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Héroes y tumbas. Por Claudio Zamora

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Si algo murió el pasado domingo en Barinas, que es lo más importante que acompaña el recuerdo y tradición de una persona u organización, es el legado histórico, que en el imaginario popular se puede transformar en una pesada cordillera que nadie se atrevería a mover. El fallecido Megalómano inspiro toda su vida como una novela heroica en la cual era el protagonista y el superhéroe de toda la trama. Las entrevistas que le hicieron cuando se encontraba detenido y antes de todo este desastre, privilegio que no tienen los cientos de presos políticos del régimen, lo encontraban en su celda moderamente decorada y con las mínimas comodidades de una vivienda común, provista de suficiente mobiliario y hasta un ventilador, uniformado de paracaidista y con una biblioteca regada en la mesa y sobre la cama para impresionar al periodista, El Manifiesto Comunista y El Capital, Mi Lucha de Hitler, El Arte de la Guerra Sun Tzu, El Oráculo del Guerrero, Las Venas Abiertas de América de Galeano, Hegemonía y Supervivencia de Chomsky, Así hablaba Zaratruzka de Frederick Nietzsche y muchos otros incluidos los criollos Villegas y Giordani, sabemos que el difunto era todo menos un estadista, que si de verdad llegó a leer que no a entender toda esta ensalada ideológica, la misma sirvió para intoxicarlo y terminar de distorsionar sus dislocadas ideas de desarrollo político y progreso social para Venezuela. Pero esa estructura teatral creada por el mismo alrededor de su figura, le auguraba según su libreto- inscripción perpetua en la piedra tallada de la historia. El juramento ante el Samán de Guere, una mala copia del realizado por el genio de América ante el Monte Sacro 187 años antes, era parte de la simbología de ese sueño de posteridad que se niega a transcender. Ya en el poder y con Venezuela a sus pies, le permitió sin directores ni jefes de grabaciones desarrollar sin cortapisas su heroico personaje y fue durante su mandato: Un Emperador Romano que al movimiento de su pulgar decidía sobre la vida, suerte y patrimonio de sus súbditos. Así ordeno expropiaciones sin formula de juicio, encarcelamientos, destierros, bombardeos y pare de contar, pero también se creía un orador de la talla de Demóstenes o pretendía competir en peroratas con su admirado Fidel para lo cual condenó al aburrimiento a su corte de aduladores con discursos de más de ocho horas donde cantaba, bailaba, declamaba, contaba chistes, mientras el auditorio comía, dormía y jugaba con el celular, de esos miles de minutos de audio no queda material sustancioso ni para imprimir un resumen del tamaño de las reglas de ortografía, uno de los formatos de libro más pequeño que existe y se vendía en los buses, y cabe en el bolsillo de la camisa. También fue cantante de música criolla, Pitcher de Béisbol, Arquitecto de Gasoductos, Conquistador de Territorios, Mecenas de Presidentes Pedigüeños, Actor de Hollywood, San Peen, Danny Glover, Naomi Campbell y muchos otros eran habituales en Miraflores al punto de que Oliver Stone realizara un documental del infrascrito. Ante esta inconmensurable figura parecía imposible que alguien osara mancillar el sagrado suelo de su nacimiento, desde su llegada al poder su familia eran los amos que se hacían perpetuos de ese latifundio llamado Estado Barinas, faltando solo el vasallaje para parecer un estado feudal. Este domingo pese a todos los pronósticos, el enorme ventajismo del gobierno, haberse inhabilitado a todos los candidatos con posibilidades, derrochado recursos para obtener votos y militarizar el Estado para presionar a los ciudadanos, se dio una contundente muestra de civismo, arrebatándole el gobierno a la familia real, no es sólo un triunfo electoral, es más que eso, es el definitivo derrumbe en el imaginario popular de la invencibilidad del legado de una figura prefabricada, es el despertar colectivo de la capacidad de la unidad del pueblo y la fortaleza de las bases. El domingo terminó de morir el héroe de pocos y se demostró que no era ni Dios ni héroe, los héroes no mueren y este lo ha hecho varias veces, para tranquilidad incluso de su mismo equipo en el gobierno. Alea iacta est. La suerte está echada. Seguiremos conversando. [email protected]