los jugos naturales de los alimentos mientras se cocinan y forman la sustancia cargada de sabores y ricos olores. Con estos, son muchas las salsas, cremas, sopas y guisos, entre otras preparaciones, que se pueden elaborar a la perfección.
Existen distintos tipos de caldos en el mundo culinario que son utilizados para casos específicos. Si bien todos son el resultado de cocinar en agua, cada uno tiene su particularidad.
Fondo blanco
Los caldos claros, también conocidos como fondos blancos, son de los más comunes. Se obtienen de la cocción de alimentos como vegetales y proteínas, que se sumergen en agua completamente crudos y se cocinan allí por un buen rato, incluso hasta por cinco horas, dependiendo de la cantidad. Se puede usar prácticamente para todo, pero, por su color, es el preferido al momento de hacer cremas, purés y salsas blancas como bechamel. También sirve para guisos, masas de croquetas y arroces.
Fondo oscuro
Un fondo o caldo oscuro tiene la particularidad de que se hace con alimentos que han sido previamente dorados al horno. Esto de alguna forma los carameliza y le permite al caldo agarrar un color y un aroma más intensos. Por lo general, se usan piezas que no se van a comer, de modo que luego se puedan colar y aprovechar solo el líquido. Huesos y cabezas de animales, tallos y el resto de la merma de los vegetales suelen ser empleados.
Se acostumbra añadirles vino, para darles color y sabor. Las hierbas y especias son muy pertinentes, tanto en los fondos oscuros como en los claros.
Principalmente, se agregan en platos de carne para hacer salsas, sopas, estofados y otras preparaciones.
Fumet
El fumet, caldo o fondo de pescado es básicamente lo mismo que un fondo claro pero hecho a base de espinas y cabezas de pescado, así como de las cáscaras y extremidades de algunos mariscos. Combina con especias, hierbas y hasta licores para potenciar su sabor. Se aprovecha para hacer arroces, sopas u otros platos con frutos del mar.
Consomé
Por último, está el consomé, que es más bien una parte de un plato. Básicamente, es el resultado de un caldo blanco clarificado. Es decir, cuyas impurezas fueron removidas con la ayuda de claras de huevo, lo que arroja un líquido superlimpio y transparente.
Después de conocer estas delicias, entenderá la importancia de usar un buen caldo en sus platillos. ¡Haga la prueba!
Cocina y Vino